Cómo entender a los bebés: claves para comprender a tu hijo

Cómo saber lo que le ocurre a mi bebé si todavía no habla

Desde que nacen, los bebés necesitan comunicarse. No hace falta intercambiar palabras, nacen con muchos recursos para hacerse entender. Bien sea llorando, gimiendo, riendo, buscando tu mirada, moviendo sus pequeñas manos o pies... Es un lenguaje gestual y a base de sonidos que, si bien en ocasiones puede costar entender, sí podemos aprender ciertas claves para entender a los bebés.

Ver +: Distintas causas del llanto en bebés

Qué hacer para entender a mi bebé si todavía no habla

Cómo entender al bebé

"Mi bebé está llorando, ¿tendrá hambre?, ¿Sueño?, ¿Le duele algo?" Es una duda muy frecuente entre padres primerizos e incluso padres ya experimentados. Y es que, el llanto es una de las formas más frecuentes de comunicación del bebé y puede deberse a distintas causas. Aun así, no todo está perdido, solo se trata de unir una serie de pistas para poder entender a tu bebé.

Sin embargo, el bebé no solo se comunica llorando o gimiendo, también puede mostrar que está contento, que quiere jugar o que le apetece que le tomes entre tus brazos mediante una serie de gestos. 

Estas son las pautas que puedes seguir para entender a tu bebé:

Estar a la escucha para entender a tu bebé

A muchos padres, sobre todo si son primerizos, les angustia no entender a sus hijos y no poder cubrir todas sus necesidades. Pero es más sencillo de lo que parece. El bebé nace con un amplio repertorio de reflejos que le permite interactuar con el mundo de una manera eficaz.

La succión cuando le pones al pecho o le das el biberón; el llanto si está cansado, tiene sueño o el pañal sucio; o la mirada para llamar tu atención sobre él.

Aunque no existan palabras, cada emoción, estado o necesidad suele corresponderse con una expresión determinada, que enseguida descifrarán los padres si son receptivos. Por lo tanto, para poder comprenderle, has de hacer el esfuerzo de entender, por más obvio que parezca. Sin embargo, prestar atención a esa forma de comunicación no verbal te ayudará a eliminar determinar qué le puede estar pasando y qué no.

No siempre es fácil entender al bebé

Ya le hemos dado de comer, ha expulsado los gases, tiene el pañal seco, ha dormido... ¡pero sigue llorando! No siempre podremos saber a la primera lo que el niño quiere, y hace falta hacer más averiguaciones.

A veces, puede resultar frustrante, pero no por ello hay que abandonar. El hecho de seguir intentándolo le hace saber al bebé lo importante que es para nosotros. Cuanto más respondamos, más le animaremos a mandarnos señales.

También es cierto que, algunos bebés lloran sin más y además lloran mucho. Hay muchos padres que acuden a la consulta pediátrica desesperados porque "mi bebé no deja de llorar" y, cuando el pediatra les relata la lista de puntos que tienen que verificar, como si tiene hambre, sueño, se ha hecho caca o tiene gases y los padres afirman estar pendiente de todo ello, se suelen encoger de hombros "los bebés lloran". Y es que, es su forma más efectiva de comunicación, a medida que van creciendo, esos bebés recién nacidos que parecen no hacer otra cosa que llorar, encuentran o aprenden otras formas de hacerse entender por sus padres. 

Estrechar el vínculo afectivo

Los padres tienen un sexto sentido para responder de forma intuitiva a las necesidades y deseos de su bebé. Cuando el pequeño se chupa el puño, enseguida interpretan que tiene hambre y le ofrecen alimento. La fruición con la que se aferra al pecho o tetina les confirma que han descifrado correctamente su mensaje. Y en esta relación recíproca, ambas partes empiezan a conocerse y a buscar la forma de comunicarse. A medida que aumente la comprensión, la relación entre ambos irá mejorando y culminará en un sólido vínculo afectivo.

Ver +: Vínculo de apego, cómo afecta en la vida adulta

Todos los detalles son importantes para comprender al bebé

Generalmente nos fijamos en lo más evidente: su mirada, sus gestos, su sonrisa... Pero también hay otros detalles más sutiles que nos pueden dar pistas sobre lo que le sucede:

- El color de la piel cuando llora: ¿está muy rojo como si tuviese ira?

- Los parpadeos.

- Cómo cierra los puños cuando le duele algo.

Son pequeños detalles que pueden pasar desapercibidos si no se está muy atento pero que cuentan y nos puede ayudar a calmar al bebé o a darle lo que necesita.

También hay que tener en cuenta las referencias del entorno (si es la hora de su siesta, la temperatura de la habitación, el nivel de ruido...) porque son detalles que le afectan y nos van a ayudar a hacer una lectura más correcta de la situación.

Con los cinco sentidos

El bebé no sólo percibe las dulces palabras de sus padres. Contempla además el movimiento de su cuerpo, agradece el calor de sus caricias, reconoce el aroma de sus perfumes.

El bebé sonriendo, batiendo brazos y piernas, gimiendo, retirando la mirada o llorando nos indicará qué es lo que más le gusta o qué le desagrada.

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