Niños altamente sensibles (NAS): ¿cómo son?

Cómo saber si tu hijo es un niño altamente sensible

Algunas personas creen que los niños altamente sensibles son débiles y vulnerables. Otros dicen: cuando crezca va a mejorar su carácter y será fuerte. Y la verdad es que no se trata de eso.

Estos niños son personas extraordinarias cuya mente y corazón están en armonía con la intensidad y riqueza del mundo que les rodea. Aunque muchas veces se confunde con un trastorno, en realidad la sensibilidad es un rasgo de la personalidad y no hay que tenerle miedo.

Aquí descubrirás cuáles son esas conductas que los diferencian de los demás y cómo podemos apoyarlos en su camino hacia una vida significativa.

Cómo son los niños altamente sensibles

Niños altamente sensibles

Cuando hablamos sobre niños altamente sensibles no solo nos referimos a aquellos que se asustan o lloran con facilidad. Se trata también de niños reflexivos, capaces de plantear preguntas profundas y que tienen una creatividad ilimitada.

Viven sus emociones y pensamientos con intensidad, por lo que lo más importante es que sean entendidos y acompañados desde pequeñitos para que aprendan a integrar esas emociones.

Los psicólogos afirman que, si desde pequeños se gestiona de manera adecuada esta sensibilidad, tendremos adultos empáticos, resilientes, creativos, reflexivos y con inteligencia emocional.

5 características de los niños altamente sensibles

Los niños que son altamente sensibles tienen un don maravilloso de empatía y percepción que los distingue del resto. Una de sus principales características es su sensibilidad para los detalles.

Es increíble cómo a través de los sentidos pueden llegar a captar la verdadera esencia de las cosas. Su sistema sensorial está muy despierto y no hay nada que se les escape. Son capaces de percibir tanto lo externo como lo interno: la textura o el sabor de una comida, el vuelo de un pájaro, el color de una flor, los sonidos que le rodean, los sentimientos y el estado de ánimo de una persona.

Ahora bien, hay otras características que distinguen a estos niños tan especiales. ¡Conócelas!

  • Necesidad de tiempo a solas

Como los niños altamente sensibles captan un montón de estímulos, suelen ser personas que les gusta la tranquilidad y estar solos por momentos. Necesitan este tiempo a solas para procesar sus emociones y recargar la energía. Gracias a estos espacios de soledad, pueden recuperarse de la sobreestimulación y equilibrarse.

Si un niño altamente sensible se encuentra sobreestimulado y no consigue un espacio para recuperarse, puede empezar a sentir estrés y mostrarse saturado o bloqueado.

  • Empatía y compasión

Como hemos señalado al inicio, los niños con este rasgo de personalidad viven las emociones con intensidad. Ante cualquier sensación o situación pueden experimentar enojo, tristeza o alegría, pero de una manera muy intensa.

Asimismo, tienen una profunda empatía por los demás. Se preocupan genuinamente por ellos y gracias a esta habilidad son excelentes amigos y compañeros de clases o juegos.

Sin embargo, hay momentos en los que pueden llegar a sentirse abrumados, pues muchas veces experimentan las emociones de los demás como si fuesen propias. Por ello, es esencial guiarlos y brindarles las herramientas necesarias para que no se sobresaturen y alcancen libertad emocional.

  • Imaginación, creatividad e inteligencia

¡Cuánta riqueza interna e imaginación tienen los niños altamente sensibles! Son capaces de sumergirse en una burbuja de fantasía con mucha facilidad, lo que les permite explorar su creatividad y expresar sus habilidades artísticas de manera extraordinaria.

De igual forma, destacan por su inteligencia. Una inteligencia que va más allá del razonamiento. Son intuitivos y capaces de desarrollar el pensamiento crítico. Incluso, hay estudios que están evaluando la posible relación entre este rasgo y un coeficiente intelectual alto.

  • Perfeccionismo

Otra de las características que destaca en estos niños es que se esfuerzan por hacer las cosas de la mejor manera posible. Son autoexigentes y pueden llegar a frustrarse si no logran sus objetivos. Sin embargo, esta cualidad también les permite enfocarse en los pequeños detalles que para otras personas pasan desapercibidos.

  • Pensamientos profundos, reflexivos y sensibilidad hacia las injusticias

Además de experimentar sentimientos con intensidad, los niños altamente sensibles tienen una capacidad mental bastante fuerte. Pasan mucho tiempo pensando y reflexionando acerca de las situaciones que viven o que vive alguien más.

Es por ello que son reflexivos y por lo general no son nada impulsivos. Al contrario, de tanto analizar y pensar pueden tener dificultades al momento de tomar alguna decisión.

Por último, pero no menos importante, un niño altamente sensible tiene una sensibilidad excepcional hacia la injusticia. Les cuesta aceptar los comportamientos incorrectos o las situaciones injustas, y pueden llegar a indignarse ante cualquier maltrato. Además, sienten un fuerte deseo de defender a las víctimas y alcanzar la equidad. 

Acompañar a los niños altamente sensibles es la clave

Cada niño es único y especial, y estas características que hemos señalado pueden variar de un niño a otro. Sin embargo, saber reconocer y valorar cada una de estas cualidades, puede contribuir al bienestar emocional y a potenciar los dones de los niños altamente sensibles.

En este sentido, la mejor forma de ayudar a un niño altamente sensible es acompañándolo y enseñándole a ordenar todas esas emociones y vivencias que ocurren en su interior.

Las herramientas que podemos brindarles como padres o las que adquirimos gracias al acompañamiento con profesionales, permitirá que crezcan y sean adultos emocionalmente sanos, empáticos y con una gran confianza en sí mismos.

Mibelis Ramos
Redacción de Conmishijos.com


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