Qué es la placenta previa. Sïntomas, diagnóstico y tratamiento

Problemas en el embarazo

Durante el emocionante viaje del embarazo, cada etapa es crucial para el desarrollo seguro del bebé y el bienestar de la madre. Sin embargo, en ocasiones, surgen complicaciones que requieren atención médica especializada. Una de estas complicaciones es la placenta previa, un fenómeno que afecta a alrededor de uno de cada 200 embarazos y puede tener implicaciones significativas para la salud materna y fetal.

 

Placenta previa

 

¿Qué es la placenta previa?

La placenta, ese órgano fundamental que sustenta la vida en el útero, puede en ocasiones encontrar un lugar inusual para anclarse. La placenta previa se define por la ubicación anormal de este órgano en el útero. A diferencia de lo que ocurre en un embarazo típico, donde la placenta se desplaza hacia arriba a medida que avanza la gestación, en la placenta previa la placenta permanece en la parte inferior del útero, obstruyendo total o parcialmente la abertura hacia el cuello uterino. Este posicionamiento inusual puede desencadenar complicaciones graves, especialmente durante el parto.

Causas de la placenta previa

Varios elementos pueden aumentar la probabilidad de que una mujer experimente la placenta previa. Entre ellos se incluyen anomalías en el desarrollo uterino, múltiples embarazos anteriores, cicatrización de la pared uterina debido a cirugías previas en la zona y embarazos múltiples. Estos factores pueden influir en la posición y la adherencia de la placenta, predisponiendo a la placenta previa.

Síntomas de la placenta previa

El síntoma más característico de la placenta previa es el sangrado vaginal repentinoy sin dolor. Este sangrado puede ir acompañado de calambres uterinos y tiende a ocurrir hacia el final del segundo trimestre o al comienzo del tercero. Es importante tener en cuenta que aunque el sangrado puede detenerse temporalmente, es posible que se reanude días o semanas después, lo que subraya la necesidad de una atención médica inmediata y continua.

Diagnóstico y tratamiento

Ante la sospecha de placenta previa, es fundamental buscar atención médica de inmediato. El diagnóstico preciso de esta complicación se realiza a través de ultrasonidos y otras pruebas médicas especializadas. Una vez confirmada la placenta previa, se deben tomar medidas para gestionar adecuadamente el embarazo y prevenir complicaciones tanto para la madre como para el bebé.

El tratamiento de la placenta previa suele implicar medidas médicas y, en muchos casos, la hospitalización de la madre. Durante la hospitalización, se realizarán monitoreos regulares para evaluar la salud materna y fetal, y se tomarán precauciones para minimizar el riesgo de complicaciones. En la mayoría de los casos, el parto se llevará a cabo mediante cesáreapara evitar el riesgo de hemorragia grave asociado con la placenta previa durante el parto vaginal.


Es importante destacar que, si bien la placenta previa puede plantear desafíos significativos, con una atención médica adecuada y oportuna, la mayoría de las complicaciones pueden prevenirse o gestionarse de manera efectiva. Es fundamental que las mujeres embarazadas estén alerta a los síntomas y busquen atención médica sin demora si experimentan sangrado vaginal u otros signos de preocupación.

 

Aurora Fernández-Cañadas. Matrona

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