El mejor Camino de Santiago para hacer con los niños

Consejos para hacer el Camino de Santiago con los niños

Hacer el Camino de Santiago con niños puede ser una experiencia muy recomendable si lo que quieres es vivir momentos especiales e inolvidables con ellos. El Camino de Santiago ofrece instantes y vivencias únicos que toda la familia recordarán para siempre.

Contar con momentos de intimidad donde se dispone de tiempo para poder hablar, conocer a gente nueva en el camino, o superar las distintas etapas, mientras disfrutamos de preciosos paisajes, es toda una aventura y un privilegio, tanto para niños como para mayores, que no debemos perdernos. Sin embargo, para los padres, hacer el Camino de Santiago con los niños puede suponer todo un reto. Por ello, conviene preparar el viaje con tiempo y dedicación, sin dejar nada al azar, y teniendo siempre en cuenta algunos factores muy importantes como ¿cuál es el mejor Camino de Santiago para hacer con los niños?, o ¿cómo puedo preparar mi viaje con los niños?

 

Camino de Santiago con los niños

Consejos para preparar el Camino de Santiago con los niños

Preparar el Camino de Santiago con los niños requiere de una planificación cuidadosa y una atención especial a las necesidades de los más pequeños. Aquí tienes unos consejos importantes a tener en cuenta antes de empezar la aventura.

1. Empezar poco a poco: No lleves a tus hijos sin antes haber hecho senderismo. Comienza con caminatas cortas y ve aumentando la distancia de forma progresiva para que los niños desarrollen resistencia física y no se desfonden en su primer día en el camino.

2. No uses zapatos nuevos: Las botas de senderismo son uno de los puntos más importantes a tener en cuenta en el Camino de Santiago. Es importante que el calzado sea el adecuado, resistente, y te asegures que les resulta cómodo. Nunca uses unas botas nuevas, es mucho mejor que sean botas que estén adaptadas a sus pies previamente para que no les hagan rozaduras.

3. No lleves mucho peso: Enseña a los niños a llevar su propia mochila con lo esencial para el camino. La mochila debe ser lo suficientemente ligera para no causar molestias ni exceso de peso. Enséñales a llevar solo lo necesario, como agua, snacks, protector solar y una chaqueta ligera. Esto no solo les ayudará a desarrollar autonomía, sino que también les hará sentirse parte de la aventura.

4. Planificación de etapas: Divide el camino en etapas diarias con distancias razonables para los niños. Es mejor hacer pocos kilómetros y asegúrate de incluir paradas estratégicas en el camino donde puedan reponer energías y descansar.

5. Actividades extra y mucha motivación: Si añades a la ruta visitas de interés o divertidas, tendrás un aliciente añadido para animar a los niños a caminar. Por supuesto, la comunicación con los niños durante el camino y el ánimo continuo es importantísimo para el éxito.

6. Lleva los alojamientos reservados: Planificar el Camino de Santiago con los niños no deja mucho margen a la improvisación. Es mucho mejor que asegures tus alojamientos antes para no llevarte una sorpresa en el último minuto, sobre todo en las épocas donde hay más peregrinos.

¿Cuál es el mejor Camino de Santiago para hacer con los niños?

No todos los caminos conducen a Santiago, pero sí existen una gran variedad de caminos para poder elegir. Así que, no importa si ya has hecho el Camino de Santiago alguna vez, porque siempre podrás elegir una ruta diferente.

Básicamente hay dos Caminos de Santiago principales: El francés y el portugués. Entonces, ¿Cuál es el camino más recomendable para ir con los niños?

Nosotros recomendamos el camino clásico: el Camino Francés, que comienza en Roncesvalles y cuenta con 799 km. Evidentemente, hacer todo ese camino con los niños puede resultar un poco complicado, pero sí podemos escoger las etapas que más nos gusten para hacerlo más corto.

Es muy habitual hacer con los niños el Camino de Santiago desde la localidad de Sarria, a 100 km de Santiago. Son pocos kilómetros, con poco desnivel, que está repleto de bonitos senderos y que nos permitirá llegar a Santiago de Compostela sin demasiado esfuerzo. En el camino podremos visitar el Miño en Portomarín, conocer el castro prerromano de Castromaior o ponernos hasta arriba de pulpo en Melide.

Este camino es el más concurrido, pero tiene el aliciente de contar con muchos servicios, como restaurantes, hoteles, tiendas y señalización, que resultan de mucha ayuda cuando se viaja con niños. Además, se puede realizar en casi todos los meses del año, aunque no se recomienda los tramos de montaña en el invierno.

Está claro que, si lo que buscas es vivir una bonita experiencia en familia, el Camino de Santiago es mucho más que un simple camino; es una vivencia que transforma vidas, deja imborrables recuerdos para siempre, y muchos descubrimientos sobre nosotros mismos.


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