Entrevista Carmen Romero

Psicóloga, educadora social y especialista en estimulación temprana.

"La lectura refuerza el vínculo afectivo, nutre de conocimiento y potencia el lenguaje"

Carmen Romero es psicóloga infantil, experta en estimulación temprana y madre de 4 hijos. Basa su trabajo en un método que refuerza la idea de dar protagonismo a los padres en el desarrollo físico e intelectual de sus hijos. Su campo de actuación se centra en lo que ella denomina "la edad de oro" de 0 a 3 años, la etapa que más marca el desarrollo del niño. Su carácter extrovertido, su pasión por la divulgación y sus ganas de ayudar a los padres han llevado a Carmen a crear una actividad en redes con su canal de Youtube, su Instagram y realizando conferencias por toda España (www.estimulacionparabebes.com). Entrevistamos a la profesional para conocer más sobre su experiencia y recomendaciones para impulsar la lectura desde una etapa temprana.

¿Cuál consideras que ha sido tu misión dentro del ámbito de la estimulación temprana?

Mi misión principal es difundir la importancia del papel de los padres en el desarrollo físico e intelectual de sus hijos. Podemos prevenir, acompañar y potenciar el desarrollo del niño.

¿Qué papel cumplen los padres y las madres en el desarrollo emocional y académico de sus hijos?

Los padres somos los principales pilares en el desarrollo emocional de nuestros hijos. La estabilidad emocional del niño está estrechamente relacionada con su capacidad de atención, concentración y por tanto, con su capacidad de aprendizaje.  El cariño, la atención y respeto al niño son fundamentales para su desarrollo.

Los padres somos los principales pilares en el desarrollo emocional de nuestros hijos. 

¿En qué medida crees que afectan las nuevas tecnologías en el proceso de aprendizaje de los bebés y niños? ¿Qué consejos darías para promover su uso responsable?

Las nuevas tecnologías tienen grandes beneficios en nuestra sociedad, incluso a la hora de enseñar a nuestros hijos. Pero desgraciadamente se suele hacer uso precoz y excesivo. Las pantallas son estímulos extremadamente atractivos en colores, formas, sonido... Además se puede saltar de una actividad a otra de forma fácil y muy variada.

Los niños que están acostumbrados a ese tipo de estímulos se sienten poco atraídos por lo cotidiano y académico. Incluso los libros son poco atractivos para ellos pero sin embargo en su educación  académica el libro es una herramienta indispensable. Esta es una de las causas por las que debemos potenciar la atracción por los libros.

Aconsejo retrasar la exposición a pantallas hasta por lo menos los 2 años. Y a partir de esa edad es muy importante tener horarios muy limitados y respetados.

¿Consideras que la lectura se puede introducir a los niños desde una etapa muy temprana? ¿De qué forma se puede lograr?

Podemos introducir la lectura desde edades muy tempranas. La lectura refuerza el vínculo afectivo, nutre de conocimiento y vocabulario al pequeño, potencia el lenguaje, la expresión oral y escrita. Cuanto más hablamos y leemos al bebé, antes comprenderá y conocerá su entorno. Es muy recomendable que el adulto lea a su hijo cada día entre 10 y 15 minutos. Desde los primeros meses y hasta edades en las que el niño ya sabe leer. Si lee el adulto, el niño puede acceder a conocimientos y textos más avanzados.

¿Qué recomendaciones ofrecerías para impulsar la afición por la lectura en los niños?

Hay varias recomendaciones que suelo hacer a las familias y maestras:

  1. Tener una buena biblioteca infantil, atractiva y manipulable por el bebé o  niño. Los libros deben ser atractivos para que el pequeño esté motivado.
  2. Los libros siempre al alcance del niño. Es importante no ponerlos en estanterías que imposibilitan su manipulación de forma autónoma. En una cesta en el suelo es una buenísima opción para que el niño pueda jugar y leer sin la necesidad de pedir ayuda al adulto.
  3. Leer al pequeño cada día entre 10 y 15 min según la edad. Es una manera efectiva de aumentar el interés por la lectura, aumentar el vocabulario y conocimiento, potenciar la creatividad.
  4. Hacer de la lectura un espacio atractivo y agradable. Buscar el mejor momento y un lugar cómodo, con  la luz adecuada que haga apetecible la sesión lectora.
  5. Confeccionar libros caseros con fotos del niño, su la familia y objetos preferidos.
  6. Premiar al niño con momentos de lectura.
  7. Los adultos debemos dar ejemplo y  mostrar nuestro interés y dedicación a nuestra lectura.

 


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