La alimentación del bebé a los 22 meses

¿Cómo debe comer mi bebé a los 22 meses?

Hace ya unos meses que tu bebé come de todo. Salvo intolerancia alimentaria, su dieta incluye todos los grupos de alimentos repartidos en cinco comidas. Este es el momento adecuado paras crear buenos hábitos. Para ello, organiza bien el menú semanal, establece un horario regular y procura que no picotee  entre horas. 

Los buenos hábitos alimentarios pasan por una dieta variada que cubra todas las necesidades nutricionales del niño. Pero no le prepares platos demasiado elaborados ni fuertes.

A esta edad, los niños necesitan consumir unas 1.200 kilocalorías al día. Una dieta equilibrada debe incluir un máximo de 160 gramos de hidratos de carbono, 30 gramos de proteínas y de 45 gramos de grasa. 

El niño sigue tomando muchos productos lácteos: yogur, queso y, por supuesto leche, que debe ser entera. A esta edad consume unos ¾ de litro al día. 

El menú semanal debe incluir dos huevos, una ración de legumbres, una de arroz y otra de pasta. Y carne o pescado todos los días. Dale la carne sin grasa. El pescado puede ser azul o blanco, pero no le des marisco. A estas edades la verdura debe ocupar la mayor parte del plato. Y tiene que consumir fruta y verdura diario. 

Cocina de forma simple, con poco aceite y siempre de oliva. No añadas mucha sal a los platos. Si acostumbras a tu hijo desde pequeño a comer con poca sal, estarás inculcándole un hábito muy saludable. Dale pan integral y, sobre todo, no abuses de los dulces, las galletas y otros los alimentos con grasas saturadas. Para beber, lo ideal es el agua, nada de bebidas carbonatas y zumos envasados. 

No te preocupes por las cantidades que come tu hijo. Lo importante es que los productos que consuma sean sanos y nutritivos. Opta por los alimentos frescos y naturales, pero no te obsesiones demasiado. Recuerda que las verduras congeladas conservan todas las propiedades nutritivas y son un recurso cómodo, siempre disponible en nuestra nevera.

A esta edad, a veces los niños se empeñan en comer solo un tipo se alimentos, como la pasta. No te enfrentes con tu hijo frontalmente, porque puede ser contraproducente. Procura integrar los alimentos que rechaza en su plato preferido, cortados en trozos. O dile que si toma dos cucharadas de lo que no le gusta, después podrá tomar lo que él elija. 


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