11 interesantes fábulas cortas de animales para niños

Cuentos cortos con moraleja con animales como protagonistas

Los animales son los grandes protagonistas de las fábulas, esos cuentos cortos con moraleja que nos pueden ayudar tanto a transmitir valores a nuestros peques. 

En conmishijos.com recogemos una serie de fábulas cortas de animales que pueden ayudarte, no solo a transmitir el placer por la lectura a tus hijos, sino también importantes enseñanzas como el esfuerzo, la perseverancia, la modestia, la humildad, la bondad, etc.

Si buscas fábulas cortas de animales de los grandes fabulistas como Esopo, LaFontaine, Tomás de Iriarte y otros, aquí tienes una bella selección. 

1. Fábula corta de animales sobre la modestia: Los dos gallos

Fábula de los dos gallos

Érase una vez dos gallos que vivían en un gallinero, nunca tuvieron un conflicto, se llevaban bien y compartían el lugar en paz y armonía. 

Un buen día el granjero llevó al corral una gallina hermosa y altiva, de la que los gallos se enamoraron a primera vista. Así pasaron de ser amigos, a ser rivales. Ambos competían por el amor de la hermosa gallinita.

Decidieron enfrentarse en combate, y al vencedor se le acreditaría el amor de la dama. Lucharon ferozmente durante mucho tiempo, hasta que el más fuerte venció y se llevó del brazo a gallina, mientras que el otro se retiró al fondo del corral a llorar su pena.

El vencedor, se subió al techo para hacer alarde de su triunfo y comenzó a gritar a los vecinos para que se enteraran. Con tanta mala suerte que un buitre lo escuchó, y sin dudarlo se abalanzó sobre él y acabó con su vida y su orgullo.

Moraleja:  debes ser modesto cuando ganes una acción.

2. El burro flautista: fábula corta de Tomás de Iriarte

El burro flautista, fábula en verso

Había una vez un borrico que paseaba tranquilo por el prado en un día soleado. Aquel día así, por casualidad, encontró una flauta que se había dejado olvidada un chiquillo.

El burro se acercó a oler aquel extraño instrumento y, por casualidad, dio un soplido provocando que el aire entrara por la flauta y ésta sonase. 

El burro soprendido por el sonido que había emitido, se dijo a sí mismo: ¡Pero si sé tocar música!, ¡y habrá quien dice que los burros no sabemos hacer nada!

Y es que, algunos borricos, aciertan algunas veces, así, por casualidad.

Morajela: que el burro tocara la flauta no le convertía en músico, por lo tanto, cuando conseguimos hacer por casualidad, no nos convierte en expertos.

3. Las ranas y el pozo: Fábula corta de animales

Ranas

Dos ranas vivían juntas en un pantano. Pero un caluroso verano el pantano se secó, y lo abandonaron para buscar otro lugar donde vivir ya que a las ranas les gustan los lugares húmedos. 

Así llegaron a un pozo profundo, y una de ellas miró hacia abajo y le dijo a la otra:

- "Este parece un lugar agradable y fresco: saltemos y nos instalemos aquí". 

- "No tan rápido, amiga mía: suponiendo que este pozo se secara como el pantano, ¿cómo saldríamos de nuevo?"

Moraleja: piensa antes de actuar 

4. Fábula corta sobre la atención:  El astrólogo

Fábula sobre la importancia de prestar atención

Un hombre que vivió hace mucho tiempo creía que podía leer el futuro en las estrellas. Se llamaba a sí mismo astrólogo y pasaba su tiempo cada noche mirando al cielo. Una noche, estaba caminando por un sendero fuera del pueblo. Sus ojos estaban fijos en las estrellas. Creyó leer en ellas que se acercaba el fin del mundo, cuando de repente, comenzó a hundirse en un agujero lleno de lodo y agua.

El agua fanganosa le llegaba hasta las orejas y, aunuque. hacía grandes esfuerzos por salir del agujero, estaba muy resbaladizo y no lograba escaparse. Sus gritos de ayuda pronto atrajeron a los aldeanos. Y, mientras lo sacaban del lodo, uno de ellos dijo:

- "¡Pretendes leer el futuro en las estrellas y, sin embargo, no puedes ver lo que hay a tus pies! Esto puede enseñarte a prestar más atención a lo que está justo frente a ti y dejar que el futuro cuide de sí mismo".

- "¿De qué sirve leer las estrellas, cuando no puedes ver lo que hay aquí en la tierra?", dijo otro.

Moraleja: Cuida las cosas pequeñas y las cosas grandes se cuidarán solas.

5. Fábula corta sobre el ingenio y la astucia: El cuervo y el cántaro

El cuervo y el cántaro, fábula de esopo

En una época de sequía, cuando los pájaros podían encontrar muy poco para beber, un cuervo sediento encontró una jarra con un poco de agua. 

Pero el cántaro era alto y tenía un cuello muy estrecho, y por mucho que lo intentaba, el Cuervo no podía alcanzar el agua. 

El pobre cuervo sintió como si fuera a morir de sed. Y fue entonces cuando se le ocurrió una idea. 

Recogiendo algunas piedrecitas, las dejó caer en el cántaro una por una. Con cada guijarro, el agua subía un poco más hasta que por fin estuvo lo suficientemente cerca para que pudiera beber.

Moraleja: en un apuro, un buen uso de nuestro ingenio puede ayudarnos.

6. Fábula corta de animales: el mosquito y el toro 

El mosquito y el toro. Fábula de Esopo para niños sobre la soberbia

Un mosquito voló sobre el prado con un enorme zumbido para una criatura tan pequeña y se posó en la punta de uno de los cuernos de untoro. Después de haber descansado un rato, se preparó para volar. Pero antes de irse le pidió perdón al toro por haber usado su cuerno como lugar de descanso. 

- "Debes estar muy contento de que me vaya ahora", dijo.

- "Me da lo mismo", respondió el toro. "Ni siquiera sabía que estabas allí".

Moraleja: A menudo somos más importantes a nuestros propios ojos que a los ojos de los demás. Cuanto más ignorantes somos y más soberbios, mayor es la presunción.

7. Fábula de animales con moraleja para niños: El caballo y el asno

fábula del caballo y el asno

Un hombre tenía un caballo y un asno.

Un día que ambos iban camino a la ciudad, el asno, sintiéndose cansado, le dijo al caballo:

- Toma una parte de mi carga si te interesa mi vida.

El caballo haciéndose el sordo no dijo nada y el asno cayó víctima de la fatiga, y murió allí mismo.

Entonces el dueño echó toda la carga encima del caballo, incluso la piel del asno. Y el caballo, suspirando dijo:

- ¡Qué mala suerte tengo! ¡Por no haber querido cargar con un ligero fardo ahora tengo que cargar con todo, ¡hasta con la piel del asno encima!

Moraleja: Cada vez que no tiendes tu mano para ayudar a tu prójimo que honestamente te lo pide, sin que lo notes en ese momento, en realidad te estás perjudicando a ti mismo. 

8. La zorra y las uvas, fábulas cortas para niños

Fábula de la zorra y las uvas

Una zorra un día vio un hermoso racimo de uvas maduras que colgaban de una vid colocada a lo largo de las ramas de un árbol. Las uvas parecían a punto de rebosar de jugo, y deseo comerlas.

El racimo colgaba de una rama alta y la zorra tuvo que saltar para alcanzarlo. La primera vez que saltó quedó a mucha distancia de las uvas. Así que tomó carrerilla y saltó de nuevo, pero también se quedó corta. Lo intentó una tercera vez y tampoco lo consiguió.

Cuando la zorra se disponía a regresar al bosque se dio cuenta de que un pájaro que volaba por allí había observado toda la escena y se sintió avergonzada. Creyendo que había hecho el ridículo se dirigió al pájaro y le dijo:

- Yo hubiera podido alcanzar las uvas si ellas estuvieran maduras. A principio pensé que estaban maduras pero cuando me di cuenta de que estaban aún verdes, he preferido desistir de alcanzarlas. Las uvas verdes no son un buen alimento para un paladar tan refinado como el mío.

MoralejaLa lección que podemos aprender a través de esta interesante historia es que es natural que nos disguste o despreciemos algo que no está a nuestro alcance. Este cuento también nos enseña a trabajar duro para lograr nuestros objetivos en lugar de fingir que no vale la pena intentarlo.

9. Cuento corto con moraleja de animales: El perro del hortelano

el perro del hortelano, fábulas cortas para niños

Un hortelano tenía un enorme perro como guardián de sus extensos cultivos. El animal era tan bravo que jamás ladrón alguno se atrevió a escalar la cerca de los sembrados.

El amo, cuidadoso de su can, lo alimentaba lo mejor que podía, y el perro, para mostrar su agradecimiento, redoblaba el cuidado de los campos.

Cierto día, el buey del establo quiso probar un bocado de la alfalfa que su amo le guardaba, pero el perro, poniéndose furioso y enseñándole los dientes, trató de ahuyentarlo.

El buey, reprochando su equivocada conducta, le dijo: 

- Eres un tonto, perro envidioso. Ni comes, ni dejas comer. Si el amo destina a cada cual lo que le aprovecha y la alfalfa es mi alimento, no veo que tengas razón para inmiscuirte en negocio ajeno.

Moraleja: la envidia o el egoísmo hace que muchas personas no solo no hagan realidad sus sueños, sino que los demás tampoco puedan cumplirlos. También nos enseña que algunas personas se exceden en el desempeño de sus tareas.

10. La cigarra y la hormiga, fábula corta

La cigarra y la hormiga, fábula para niños

Un día de finales de otoño, una familia de hormigas se afanaba bajo el cálido sol, secando el grano que habían almacenado durante el verano, cuando un saltamontes hambriento, con el violín bajo el brazo, se acercó y suplicó humildemente que le dieran un bocado. 

- "¡Qué!" gritaron las hormigas sorprendidas, "¿no has guardado nada para el invierno? ¿Qué demonios estuviste haciendo todo el verano pasado?"

- "No tuve tiempo de almacenar nada de comida", se quejó el saltamontes; "Estaba tan ocupado haciendo música que antes de que me diera cuenta el verano se había ido".

Las hormigas se encogieron de hombros con disgusto.

- "Haciendo música, ¿verdad?" dijeron. "Muy bien, ¡ahora baila!" 

Y le dieron la espalda al saltamontes y continuaron con su trabajo.

Moraleja: hay un tiempo para trabajar y un tiempo para jugar.

11. El lobo con piel de cordero, una fábula corta de Esopo

Fábulas para niños. El lobo con piel de cordero

Pensó un día un lobo cambiar su apariencia para así conseguir comida más fácilmente. Se metió entonces en una piel de oveja y se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente al pastor que pensó que era una oveja más. 

Al atardecer, para su protección, fue llevado junto con todo el rebaño a un encierro, quedando la puerta asegurada. Pero en la noche, buscando el pastor su provisión de carne para el día siguiente, tomó al lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó al instante.

Moraleja: usar el engaño para conseguir un fin, nunca te traerá beneficio. Además podemos extraer otra moraleja: las apariencias engañan.


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