Por qué las moscas molestan a las vacas. Fábulas africanas para niños

Cuentos populares africanos para leer con tus hijos

Los cuentos africanos tratan de dar respuesta a sucesos cotidianos como, por qué el sol y la luna viven en el cielo o por qué el murciélago vuela de noche. Para ello inventan fábulas e historias en las que no son las leyes de la naturaleza o la física las que explican hechos así, sino la magia y la fantasía.

Una de estas fábulas africanas responde a por qué las moscas molestan a las vacas. ¿Qué le habrán hecho las vacas a las moscas para que estas pasen la eternidad posadas sobre sus grandes cuerpos?

Fábula de África para niños: Por qué las moscas molestan a las vacas

fábulas africanas para niños

Adiaha Umo era la Reina de Calabar, una región al este de Nigeria. Era una mujer muy rica y poseía muchos bienes, pero también era hospitalaria y solía dar grandes fiestas a las que invitaba a todos los animales domésticos, aunque nunca invitaba a las bestias salvajes, ya que les tenía miedo.

En una fiesta que ofreció había tres mesas grandes, y le dijo a la vaca que se sentara a la cabecera de la mesa, ya que era el animal más grande presente y además era tan generosa que podía repartir la comida entre los demás animales.

Ver también: dibujo de una vaca para colorear

La vaca estaba orgullosa, por supuesto que podía repartirla entre los demás animales y así hizo. Mientras salían los platos, la vaca iba sirviendo a cada uno su parte pero, olvidó a la mosca, un animal tan pequeño que no lo consideró a la hora del reparto. 

Cuando la mosca vio esto, llamó a la vaca para pedirle su parte de comida, pero la vaca dijo:

- Cállate, mi amigo, debes tener paciencia.

Cuando llegó el segundo plato, la vaca volvió a repartir la comida entre todos los animales y volvió a olvidar servir a la mosca.

- Señora vaca, falta mi parte de comida, protestó la mosca.

Pero la vaca, molesta por la insistencia de tan insignificante animal, simplemente señaló su ojo y dijo:

- Mírame a los ojos, espera y luego obtendrás tu comida. 

Por fin todos los platos estaban terminados, todos los animales se habían dado un festín. Bueno, todos menos la mosca, porque la vaca finalmente no le dio ni una migaja para comer. La mosca se marchó sin cenar y muy enfadada. 

Al día siguiente, la mosca se quejó de la conducta de la vaca ante la reina, quien decidió que, ya que la vaca había presidido la fiesta y no le había dado su parte a la mosca, sino que le había señalado a su ojo, para el futuro la mosca siempre podría obtener su comida de los ojos de la vaca donde quiera que fuera.

Y así hacen las moscas desde entonces, incluso en la actualidad. Donde quiera que estén las vacas, las moscas siempre se pueden ver alimentándose de sus ojos de acuerdo con las órdenes de la reina.

Fin


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