Cómo se comunica el bebé a los 21 meses

Empieza la aventura de su aprendizaje del vocabulario.

A partir de los 18 meses, el crecimiento del cerebro del bebé aumenta mucho, dando lugar a un desarrollo acelerado del lenguaje. A los 20 meses, ya maneja unas 40 palabras. Y cuatro semanas más tarde, su vocabulario puede haberse duplicado. ¡Es una aventura fascinante! 

Tu hijo comprende cada vez mejor lo que le dicen y discierne los sonidos. Es capaz de responder adecuadamente, obedecer una orden e incluso llevar a cabo dos acciones seguidas.

A los 21 meses, identifica sin problema los objetos comunes y los señala. Y si le pides que escoja un objeto concreto entre cuatro o cinco, lo hace sin dificultad. Ese nivel de comprensión va parejo a un uso cada vez mayor y más complejo del lenguaje.

A esta edad, mucho niños empiezan a combinar dos palabras para formar una frase simple. Esos vocablos suelen referirse a personas, animales, objetos y acciones que forma parte de su vida cotidiana. El niño utiliza sobre todo sustantivos y verbos ("mamá, agua", "quiero pan") y algunos ya hacen la concordancia de género y número. Hay dos palabras que se vuelven fundamentales en esta etapa : "mío" y "no" ("dormir no", "osito mío").

Lo normal a esta edad es que el niño se refiera a sí mismo utilizando su nombre, porque todavía no domina los pronombres, incluido el "yo". Todavía está lejos de utilizar los artículos y las preposiciones, pero con el léxico y el lenguaje gestual que maneja, es capaz de transmitir lo que quiere decir. 

Las capacidades léxicas de los niños de 21 meses varían mucho. Algunos tienen un vocabulario muy grande (de más de 70 palabras) y manejan el léxico con soltura, mientras que otros se expresan en una jerga incomprensible trufada de algunas palabras reconocibles. Los padres siempre estamos impacientes por ver progresar a nuestro hijo, pero hay que respetar el ritmo de cada niño. Aunque tu pequeño tenga desarrollo más tardío del lenguaje, en el futuro alcanzará el mismo nivel que sus compañeros más precoces.

En esta etapa tienes que tener mucha paciencia con tu hijo porque, cuando ve que no le entienden, o simplemente cuando los adultos no estamos dispuestos a satisfacer sus demandas, se frustra y se obstina. Por eso coge muchas más rabietas.

Para fomentar el desarrollo del lenguaje de tu hijo, háblale mucho, presta atención a lo que te dice y, aunque él pronuncie mal una palabra (por ejemplo "papa" por "papilla" o "tete" por "chupete"), no le sigas la corriente. Utiliza la palabra correcta para que aprenda antes a hablar bien.


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