Las adquisiciones del bebé en torno a los 18 meses

A esta edad, los niños son capaces de comunicarse verbalmente, aunque su lenguaje sea todavía muy embrionario. Han ido ampliando su vocabulario y algunos incluso elaboran frases sencillas. Y allí donde no llega la palabra, sí alcanza el lenguaje corporal: posturas, expresiones, gestos... Así, el pequeño se hace entender e interactúa cada vez más con su entorno.

Si tu hijo tarda en lanzarse a hablar, no te preocupes. Piensa que cada niño tiene su ritmo. Para estimularlo, léele cuentos y háblale mucho. Aprovecha su dominio de la comunicación gestual. Por ejemplo, cuando te pida un objeto señalándolo con el dedo, nómbraselo y anímale a que repita la palabra.

Los juegos del bebé de 18 meses

En esta etapa, el juego se enriquece y diversifica. A los 18 meses, los bebés son capaces de clasificar los objetos según su color, forma o tamaño. Pasan mucho tiempo encajando cubos o levantando torres. También les encantan los correpasillos y otros juguetes que ruedan. Y empiezan a disfrutar de juegos en los que interviene la imaginación, como a "las mamás" y cuidar del muñeco, darle de comer...

Esos juegos en los que interviene la imaginación, ayudan al niño a adentrarse en la vida en sociedad. Por eso es muy probable que tu hijo quiera ayudarte a fregar el suelo, a poner la mesa o que intente calzarse los zapatos, cepillarse los dientes o peinarse. Aprovecha esa inclinación natural para mostrarle cómo se hacen esas tareas y felicítale por su esfuerzo... ¡aunque los resultados no sean espectaculares!

A partir de ahora, para que tu bebé disfrute del nivel de autonomía que ha alcanzado, conviene que respetes su espacio, pero siempre bajo supervisión, porque aún le queda un largo camino que recorrer hasta la autonomía plena.