Truco infalible si tu ropa ha encogido
Mi ropa ha encogido... ¿qué hago?
Publicado por Patricia Lopez, redactora de Conmishijos.com
Creado: 18 de junio de 2018 13:04 | Modificado: 30 de abril de 2025 13:48
Cuando lavamos una prenda de ropa y encoge, solemos darla por perdida... ¡Pero no! Aunque te parezca mentira, tiene solución. ¡Prueba este truco!
Índice
1. Cómo recuperar una prenda que ha encogido2. ¿Por qué encoge la ropa en la lavadora?
3. El truco para recuperar una prenda encogida
4. Otros consejos útiles para que el truco funcione
5. Cómo evitar que tu ropa vuelva a encoger
6. ¿Y si el truco no funciona?
Cómo recuperar una prenda que ha encogido
¿Has lavado tu camiseta favorita y al sacarla de la lavadora descubres que ahora parece de niño? ¡Tranquilo! Aunque encoger la ropa es uno de los accidentes más comunes en el lavado doméstico, no todo está perdido. De hecho, existe un truco sencillo y casero de madre que puede ayudarte a recuperar el tamaño original de una prenda encogida.
Este truco funciona especialmente bien en prendas de algodón y lana, dos tejidos naturales que tienen cierta elasticidad y que, al encoger, no pierden completamente su capacidad de estiramiento. Te explicamos paso a paso cómo actuar si esto te ocurre y, además, te daremos otros consejos útiles para evitar que vuelva a pasar.
¿Por qué encoge la ropa en la lavadora?
Antes de entrar en materia, es útil saber por qué sucede este problema tan frecuente. La ropa encoge principalmente por dos factores: el calor y el movimiento. Cuando lavamos una prenda a una temperatura demasiado alta o la secamos con aire caliente (como en la secadora), las fibras naturales se contraen. Este encogimiento es especialmente común en tejidos como la lana, el algodón o el lino.
Además, las prendas también pueden encoger por una cuestión de fabricación. Algunas no están preencogidas al salir de fábrica, lo que significa que el primer lavado puede reducir su tamaño si no seguimos las instrucciones de la etiqueta.
El truco para recuperar una prenda encogida
Este método es fácil, económico y, sobre todo, eficaz si se aplica con mimo y cuidado.
Qué necesitas:
Agua templada (no caliente)
Champú para bebés o suavizante capilar
Dos toallas grandes
Una superficie plana para trabajar
Paso a paso:
Prepara la mezcla En un barreño grande o en el lavabo, mezcla agua templada con champú para bebés o suavizante del pelo. La proporción ideal es una cucharada por cada litro de agua. El producto capilar ayudará a relajar las fibras del tejido, facilitando su posterior estiramiento.
Sumerge la prenda Coloca la prenda encogida en la mezcla y déjala a remojo durante unos 30 minutos. Asegúrate de que toda la tela quede bien empapada. No es necesario moverla demasiado, lo importante es que las fibras se hidraten y se reblandezcan.
Primer estiramiento Pasado este tiempo, saca la prenda del agua sin enjuagarla. Aún húmeda, comienza a estirarla suavemente con las manos. Hazlo con calma, sin forzar, para evitar dañar el tejido. Puedes trabajar por zonas: primero las mangas, luego el cuerpo, luego el largo. Si notas que cede, vas por buen camino.
Vuelve a sumergir Una vez hecho el primer estiramiento, vuelve a meter la prenda en el agua otros 10-15 minutos para que conserve la elasticidad y puedas seguir trabajando con ella.
Escurre sin enjuagar Pasado el tiempo total (no más de una hora en total), retira la prenda del agua y escúrrela suavemente, sin retorcer. A continuación, colócala entre dos toallas y presiona para eliminar la humedad sobrante. Esto es importante para que la prenda no gotee pero siga estando húmeda al estirarla definitivamente.
Estira y fija la forma Extiende una de las toallas en una superficie plana y coloca la prenda encima. Ahora, estírala de nuevo con las manos hasta alcanzar su tamaño original, aproximadamente. Para mantener esa forma, puedes colocar objetos pesados (libros, cajas, botellas) en los extremos de la prenda, especialmente en las mangas y bajos. Déjala secar al aire, alejada de fuentes de calor directas como radiadores o luz solar intensa.
Otros consejos útiles para que el truco funcione
Ten expectativas realistas: este método funciona bien para recuperar uno o dos tallajes perdidos, pero si la prenda se ha reducido drásticamente, puede que no vuelva a su forma exacta. Aun así, notarás una mejora considerable.
No lo apliques en tejidos sintéticos: el truco está pensado para tejidos naturales como lana o algodón. Las fibras sintéticas como el poliéster, el nailon o la lycra no responden igual al estiramiento una vez encogidas.
Prueba primero en una parte pequeña: si no estás seguro de cómo reaccionará la prenda, puedes hacer una prueba en una manga o el bajo para comprobar cómo responde el tejido al champú y al estiramiento.
Cómo evitar que tu ropa vuelva a encoger
Prevenir siempre es mejor que curar, y con la ropa ocurre lo mismo. Si quieres evitar estos disgustos en el futuro, ten en cuenta los siguientes consejos:
Lee siempre la etiqueta: es la mejor forma de saber cómo lavar cada prenda. Si la etiqueta dice "lavar en frío" o "no usar secadora", es por algo.
Lava en agua fría siempre que puedas: especialmente con prendas de tejidos naturales. Los programas de lavado a 30?°C o menos son más seguros.
Evita la secadora: si bien es muy cómoda, es también una de las principales culpables del encogimiento de la ropa. Siempre que sea posible, seca tus prendas al aire.
Lava las prendas delicadas a mano: sobre todo si son de lana pura, lino o tejidos mixtos con fibras naturales. Aunque requiere más tiempo, cuidar estas prendas alarga mucho su vida útil.
Utiliza bolsas de lavado: para prendas delicadas, como camisetas finas, jerséis o ropa de bebé, las bolsas de rejilla ayudan a protegerlas del exceso de fricción dentro del tambor.
¿Y si el truco no funciona?
Si tras aplicar el truco la prenda no ha recuperado su forma original o aún no se ajusta como antes, no te desesperes. Puedes darle una nueva vida: transformarla en una camiseta de estar por casa, una bolsa, un cojín o incluso aprovechar la tela para una manualidad. A veces los errores también nos abren la puerta a la creatividad.
En resumen, encoger una prenda ya no tiene por qué significar despedirse de ella para siempre. Con este truco casero, unos cuantos ingredientes y algo de paciencia, podrás recuperar muchas prendas que creías perdidas. Así que la próxima vez que tu camiseta, jersey o vestido favorito salga más pequeño de la lavadora... ¡que no cunda el pánico!
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