El más enriquecedor discurso del profesor a sus alumnos en fin de curso

Un refuerzo positivo para los alumnos que les ayuda a valorarse más

Tras un largo e intenso año de estudio, exámenes, deberes, madrugones y agobios, pero también de risas con los compañeros, juegos y  aprendizaje... ¡llega el fin de curso! Los últimos días incluso parece que cuesta todavía más, el cansancio, el calor y las ganas de vacaciones hacen que los niños se resientan les cueste todo mucho más.

Sin embargo, como todo llega, el final del curso también. Para muchos niños además este final de curso supone el fin de una etapa escolar, se graduan para pasar bien a Primaria, bien a Secundaria o bien a Bachillerato. Es en estos últimos momentos en el aula o durante la graduación, cuando los profesores se dirigen a sus alumnos. Es tiempo para repasar el curso y hacer recomendaciones para el verano pero, también es el momento para dar el más enriquecedor discurso del profesor a sus alumnos. Muchos profesores ya realizan esta práctica, ¿imaginas cuál es?

Lo mejor que pueden decir los profesores a sus alumnos en el discurso de fin de curso

El mejor discurso del profesor a sus alumnos

Sin duda alguna, un discurso elaborado con cariño y aportando algunas notas de humor, calará hondo en los alumnos. Recordar durante esta charla algunos momentos divertidos en el aula, e incluso aquellos de angustia y cómo se logró superar, será bien recibido por los niños y niñas. 

Sin embargo, en Conmishijos.com hemos asistido a varias graduaciones de niños y niñas de distintas edades y hemos presenciado una práctica que han llevado a cabo algunos profesores y que nos ha parecido mágica, enriquecedora, ilusionante... en definitiva... ¡preciosa!

¿Quieres saber cuál es el mejor discurso del profesor para los alumnos según nuestra experiencia? Requiere de un esfuerzo extra por parte del profesor, pero es tan bonito, los niños lo reciben tan bien y se van de vacaciones tan emocionados, que realmente merece la pena.

Se trata de algo tan sencillo como volver a pasar lista, sin embargo, esta lista no tendrá un fin organizativo o disciplinario, tendrá un fin de refuerzo positivo. Y es que, con cada nombre de la lista que se mencione, a continuación, el maestro dirá unas palabras sobre lo positivo y lo bueno de ese niño, y no a nivel académico, eso ya viene en el boletín de las notas, sino a nivel socioemocional, como persona.

Es algo tan sencillo como hacer lo siguiente: 

  • Pablo Gómez: eres creativo, solidario y generoso, fue un placer ser tu profesora.
  • Daniel Pérez: simpático, amable siempre con sus compañeros, un niño que da gusto tener cerca.
  • Elena Arnaz: chispeante, alegre, vitalista y muy interesante de conocer. Una persona que aporta.
  • Bárbara García: justa, tolerante, buena persona. Tus amigos tienen mucha suerte de tenerte.

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Se trata de resumir en unas pocas palabras las bondades y virtudes de cada niño, terminando con una frase bonita que les aporta, les llena, les ayuda a crecer y, sobre todo, a valorarse a sí mismos.

Ideas para el discurso del profesor a los alumnos

Son muchas y muy diferentes las personalidades que un maestro puede tener en el aula. Pero en este caso, se trata de resaltar lo positivo, lo mejor de cada uno. Incluso en el niño más revoltoso, charlatán y más estudiante, hay grandes virtudes que un profesor ha de poner en valor. 

¿Qué tipo de palabras pueden decir los profesores a sus alumnos? Adjetivos como: tolerante, buena, amable, atento, detallista, templanza, discreción, motivación, energía, razonable, justa, espontáneo, sensible, cauto, generosa, curioso, inquieto, cercana, simpático, alegre, prudencia, disciplinado, sincera... Y frases como transmites paz, derrochas ilusión, eres un ejemplo de superación, me admira tu resiliencia, eres muy buen niño, eres adorable, da gusto estar a tu lado, eres una persona muy interesante, no cambies nunca, sigue creciendo... 

¿A quién no le gustaría escuchar algo así de bonito? Máxime cuando la persona que nos lo está diciendo no es nuestro padre o madre, o incluso la abuela. Es un maestro o maestra que reconoce lo bueno que existe en el interior de cada niño y cada niña, y no está juzgándoles por un resultado académico, sino como persona. 

Un gran aplauso a esos profesores que dejan huella y saben sacar lo mejor de sus alumnos.


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