Me derrito por el Ártico. Un libro juvenil de divertidas aventuras

Libro de aventuras para preadolescentes

Me derrito por el Ártico cuenta la divertida aventura en barco, rumbo al Polo Norte, de unos niños preadolescentes.

Si juntas a varios niños, entre 10 y 13 años, y los introduces en un buque camino de Groenlandia, entre glaciares y osos polares, tienes la aventura asegurada. Al más estilo de los Goonies, o Charlie y la fábrica de Chocolate, el autor de este libro, Erwan Seznec, nos transporta al norte terrestre con una simpática y alocada historia protagonizada por varios niños muy espabilados que han sido capaces de ganar el concurso de una conocida marca de pescado congelado.

El premio es pasar un mes recorriendo el Ártico en un gran barco científico que atravesará esos inhóspitos y desconocidos parajes helados. Pero el viaje no será tan apacible y didáctico como pudiera parecer en un principio, porque el capitán sufre una curiosa enfermedad que les va a traer de cabeza a todos. Además, por si esto fuera poco, la empresa de la competencia ha decidido copiarles y organizar la misma expedición al mismo tiempo, pero con otros niños mucho más guapos, más formales y más repelentes. ¿Qué peligros y aventuras les esperan a estos expedicionarios del Polo Norte?... Desde luego nada parecido a un viaje pedagógico.

Me derrito por el Ártico

Libro de aventuras en Groenlandia: Me derrito por el ártico

Los libros de aventuras donde un grupo de chavales hace de las suyas, siempre inocentemente, suelen tener mucho éxito entre la juventud, y este libro no es menos.

En sí, la trama de "Me derrito en el Ártico", no es la típica que solemos encontrar en los libros de aventuras, y eso hace que uno comience este libro con las expectativas bien altas, aún así, os aseguro que la acción no decae en ningún momento.

Mezclar un grupo de chavales de diferente índole en un espacio pequeño donde tienen que convivir siempre crea polémica, y sino solo hay que fijarse en el triunfo que tuvo Gran Hermano... Pero la cosa se pone interesante si además esos chavales deben hacer frente a situaciones comprometidas e insólitas.

Este libro mezcla el compañerismo, el respeto a los demás, el amor a la naturaleza y a la ecología, con dosis de humor e instantáneas divertidas que a todos nos hubiera encantado vivir en algún momento.

Un libro entretenido y ameno, con ilustraciones en blanco y negro obra de Vicent Bourgeau, que añaden un toque simpático a la historia, y que merece la pena leer para reírse un buen rato y tomarse la vida con menos seriedad.

Me derrito por el Ártico