20 dictados cortos para niños de Primaria (divertidos textos para mejorar la ortografía)

Dictados para que los niños mejoren la ortografía de forma divertida

La práctica de los dictados es una actividad muy recurrente durante toda la educacion Primaria, y es que, son una excelente herramienta para que el niño aprenda a escribir correctamente. A través de la realización de dictados podrá reconocer faltas de ortografía, aprender las palabras que haya escrito mal o conocer la escritura de palabras nuevas.

Es importante a la hora de realizar dictados con los niños que sigan una serie de pautas: una primera lectura del texto, escritura del mismo y repaso, autocorrección de las faltas de ortografía cometidas y realización de frases con ellas.

Te proponemos distintos textos para que puedas realizar dictados cortos a niños de Primaria. 

Dictados cortos para niños

Dictados cortos para niños

Dictado corto para niños con la letra J

1. El viaje había sido largo y ajetreado y todos estábamos fatigados. Al llegar, dejamos el equipaje en la conserjería y pedimos a Juan que echara una ojeada al coche.

Dictado corto para niños con la letra H

2. Hemos pasado las vacaciones en un hotel rural. Tenía pocas habitaciones y, por lo tanto, pocos huéspedes. El hotel estaba en una pradera cubiera de hierba, había un huerto y una pared por donde crecía la hiedra.

Dictado corto con la letra V

3. Ví como los venados iban y venían por el bosque, mientras aquí cernca, en el prado, pastaban las vacas. El vento soplaba suave y los pájaros volaban alto. De verdad, nunca había visto un pajesaje tan bello.

Dictado con la letra B para niños

4. Hay pocas personas tan buenas como mi abuela, es bondadosa, bonachona y además bonita. Sus botines resuenan en el pasillo mientras llega a darme besos y abrazos.

Dictado corto con la letra LL

5. En las noches de luna llena, entre aullidos de los zorrillos vagabundos y los brillos que dejaba la lluvia en la llanura, el castillo parecía aun más maravilloso y mágico.

Dictado corto con la letra R y RR

6. El agua caída de forma torrencial, varias personas miraban hacia el barrio con temor a que se inundara. El agua ya habia cubierto la carretera y el muro el ferrocarril amenazaba con derrumbarse.

Dictado corto para niños con CC o CT

7. El maestro nos dio las instrucciones necesarias para realizar la corrección del examen de fracciones. Yo tenía todos los ejercicios correctos, aí como las operaciones. No reprimí una reacción de alegría.

Dictado corto con la letra Ñ

8. Aquella mañana, el niño se despertó temprano para ir al colegio. Se vistió y peinó en el baño y fue a desayunar. Entró en la cocina contento, pero su hermana pequeña se desgañitaba porque se le había partido la uña del dedo meñique. Su madre le acercó su muñeca favorita y no se escuchó un grito más.

Dictado para niños con la letra C y la Z

9. El zapatero cedió sus herramientas a su aprendiz y decidió salir a disfrutar del precioso día. Quería salir y ver el cielo, para pasear entre los cedros y comer manzanas y ver migrar a las cigüeñas.

Dictado corto con la letra Q

10. ¡Qué rico estaba aquel trozo de queso! Quería comerlo entero pero llegó Quique y le pidió la mitad. Rebeca le quería tanto, que no pudo negarse a compartirlo con su amigo.

Dictados cortos de cuentos para niños de Primaria

Puedes dictar estos textos a tus alumnos o tus hijos para trabajar la lectoescritura y mejorar el conocimiento de las reglas gramaticasles. Son estractos de cuentos clásicos que además incitará a los niños a querer leerlos, ya que el breve dictado les dejará con la miel en los labios, promoviendo así entre los más pequeños el placer por la lectura. 

11. En un viejo molino una pata empollaba sus huevos, mientras pensaba en los preciosos hijitos que iba a tener. "Tendré patitos bonitos, tenré patitos hermosos, así serán mis hijitos, lindos y bellos patitos", suspiraba la pata.

El patito feo

12. Una hermosa mañana de primavera, cera del arroyo, nacieron tres cerditos. Durante varios meses, vivieron felices junto a su madre. Correteaban por el prado, entraban en la tierra buscando patatas y raíces y se revolcaban en el barro.

Los tres cerditos

13. En el fondo del océano se alzaba el castillo del Rey de los Mares. Sus muros eran de coral; las ventanas, de ámbar; y el tejado tenía ostras que se abría y cerraban con sus perlas moviéndose al compás del agua. El rey tenía seis hijas, la más pequeña, la Sirenita, ardía en deseos de conocer el mundo de los humanos.

La sirenita

14. Un día llegó a la sastrería un mensajero del rey. Buscaba al sastrecillo paa que librara al reino de dos terribles gigantes que había en un bosque cercano. El sastrecillo era en realidad cobarde, pero por hacer honor a la fama que se había ganado, se encaminó al bosque.

El sastrecillo valiente

15. Los copos de nieve son abejitas blancas. Su reina es la Reina de las Nieves que en la noches de invierno busca algún niño que quiera ir con ella a su palacio... Esta es la historia que contaba la abuela en las tardes de invierno mientras el fuego chispeaba en la chimenea.

La Reina de las Nieves

16. Sobre una columna muy alta, dominando toda la ciudad, se alzaba la estatua del Príncipe Feliz. Estaba recubierta de oro fino y sus ojos eran dos grandes y preciosos zafiros. Una noche de invierno llegó a la ciudad una golondrina que se refugió a los pies de la estatua.

El Príncipe Feliz

17. Para saber si era una princessa de verdad, la reina depositó en la cama un guisante, encima del cual ordenó colocar... ¡veinte colchones de plumas de oca! Así la joven pasó la noche en aquella cama monumental que, más que una cama, parecía una montaña.

La princesa y el guisante

18. Intrigada por la escena que había presenciado, Alicia siguió al conejo hasta su madriguera en el tronco de un árbol. Pero, cuando se asomó al interior... ¡Oh cielos! Inició una larguísima caída. Cuando aterrizó, vio pasar al Conejo Blanco quien se metió por un pasadizo.

Alicia en el País de las Maravillas

19. El abuelo preparó una cama de heno para Heidi y allí pasó su primera noche en las montañas, temerosa de aquel abuelo que tan antipático parecía, y asustada por el sonido del viento que soplaba entre los abetos.

Heidi, la niña de los Alpes

20. Al senarse a la mesa, la cigüeña se dio cuenta de que la zorra había puesto toda la comida en platos muy grandes y llanos, así que, no podía llevarse ni un solo bocado porque su largo y fino pico le impedía degustar tan ricas viandas.

La zorra y la cigüeña

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