Cómo hacer más fácil la separación de tu bebé después de las vacaciones

Vuelta a la vida cotidiana con tu hijo

Después de pasar las vacaciones con tu bebé, llega el momento de separarse. Tú vuelves al trabajo y tu pequeño a la guardería o con la niñera. Sigue los consejos de la psicóloga Anna Gatecel para preparar y vivir lo mejor posible esa separación.

Cómo hacer más fácil la separación de tu bebé después de las vacaciones

Asumir el momento de la separación de tu hijo

¿Salta de alegría en brazos de la niñera y ni te mira? ¿O por el contrario lloriquea y se aferra a tu pierna? El instante de la separación no siempre es fácil y muchas veces se te hace un nudo en la garganta. ¡Todos hemos pasado por eso!

Pero, en el fondo, no hay de qué preocuparse: tu hijo solo está expresando sus emociones, felices o tristes, y eso es una buena señal. Tu pequeño tiene derecho a estar enfadado, a temer una larga jornada sin ti, a preguntarse si volverás.

Si derrama muchas lágrimas, dedícale unos cuantos mimos y háblale: "Tu niñera se ocupará de ti y te consolará. Esta noche, volveremos a estar juntos". Poco a poco, irá identificando los puntos de referencia o creando otros nuevos y la separación será más fácil.

Establecer sintonía con la persona que cuida a tu bebé

Es fundamental: tu hijo aceptará quedarse con la niñera sin demasiado recelo porque nota que la valoras. Por eso es tan importante cómo te diriges a ella delante de él.

Por la mañana, cuando lo dejes, no olvides cruzar unas palabras cordiales con la niñera. Cuéntale brevemente cómo pasó la tarde anterior (lo que cenó, a qué jugó...), no te limites a soltar una lista de instrucciones. Y si tu pequeño empieza a utilizar el orinal con ella, alégrate, ¡no te has perdido nada! Al contrario: eso demuestra que has logrado crear una atmósfera de confianza que beneficia a tu hijo.

Cuidar el reencuentro con tu hijo

El momento del reencuentro es tan importante como el de la separación: son las dos caras de la misma moneda. Cuando vayas a recoger a tu hijo, deja que sea él el que marque los tiempos, aunque tarde un poco en acercarse a darte un beso. Puede que necesite un tiempo para dejar la actividad que tiene entre manos. ¡Seguramente quiera hacerse de rogar un poquito!

También al volver a casa tienes que dar tiempo al tiempo, aunque tengas que acostar a tu hijo media hora más tarde: el baño, la cena y el cuento antes de dormir son etapas necesarias para él. Tu hijo necesita cada tarde su cuota de presencia y atención para lograr que la separación sea más sencilla al día siguiente.

Declaraciones recogidas por Isabelle Gravillon para el cahier Parents Popi, le magazine des tout-petits.

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