El alimento que damos a los niños pensando que es sano… y que los pediatras desaconsejan

"Se lo doy porque es rápido, le gusta y pone que es para niños", nos cuenta Noe, madre de dos pequeños. Como ella, muchas familias incluyen este producto en los desayunos o meriendas sin imaginar que puede estar afectando a la salud de sus hijos. Hoy te hablamos del alimento que parece saludable, pero que los pediatras están empezando a desaconsejar.

El gran error: pensar que el zumo es igual a fruta

Durante años, los zumos envasados se han asociado a una opción nutritiva y práctica. Especialmente aquellos que indican "100% fruta", "sin azúcares añadidos" o que llevan dibujos y personajes infantiles en el envase. Pero la realidad es que un zumo, aunque provenga de fruta, no es equivalente a una pieza de fruta entera.

Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), los zumos:

• Contienen azúcares libres, que se absorben rápidamente.
• No aportan fibra, a diferencia de la fruta entera.
• Pueden contribuir al sobrepeso infantil, al exceso de energía líquida que se consume sin saciedad.
• Aumentan el riesgo de caries dental.

"Un niño que toma zumo cada día está consumiendo azúcar sin apenas nutrientes protectores. Mejor ofrecerle la fruta tal cual", indica el doctor Javier González, pediatra especializado en nutrición infantil. 

"Pero es natural"... ¿Y qué pasa con los exprimidos caseros?

Aunque los zumos caseros son mejores que los industriales, los expertos también recomiendan moderarlos. Un vaso de zumo exprimido puede llevar el azúcar de tres naranjas, pero sin su fibra. Además, al presentarse en forma líquida, el niño lo bebe rápido y sin masticar, lo que afecta a la percepción de saciedad.

En resumen: aunque sea casero, mejor una naranja entera. 

¿Qué alternativas tenemos?

No se trata de demonizar alimentos, sino de buscar mejores opciones para el día a día. Aquí tienes alternativas saludables y sencillas:

• Fruta entera troceada (si es para merienda o desayuno, mejor aún si va con yogur natural o frutos secos).
• Batidos caseros con fruta entera (sin colar ni endulzar, para conservar la fibra).
• Agua con rodajas de fruta (limón, fresa o pepino para dar sabor sin azúcar).
• Smoothies verdes con espinaca, plátano y manzana, por ejemplo, si quieres innovar.

¿Y si ya se lo he dado durante años?

No pasa nada. Se trata de cambiar poco a poco. Puedes reducir la frecuencia, explicar al niño que hay opciones más nutritivas y ofrecer alternativas atractivas. A veces, la forma de presentación (pinchos de fruta, batidos de colores, nombres divertidos) marca la diferencia.

La clave está en informarse sin culpa y educar sin presión. Cada pequeño cambio suma en la salud de tu hijo.

Conclusión

A veces, las decisiones que tomamos por comodidad o costumbre pueden cambiar cuando tenemos mejor información. El zumo puede parecer saludable, pero no lo es tanto como pensamos. Sustituirlo por fruta entera no solo es mejor para la salud de tu hijo, sino también una forma de educar en buenos hábitos desde pequeños.

Bibliografía

1. Asociación Española de Pediatría (AEP)

• "Recomendaciones sobre bebidas azucaradas en la infancia"
• https://www.aeped.es

• "Ingesta de azúcares en niños y adultos"
• https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet

• "Recomendaciones para una alimentación saludable en la infancia"
• https://www.sanidad.gob.es

• "Fruit Juice in Infants, Children, and Adolescents: Current Recommendations"
• https://pediatrics.aappublications.org/content/139/6/e20170967