Consejos para padres primerizos

Trucos para llevar bien el cuidado del bebé

Saber qué problemas pueden presentarse con la llegada de un bebé ayuda a vivir esta etapa con menos estrés. Tener un hijo es uno de los acontecimientos más importantes y apasionantes de la vida y también uno de los más estresantes y desconcertantes.

Para evitar situaciones límite, te conviene conocer con antelación los posibles problemas y sus soluciones a través de estos consejos para padres primerizos.

Un hijo cambia la vida

Madre primeriza

“No es el matrimonio o la vida en pareja lo que te cambia la vida: lo que realmente la pone patas arriba es la llegada de un hijo”. Clara dio a luz hace pocas semanas y explica que “nunca había imaginado el efecto conjunto de las noches sin dormir, el pecho cada dos horas, los sentimientos de inseguridad e incompetencia y la actitud pasiva de mi marido, que miraba al bebé como a un extraterrestre...” Clara confiesa sin rubor que “hubo momentos en que me entraban ganas de salir corriendo... y eso que no he pasado por eso que llaman “depresión postparto”.

Como saben los psicólogos que han estudiado los efectos de la paternidad/maternidad en el comportamiento, tener un hijo es de los acontecimientos que más cambian la vida de una persona. Por eso es importante, en especial para los padres y madres primerizos, saber con antelación lo que les aguarda. “La falta de información previa se traduce a menudo en sentimientos de abandono, inseguridad, aislamiento, incomprensión... en uno o ambos miembros de la pareja”, explican los expertos.

Para evitar malentendidos y situaciones límite, los psiquiatras y psicólogos especializados en temas de embarazo y maternidad sugieren estudiar en pareja las posibles situaciones y soluciones antes de que nazca el bebé y enfocar su llegada como una oportunidad para el acercamiento, en lugar de como una complicación. “Si los padres ven la llegada del bebé como algo positivo para la relación y no como un obstáculo que puede separarles, se minimizará la sensación de soledad y abandono que suele darse a menudo”, señalan.

Las madres primerizas

Muchas madres se sienten a menudo exhaustas, pero como están profundamente convencidas de que nadie lo hace mejor que ellas, siguen depositando toda la carga del cuidado del hijo a sus espaldas y no aceptan ayudas (de la pareja, la madre, la suegra, la amiga...) que podrían ser valiosísimas y desestresantes.

Los padres primerizos

Por su parte, algunos padres pueden sentir que no hacen nada a derechas, que su aportación es ridícula y que realmente no tienen apenas espacio en la vida del recién nacido.

Consejos para los padres primerizos

1. Durante el embarazo, lee (en pareja) libros y revistas acerca de los problemas de la crianza, intercambia información y consejos con otros padres, ríete en grupo de las frustraciones y inseguridades de la maternidad, acude a lugares y centros donde se reúnen padres con hijos pequeños...
2. Piensa en las tareas cotidianas que te será imposible eliminar y en cómo llevarlas a cabo con el mínimo esfuerzo y estrés. Si se trata de la plancha, piensa en mandar la ropa a una lavandería o en comprar prendas que apenas requieran planchado. Si se trata de la limpieza de la casa, establece una lista de prioridades y separa las tareas por días o bien acepta la ayuda de familiares (si puedes permitírtelo, una asistenta de vez en cuando puede suponer la diferencia entre el estrés y la tranquilidad y es el dinero mejor invertido). Si el problema es cocinar, hazte con una lista de recetas rápidas y experimenta con productos fáciles de preparar antes de llegada del niño.
3. Asiste con tu pareja a clases de educación prenatal, no sólo las de preparación al parto, sino también las que se centran en el cuidado del bebé, la lactancia o cualquier otra materia que tenga que ver con el primer año de vida del hijo.
4. Reserva tiempo y espacio para tu pareja. Deja de vez en cuando al bebé con una persona de confianza y haz un hueco en tu esquema para demostrar a tu pareja que sigue siendo la persona de tu vida. Habla de lo que os resulta duro, agradable, sorprendente... en la nueva situación. No podrás dar mucho a tu bebé si tú te quedas vacía/o por dentro.
5. Recuerda que los límites te los pones tú y los antiguos estereotipos acerca de la maternidad. Según recientes investigaciones, tener un hijo no sólo no reduce, sino que potencia la inteligencia, sobre todo aumentando la capacidad para atender varias tareas a un tiempo y para y simultanear ideas.

J.K. Rowling, autora de Harry Potter, cuenta así como compaginó la redacción de su primera novela con el cuidado de su hija, y ello teniendo pocos recursos económicos y siendo madre soltera: “Ponía a mi hija en su cochecito y me iba a dar un paseo por Edimburgo. Cuando la niña se dormía, iba corriendo a un café y escribía lo más rápido que podía. Era impresionante lo que podía llegar a hacer con el poco tiempo de que disponía. Podría decir que aquella fue la época más productiva de mi vida”.

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