Entrevista a Begoña Ibarrola

Psicóloga, docente y escritora

"El papel fundamental de la familia en la creación del hábito lector está en los primeros años de vida, cuando los padres leen cuentos a sus hijos"

Psicóloga, docente y escritora, Begoña Ibarrola ha dedicado su vida a la educación y es autora de más de 200 cuentos infantiles. Debido a su labor como terapeuta de niños y adolescentes, ha orientado sus publicaciones a crear historias que le muestren a los niños el camino de las emociones como recurso para la vida. Además cuenta con una dilatada experiencia como ponente especialista en psicología, inteligencia emocional, musicoterapia y neuroeducación. Nos citamos con la profesional para conocer, según su experiencia, la importancia de la lectura en el desarrollo infantil.

Como psicóloga y escritora has dedicado tu vida a la educación infantil, ¿cuál ha sido y sigue siendo tu misión?

No siento que tenga una misión concreta, solo pretendo a través de mis cuentos divertir y a la vez enseñar a los niños a comprender su mundo emocional y aprender a ser más felices, y a través de la formación que vengo impartiendo estos últimos 22 años a familias y profesorado sobre este tema, ayudarles a educar mejor.

Mi vocación y profesión de psicóloga y de escritura, forman un binomio y se retroalimentan. Gracias a mis 20 años de trabajo como terapeuta de niños y adolescentes con problemas, conozco muy bien el alma infantil, sus miedos, inseguridades, ilusiones, conflictos, etc....y todo ello me ayuda a inventar historias que no solo sean entretenidas sino que les aporte a los lectores un mejor conocimiento de sí mismos y del mundo que les rodea. Además a medida que escribo y veo la reacción de los lectores, más me confirma la idea de que el cuento es una herramienta terapéutica, y no solo para niños. Recordemos que la milenaria medicina ayurvédica recetaba al paciente un cuento como parte de un compendio de remedios y en Oriente sigue existiendo una tradición de uso del cuento para el desarrollo personal.

Has escrito múltiples libros y cuentos, ¿qué papel consideras que tiene la lectura en el desarrollo educativo y emocional de los niños?

En este momento llevo ya más de 200 cuentos publicados, algunos traducidos a diez idiomas, entre ellos, el chino, coreano y tailandés, y me sorprende cada día que la lectura siga teniendo tanta aceptación entre los niños de todo el planeta. Será porque les aporta algo que otros elementos a su alrededor no les pueden ofrecer.

Son muchos los beneficios que aporta la lectura en los más pequeños, entre otros, mejora su vocabulario, les ayuda a desarrollar la imaginación, desarrolla la empatía, les ofrece la posibilidad de evadirse de sus mundo, de su realidad, ejercita el cerebro, aumenta la capacidad de concentración y es un medio fabuloso de desarrollo de la personalidad.  Nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a los demás, y-de este modo- favorecen la educación del carácter y de la efectividad, enriqueciendo y transformando al lector. También despierta aficiones e intereses y permite una mejor expresión de pensamientos e ideas.

Los cuentos también sirven como herramienta de educación emocional. La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo. Pero los sentimientos y las emociones son medios  con los que el ser humano se relaciona afectiva y emocionalmente con su entorno, por eso es necesario aprender a expresarlos adecuadamente. Los relatos nos permiten observar ese arco iris de relaciones, que es la vida con los otros, y nos enseñan también a convivir y a sentir la interdependencia.

La lectura, al potenciar la imaginación, nos permite ampliar las experiencias vitales, sumando a nuestro bagaje personal las experiencias de los protagonistas de los cuentos o novelas que leemos.

M. Petit, destacada investigadora de la lectura, defiende de manera comprensible y explícita el nexo entre la lectura y la inteligencia emocional. Ella afirma que si la lectura sigue teniendo sentido para numerosos niños, jóvenes y adolescentes es porque la consideran un medio privilegiado de elaborar su mundo interior y en consecuencia, establecer una mejor relación con el mundo exterior. Esta actitud es, ante todo, porque la lectura les permite descubrirse  o construirse, dar forma a sus experiencias, elaborar su sentido y conocer su mundo emocional.

Además los descubrimientos de la neurociencia sobre la lectura nos aportan datos sorprendentes pues demuestran que el cerebro no diferencia entre imaginado y vivido. Los estudios realizados mediante escaneos de la actividad cerebral explican que cuando leemos algo que nos interesa, creamos vívidas simulaciones mentales de los sonidos, imágenes, sabores y movimientos descritos en el texto narrativo, al activar las regiones del cerebro usadas para procesar experiencias similares en la vida real.

Por lo tanto la lectura, al potenciar la imaginación, nos permite ampliar las experiencias vitales, sumando a nuestro bagaje personal las experiencias de los protagonistas de los cuentos o novelas que leemos.  Y como dice Ignacio Morgado, director del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona, la lectura constituye una de las actividades más asequibles para mantener una buena salud cerebral porque en ese proceso intervienen muchas funciones cognitivas diferentes, como la percepción, la atención, la memoria o el razonamiento.

El cuento puede convertirse además en el más precioso instrumento de liberación de la mente humana, una inagotable fuente de estimulación creativa, un tesoro de experiencias que enriquecen nuestra vida, pero, sobre todo, un espejo: el espejo que nos dice cómo somos en realidad; porque al leer un cuento casi siempre nos encontramos.

Estoy totalmente de acuerdo con lo que decía Italo Calvino: "Pienso que la lectura no es comparable con ningún otro medio de aprendizaje y de comunicación, ya que la lectura tiene un ritmo propio, gobernado por la voluntad del lector; la lectura abre espacios de interrogación, de meditación y de examen crítico, en suma, de libertad: la lectura es una relación con nosotros mismos y no únicamente con el libro, con nuestro mundo interior a través del mundo que el libro nos abre.»

Uno de mis cuentos, El Club de los Valientes, está ayudando a muchos niños a ser conscientes de las consecuencias del acoso, el bullying, y de paso les ofrece estrategias para prevenirlo. 

En el mundo digitalizado en el que vivimos, ¿en qué medida crees que es importante inculcar la pasión lectora?

El reto está en crear lectores desde niños para que cuando lleguen a la adolescencia ya esté instaurado en ellos ese hábito y sepan sacar todo el jugo a sus experiencias lectoras. Solo hay que acercarle a nuevos temas que le enganchen y le entusiasmen, aunque es cierto que el uso de la tecnología puede hacer que abandone temporalmente la práctica diaria de la lectura. No creo que la solución esté en imponer unas lecturas sino en suscitar el interés por descubrir qué hay detrás de una novela o cómo pueden disfrutar leyendo, siempre es más eficaz sugerir que imponer. Los libros tienen que interesar a los adolescentes desde la portada. Deben sentirse atraídos por una historia que tenga algún punto de conexión con su vida o con sus intereses.

Dicen que se aprende a leer en el regazo de la madre, por eso la familia tiene una importancia enorme en el fomento de la lectura. Los adultos de la familia deben dar ejemplo. Si ellos no leen, es más probable que sus hijos no lean. Se deben buscar temas que interesen a los hijos, que van cambiando con la edad y acercar todos los estilos al lector, buscando momentos y espacios para poder leer con tranquilidad. Pero creo que el papel fundamental de la familia en la creación del hábito lector está en los primeros años de vida, cuando los padres leen cuentos a sus hijos. Esa escucha atenta y ese encuentro afectivo alrededor de un cuento, pone una buena base para el futuro lector.

Nos podrías contar alguna experiencia enriquecedora que hayas vivenciado relacionada con el ámbito educativo.

Uno de mis cuentos, El Club de los Valientes, está ayudando a muchos niños a ser conscientes de las consecuencias del acoso, el bullying, y de paso les ofrece estrategias para prevenirlo. En muchos colegios se forman Clubs de Valientes, que solucionan sus conflictos de una forma pacífica y defienden a los niños que pueden ser víctimas de acoso. Me emociona ver obras de teatro sobre el cuento, chapas con la insignia de la pertenencia al Club, comentarios de niños y adultos sobre lo que les ha aportado el cuento, etc....También me considero afortunada por la cantidad de comentarios positivos que me llegan de profesores que están trabajando con mis cuentos, desde infantil hasta secundaria. Muchos colegios abordan la educación emocional desde mi primer libro Cuentos para sentir, 46 relatos sobre diferentes emociones., Ya lleva 23 ediciones, 16 años a la venta y sigue haciendo magia pues después de los cuentos hay una serie de preguntas que ayudan a comprender el mundo emocional de cada alumno.

Uno de mis cuentos, Chusco, un perro callejero  recibió el primer premio de literatura infantil JUUL en el año 2013 y otro, El Oso gruñón, recibió el primer premio en el año 2016, elegidos mejores cuentos del año por 18.000 lectores de 6 a 8 años de las ikastolas del País Vasco y Navarra, un lujo tener el voto de los propios lectores

¿Qué consejos ofrecerías para impulsar la afición por lectura en lo niños y jóvenes?

Lo mejor es el ejemplo, ya lo he dicho, si ven leer a los padres todos los días un rato, ellos se pueden sumar con más facilidad a esta práctica que poco a poco se puede convertir en un hábito.

Leer en voz alta es una de las mejores maneras para ayudar al hijo a aprender a leer cuando es pequeño.  Cuando va siendo mayor, la clave para que un niño se enganche a la lectura es que la elección del libro sea la adecuada. Una lectura que fomente interés, ilusión y una buena historia, siempre cautivará a los niños más exigentes. Si la lectura equivale a disfrute, se mantendrá en el tiempo.

Forzar a leer nunca es bueno, la lectura nunca puede ser un castigo sino algo placentero, y los temas deben ser elegidos por los lectores, no impuestos.

También es importante establecer una rutina o costumbre diaria, reservando  todos los días un tiempo para leer, momentos relajados que permitan disfrutar de la lectura sin interrupciones y en un entorno de calma que permita la concentración.

Forzar a leer nunca es bueno, la lectura nunca puede ser un castigo sino algo placentero, y los temas deben ser elegidos por los lectores, no impuestos. Cuánto daño han hecho algunas prescripciones de lecturas en educación primaria, que no responden a los intereses de los niños. Por otra parte me parece importante recurrir a las librerías especializadas en literatura infantil para pedir consejo, los libreros casi siempre saben muy bien qué recomendar.

Por último me parece que cualquier lector puede convertirse en escritor después de leer un cuento, para eso debemos impulsar que escriban alguna historia sobre los personajes que han conocido, así, el acto creativo del escritor, se completa. 

Puedes seguir a Begoña por medio de su web: https://www.begoibarrola.com/ y revisar su catálago de cuentos AQUÍ.


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