Amigos de los niños: ¿cuál es la posición adecuada de los padres?

La amistad en la infancia

En esta relación de complicidad, este compartir las alegrías y las penas de la amistad, especialmente en la adolescencia, los padres se suelen cuidar de encontrar la distancia adecuada, además de valorar si es positiva o negativa.

En este sentido, nos preguntamos cuál es la posición adecuada de los padre en torno a las amistades de sus hijos.

Ver también: La amistad en el desarrollo de los niños

El papel de los padres con los amigos de los niños

el papel de los padres en la amistad

Desde relaciones muy controladas en los años de primaria, hasta vínculos más distantes de la secundaria, los adultos se esfuerzan, sin ser intrusivos, por mantenerse en contacto con la vida social de su hijo.

Los padres saben lo mucho que significan los amigos para ellos. Por ejemplo, estar frente al colegio después del largo descanso de las vacaciones de verano, puede ser estresante, pero también ayuda a disipar las aprensiones y otros miedos en el estómago del primer día si estás junto a tus amigos.

"La amistad es una fortaleza para todos los niños cuando se trata de acostumbrarse a otros maestros, otros niños, otros lugares. Al lado de un amigo querido, todo se vuelve soportable: separación de los padres, dictados interminables o recitar textos incomprensibles ", escribe Dana Castro.

En la tierra de la amistad, la escuela primaria es un lugar destacado. Los niños tienen tiempo para conocerse, para profundizar sus relaciones a lo largo de los años, para compartir muchas actividades... Siempre bajo la mirada atenta y atenta de los padres.

A veces los padres invierten mucho en las relaciones de sus hijos, a través de la organización de meriendas de cumpleaños, el acompañamiento de salidas, actividades. Algunos padres incluso se relacionan con las familias de los amigos de sus hijos. La mayoría de las veces, durante este período, están bastante orgullosos de que sus hijos estén haciendo amigos y tratan de mantener cierto control sobre su red de amigos.

La situación cambia desde la universidad. Los amigos ocupan un nuevo lugar en el corazón y la vida de los adolescentes. Entonces los padres pierden terreno. Para mantenerse en contacto, y es importante que lo mantengan, deben mostrar tacto y delicadeza.

Dirigir las amistades de los niños: ¿sí o no?

Tan pronto como ingresan a la escuela, los niños pequeños se apegan a los niños de su edad, de acuerdo con un proceso de "separación" del universo familiar. Estas dolencias son uno de los elementos de su socialización.

En la edad de la razón, el niño puede notar la diferencia entre los amigos con los que juega y los verdaderos amigos con los que puede confiar secretos.

El psiquiatra infantil Stéphane Clerget es un ardiente defensor de las amistades de la primera infancia, que merecen, según él, ser rehabilitadas: "Es la edad del mejor amigo, de la fidelidad, de la vida a la muerte. Esta relación, única en su carácter extracontractual, adquiere aquí su forma más pura. Para este especialista, estas amistades están sufriendo actualmente un nuevo aspecto. Ya no los apoyamos, incluso estamos alarmados y empujamos a los niños a tener muchas relaciones, a construir una red, ¡casi una libreta de direcciones! En algunos padres existe un sentimiento de rivalidad asociado con la preocupación por la rentabilidad de las amistades. Sospechan de la única amiga y no dudan en acudir a la directora de la escuela para pedirle que separe a su hijo de una amiga demasiado cercana. La idea es obtener un beneficio educativo de estas relaciones que le puedan servir más adelante, para tener más control sobre sus asociados y hacer que sus amistades sean menos poderosas", advierte.

Sin embargo, según Stéphane Clerget, es fundamental dejar florecer las amistades, que aportan más al niño a nivel emocional que las relaciones. Sus elecciones le permiten construirse a sí mismo por imitación en la mirada del otro, lo que a través de un efecto espejo le ayudará a conocerse mejor a sí mismo.

También se basa en la comparación de sus habilidades. De hecho, el amigo sirve para poner límites a su omnipotencia. Así, el amigo tranquiliza al niño. Sin un amigo, le resultaría difícil hacer frente a sus propias frustraciones. Juntos combinamos nuestras habilidades, somos más fuertes.

"También debemos tener cuidado de no trivializar las amistades infantiles", insiste Stéphane Clerget. El autor del libro Cómo tener amigos de verdad  recuerda que podemos enseñar una determinada cantidad de reglas de la amistad, muchas veces poco valoradas en nuestra sociedad, como, por ejemplo, pasar tiempo juntos, ser fieles, aceptar prestar tus cosas, da prioridad a tus amigos pero no exclusividad, no los invada, no traicione secretos ... Pero la mejor lección que puedes dar es la que tú mismo pongas en práctica, incluso con sus propios amigos. Demostrar a diario que la amistad es fundamental para nosotros, que los amigos nos son queridos, que son un apoyo importante en determinadas circunstancias de la vida, es un modelo que transmitimos en la familia.

No se debe interferir en las amistades de los hijos si no hay riesgo

En general, los padres no deben interferir en las decisiones amistosas de sus hijos. A menos que exista una señal de malestar o abuso. En este caso, es bueno hablar de ello con el profesor y observar a los "amigos" en casa cuando son invitados. Algunos niños están felices de hablar de sus amistades, otros prefieren que se las guarden para sí mismos. Es mejor estar satisfechos con lo que quieren compartir, sin dejar de estar atentos.

"Los padres están ahí para consolar los primeros dolores de la amistad, para ayudar a los niños a distinguir entre verdaderos y falsos amigos, para atravesar momentos difíciles, incluso con quienes realmente los aman", subraya Catherine Jousselme, profesora de psiquiatría infantil.

Hay que tener cuidado con los juicios demasiado apresurados: un niño puede necesitar un amigo que sea menos competente que él... ¡mientras que a sus padres les gustaría lo contrario! En algún momento de tu vida, la sensación de ser útil para otro puede ayudarte a crecer. El otro, encantado de ser ayudado, le da la oportunidad de ser un ayudante. Se requiere reciprocidad.

Si algunas amistades no son del agrado de los padres, deben respetarlas y fomentar los intercambios, por ejemplo, permitiendo que su hijo se vaya a casa de sus amigos. Finalmente, tendrán cuidado de no criticar nunca a los propios amigos, sino solo, si es necesario, su comportamiento o actitud. Una regla que se volverá absoluta en la adolescencia.

El vínculo amistoso, que por definición no es ni familia ni amor, se basa en el intercambio de alegrías y dolores, complicidad y connivencia.

"La amistad es una relación preciosa en la que los niños pueden confiar para construir su identidad, acercarse a los demás y sentirse más sólidos cuando tienen que enfrentar dificultades", concluye Catherine Jousselme. "En nuestra sociedad, donde los niños a veces se enfrentan a eventos familiares dolorosos, como separaciones y divorcios, la amistad es de gran ayuda para ellos. Pueden compartir su experiencia de un mismo evento y comprender en profundidad por lo que está pasando cada persona", especifica el especialista. En este sentido, la amistad es un factor de estabilidad. Y el amigo tranquiliza y hace bien.

Francia Lebreton, La Croix © Bayard Presse, 19 septiembre 2012


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