Beneficios de la osteopatía para los bebés

La osteopatía también es buena para algunas enfermedades del bebé.

Tu pequeño llora mucho, regurgita, duerme mal, tiene otitis recurrentes... El pediatra ha comprobado que no padece nada grave y te asegura que se le pasará. Mientras tanto, unas sesiones de osteopatía para bebés podrían aliviarlo.

¿Por qué acudir a un osteópata?

Tuviste un parto difícil. Para posibilitar el nacimiento de tu bebé, el médico utilizó fórceps o espátulas que aumentaron la presión sobre su cráneo.
La cabeza del recién nacido es asimétrica: ¿chata, alargada? Las causas pueden ser la posición dentro del útero o el parto. Esta asimetría puede provocar sobre todo disfunciones otorrinolaringológicas.
Regurgita y/o tiene cólicos: aunque estas molestias son frecuentes y "normales" en los lactantes, pueden estar provocadas por tensiones irritativas nerviosas y viscerales.
Llora mucho: las tensiones craneales pueden ser las causantes de la irritabilidad y del llanto del bebé.
Padece otitis y enfermedades otorrinolaringológicas de repetición: los tratamientos médicos no le hacen efecto. A menudo, el origen de las otitis serosas es craneal.

¿Cómo funciona?

La visita al homeópata no sustituye ninguna visita médica. El osteópata te hará preguntas sobre el embarazo, el parto y los síntomas de tu hijo. Luego examinará primero la pelvis del bebé y luego su cráneo. Las manipulaciones "craneales" se llevan a cabo siempre suavemente y con precisión. El "cracking", la manipulación vertebral forzada, está prohibido en bebés.

De 0 a 3 meses, los huesos del cráneo son extremadamente maleables, por lo que el tratamiento craneal es más fácil. Durante las primeras semanas de vida, el osteópata puede atenuar los efectos del parto en el cráneo del niño.

¿A qué osteópata acudir?

Pide consejo a tu pediatra que te confirmará que las molestias de tu bebé no tienen causa patológica. A lo mejor puede recomendarte un buen osteópata. Elige un osteópata especializado en pediatría.