¿Por qué mi bebé es tan delgado?

Nuestra pediatra te explica lo que debes saber sobre la corpulencia del bebé.

Tu pequeñín está muy lejos de ser uno de esos bebés rollizos, sonrosados y mofletudos y eso te preocupa un poco.

Ves en tu bebé una cosita pequeña y frágil. Sabes que las lorzas no son siempre señal de buena salud, pero estás preocupada. ¿Y si se pone enfermo y no tiene reservas suficientes? Eso sin contar con lo agotador que resulta pelearse en cada comida para que trague una cucharada más.

Nuestra especialista te explica por qué razones un bebé puede ser pequeño y delgado y lo que debes hacer.

Es menudo porque come, pero no engorda mucho

No es preocupante que tu hijo sea menudo si su curva de peso es armónica y su índice de masa corporal (la altura dividida por el peso al cuadrado) está dentro de lo que se considera normal (mira su cartilla sanitaria). La herencia también puede explicar esas diferencias, así como el hecho de haber nacido prematuramente. En ese caso, y sobre todo si el peso al nacer era inferior a la media para ese plazo, tu hijo tardará dos años en alcanzar un peso adecuado para su edad.

Qué debes hacer. Tu hijo come bien y no puede ingerir mayores cantidades de alimento. Pero tú sí puedes enriquecer su alimentación añadiendo queso rallado o un poco de nata líquida al puré a partir de los 8 meses. Inclínate más por lo graso que por lo dulce, para que no se acostumbre a tomar un exceso de azúcar.

Es menudo porque come como un pajarito

Escupe el puré al cabo de dos cucharadas y casi no prueba la compota. Pero, mientras no adelgace, es que ingiere lo suficiente. Su organismo es capaz de almacenar el máximo de aportes nutritivos de su alimentación. ¿Seguro que come tan poco?

Qué debes hacer. Para saber si realmente come demasiado poco, haz balance de todo lo que ha comido durante tres días. Seguramente descubrirás que ha ingerido más alimento de lo que creías. Si comisca contigo, pero devora con los demás, no lo fuerces, podría ponerse a la defensiva. Tómatelo como una muestra de cariño: solo provocamos a los que queremos... ¡sobre todo si funciona!

Es menudo porque siempre regurgita

Nada más acabar de comer, tu bebé regurgita una cantidad equivalente a medio biberón. Es normal que esté tan delgadito. Intentas que suelte el eructo después de cada comida, pero al más mínimo sobresalto, el contenido del estómago sale en la dirección contraria.

Qué debes hacer. Si las regurgitaciones son ocasionales, no te preocupes. Pero si se producen casi todos los días, es mejor acudir al médico por si se tratara de un problema gástrico (reflujo gastroesofágico provocado por inmadurez de la unión del esófago con el estómago) o de una anomalía de la salida del estómago (estenosis del píloro), algo menos frecuente, pero más grave.

Las otitis y otras enfermedades crónicas también pueden provocar estas manifestaciones.

Sophie Viguier-Vinson con la colaboración de Marie-Annick Maspoli, pediatra
© Enfant Magazine


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Comentarios (1)

30 dic 2020 12:10 Raquel

Me encanta esta revista