Trucos para que nuestros hijos nos escuchen cuando les hablamos

Estos comportamientos favorecen que los niños nos presten atención a la primera.

¿Cuántas veces habéis tenido la sensación de que nuestros hijos no nos escuchan? Seguro que demasiado a menudo... Les repetimos lo mismo una y otra vez, tenemos que llamarle varias veces... ¿Por qué no conseguimos que presten atención a nuestras palabras?

La base para crear una buena relación de comunicación con nuestros hijos es conseguir que nos escuchen y presten atención cuando nos dirigimos a ellos. Cuando no lo conseguimos, es muy probable que no estemos comunicándonos con los niños de la manera correcta. No debemos olvidarnos a la hora de hablarles, que los niños mantienen su concentración centrada en una única cosa, por lo tanto, el primer paso para garantizar que nos escuchen será conseguir captar su atención. Posteriormente, tendremos que transmitirle nuestro mensaje de la manera correcta. Pero... ¿cómo lo hacemos? Te damos cuatro sencillos trucos para que por fin consigas que tus hijos ¡te escuchen!


4 trucos para que los niños escuchen

  1. Para captar su atención en el momento inicial, un truco que funciona muy bien es ponerte a la misma altura física que el niños. Puedes agacharte para transmitirle el mensaje deseado o bien subirle a la altura de tu rostro. Cuando hablamos con niños y nos ponemos a su altura es inevitable que captemos su atención de una forma mucho más eficaz que en la postura habitual. En ocasiones, también ayuda para captar su atención que cogamos su cara entre nuestras manos intentando dirigir su mirada directamente hacia nosotros.

  2. Trata de dirigirte a ellos utilizando un lenguaje sencillo y directo, evitando los rodeos. Cuando más cortas sean las frases que empleemos para transmitirle lo que queremos decirle, más rápida y sencilla será la asimilación del mensaje por su parte. De igual forma, debemos emplear las palabras adecuadas a su edad y a su conocimiento del lenguaje.

  3. Sustituye las frases negativas por las positivas. Es decir, si deseas decirle algo que no debe hacer, utiliza una formulación positiva d ela frase, por ejemplo: "Hijo, ¿podrías recoger del suelo ese papel?" en lugar de decirle: "Hijo, no debes tirar papeles al suelo". De esta manera, la sensación del niño será positiva desde el momento que escucha la frase y por tanto tendrá una mayor predisposición a entender y llevar a cabo la indicación que le hemos transmitido.

  4. Evita enviar varios mensajes a la vez. Sabemos que puede haber sido costoso captar su atención y una vez captada podemos comenter el error de querer decirle demasiadas cosas. Si lanzamos un exceso de peticiones, correcciones o mensajes a nuestros hijos de golpe, seguramente lo que consigamos será que no asimile y recoja ninguno de ellos. Es mejor concentrarle en una única petición  tarea para no saturar su capacidad de asimilación.

Patricia L. González
Redacción Conmishijos.com 

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