Mi bebé se ha puesto de pie por primera vez

¡Toda una hazaña! Está creando las bases para empezar a andar.

Tu bebé se ha puesto en pie, ¡qué orgullosa te sientes! Él está sorprendido, ¿cómo lo ha hecho? Para saberlo, tiene que repetir la experiencia. Se deja caer sobre el trasero. ¿Y ahora cómo repite la hazaña?

Sorprendido de ver el mundo desde más arriba, tu bebé no va a parar de ponerse en pie. Pero no es tan sencillo volver a dar ese golpe de riñones que le va a permitir levantarse cada vez. Ayúdalo colocándolo cerca de un mueble estable al que se pueda agarrar.

En cuanto memorice la técnica, cualquier soporte le servirá. Entonces vigílalo de cerca, porque no sabe que Tex, el perro, no es el mejor asidero y que sería preferible que se agarrara a la biblioteca (que está sólidamente sujeta a la pared).

Si lo pierdes de vista unos instantes, no te asustes, es solo que necesita probar los puntos de apoyo de los que dispone en la casa. La única manera que tiene de aprender que hay objetos mucho menos estables que otros es apoyándose en la mesa de ruedas o en su enorme peluche.

No lo encierres días enteros en su parque para estar más tranquila. Tu hijo necesita espacio y un campo de experimentación para avanzar hacia sus primeros pasos. Los muebles que pronto buscará son el sofá, la mesa baja y la cama, porque le servirán para aprender a andar. Dará sus primeros pasos desplazando las manos por sus bordes.

Si tu pequeño se queda de pie, delante de la estantería durante más de diez minutos, no te preocupes. Está perfectamente bien. Simplemente le gusta esta postura y no quiere arriesgarse a perderla.

© Enfant Magazine


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