Lo que debes y no debes hacer si tus hijos son demasiado exigentes

Exigir o pedir, enséñales a diferenciarlo

En ocasiones, cuando nuestros hijos se comportan de manera exigente, nos sentimos impotentes e incluso avergonzados, de hecho, si su forma de pedir las cosas es inadecuada y nos encontramos en un lugar público, empezamos a alterarnos. Sin embargo, es muy importante que no cedamos a sus condiciones siempre que lo solicite por temor a hacerlo enfadar, es necesario modificar su conducta y ayudarles a ser menos exigentes y a ser más amables con los demás pues, muchas veces serán ellos quienes deban acostumbrarse a realizar favores a los demás.

Una llamada al "esfuerzo"

Actualmente nos encontramos ante una sociedad diferente y "a golpe de click" que no facilita la?llamada "Cultura del Esfuerzo". No obstante, los primeros años son ideales para educar a nuestros hijos en el trabajo y en el esfuerzo. Para que nuestros pequeños entiendan el significado de estas palabras debemos dar importancia al proceso a la hora de conseguir un objetivo... los resultados vendrán después porque una cosa llevará a la otra. Las fortalezas que ellos poseen, la satisfacción de una tarea bien hecha y las razones para realizarla con calidad, serán determinantes a la hora de entender qué significa esforzarse y ser perseverantes. El esfuerzo posee muchas connotaciones y, si para algunas personas implica llegar a resultados satisfactorios, para otras es sinónimo de desgaste y cansancio. Estos matices influyen a la hora de educar teniendo en cuenta esta cultura.

Características de los niños demasiado exigentes

  • Se muestran habitualmente insatisfechos. Por ejemplo, en el caso de los videojuegos, solamente están pendientes de las últimas novedades... no se divierten con el juego que acaban de conseguir. Cuando reciben un regalo no disfrutar de él... están pensando en otro obsequio...
  • Focalizan en el lado negativo de las situaciones, encuentran defectos en casi todos los contextos.
  • Se cansan de cualquier actividad, se aburren enseguida.
  • Muestran baja tolerancia a la frustración, quieren todo de manera inmediata y, si no se produce, se irritan.
  • Se muestran muy poco empáticos, les cuesta mucho ponerse en el lugar del otro.

La?frustración?es un sentimiento indispensable en el desarrollo infantil: el niño necesita, desde que tiene más o menos un año,?rutinas, reglas y límites claros?sobre lo que puede y no puede hacer. De hecho, uno de sus?deportes?favoritos consiste en poner constantemente a prueba a sus padres para ver hasta dónde puede llegar...

Recomendaciones para padres con niños demasiado exigentes

  1. Debemos comenzar por enseñar a nuestro hijo a comprender la diferencia entre las peticiones exigentes y respetuosas. Le invitaremos a cambiar su tono de voz para reclamar algo siempre que sea necesario.
  2. Nuestro ejemplo es el modo más conveniente de enseñar a un hijo cualquier comportamiento. Somos sus principales maestros, así que no olvidemos cómo los interactuar con los demás
  3. Es necesario que conservemos la calma cuando nuestro hijo se muestre exigente, procederemos preguntándole con tranquilidad: "¿Existe alguna manera mejor de pedir lo que quieres?"
  4. No debemos ceder ante los reclamos de nuestro hijo siempre que lo haga de manera irrespetuosa, porque entonces estaremos contribuyendo a que su actitud sea más tirana.
  5. Si nuestro hijo demuestra comportamientos exigentes, no prestaremos atención a esa actitud y responderemos con amabilidad para afianzar la conducta esperada.

No debemos: 

  • Acceder a todos sus deseos.
  • Comprar los juguetes más novedosos hasta que no hayan disfrutado de los anteriores.
  • Permitir rabietas o enfados sin atenerse a consecuencias.
  • Dejar en sus manos cualquier decisión sin tener en cuenta las opiniones del resto de la familia.
  • Permitir continuamente la competitividad en todas sus actuaciones.

Sí debemos:

  • Permitir que se frustren si alguno de sus deseos no se cumple.
  • Dejar que se esfuercen por conseguir aquello que desean estableciendo metas.
  • Ayudarles a encontrar la satisfacción en las cosas más sencillas.
  • Animarles a que extraigan el máximo provecho de los juguetes o juegos antes de adquirir los siguientes.
  • Enseñarles a apreciar lo que son por sí mismos, lo que tienen y lo que les rodea.
  • Enseñarles a agradecer, la gratitud es un valor muy importante para estar en paz con nosotros mismos.

"El niño, en muchos hogares, se ha convertido en el dominador de la casa; se ve lo que él quiere en la televisión; se entra y se sale a la calle si así a él le interesa; se come a gusto de sus apetencias.

Cualquier cambio que implique su pérdida de poder, su dominio, conlleva tensiones en la vida familiar; el niño se vive como difícil, se deprime o se vuelve agresivo. Las pataletas, los llantos, sabe que le sirven para conseguir su objetivo. Son niños caprichosos, consentidos, sin normas, sin límites, que imponen sus deseos ante unos padres que no saben decir no"

Revista electrónica de información para padres?de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). JAVIER URRA

 

La importancia de las palabras mágicas

El uso de palabras mágicas en la convivencia diaria reduce las tensiones y ayuda a nuestros hijos a mostrarse serviciales, agradecidos y respetuosos. Si escucha "buenos días", "gracias", "perdón" y "por favor" desde nuestro ejemplo, cambiarán la percepción que tenemos sobre ellos, aumentará su nivel de socialización, se adaptarán de mejor forma al entorno que los rodea, interactuarán eficazmente con sus iguales y se incluirán de manera positiva.

Escuchar unos "buenos días", "gracias", "perdón" y "por favor" de un/a niño/a cambia la percepción que se tiene sobre él o ella y provoca un aumento de nivel socializador y una mejor adaptación al entorno que nos rodea. Además estos niños interactúan más eficazmente con sus iguales, llegando a una mejora de las relacionesy a una beneficiosa inclusión en el contexto social cotidiano.

Podemos explicarles el significado de cada palabra:

  • Gracias:?Sentirnos alegres por la generosidad expresada por cualquier persona. Poner en valor el esfuerzo de quienes nos rodean.
  • Por favor: Esta expresión enseña que las cosas no se obtienen pidiéndolas de forma irrespetuosa.
  • Perdón: Esta palabra enseña reconocer las equivocaciones.
  • Buenos días: Saludar a todas las personas en el día a día es indicativo de buen trato y correcta educación. 

Además, ten en cuenta:

  • La mejor forma de enseñar las palabras mágicas es?"predicando" con el ejemplo e incluirlas en tus conversaciones diarias con la familia, los vecinos, los amigos...
  • Incluir estas palabras mágicas de manera divertida en el vocabulario de los niños utilizando cuentos, canciones, juegos...
  • Tener paciencia y repetir las palabras en los momentos oportunos para que su uso se convierta en un hábito.
  • No forzar el aprendizaje o forzar a que el niño salude si siente vergüenza.
  • Explicar los efectos positivos de ser corteses (alegrar a otras personas...)

Ana Roa, pedagoga y  psicopedagoga


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