Cómo se volvió hermosa la luna. Cuentos chinos para niños

Leyendas chinas para leer con tus hijos

Los cuentos y leyendas chinas son historias que tienen cientos de años de antigüedad y que tratan de dar explicación al origen del mundo y a las distintas emociones humanas. 

En los relatos chinos, los astros o los animales tienen cualidades humanas y los hombres y los dioses conviven en la misma realidad. Son relatos llenos de magia y encanto que hará volar la imaginación de tus hijos.

Te presentamos uno de estos cuentos chinos para niños: Cómo se volvió hermosa la luna. Una leyenda que trata de explicar por qué cada noche admiramos la belleza de la luna en el firmamento. 

Leyenda china para niños: Cómo se volvió hermosa la luna

Cómo se volvió la luna hermosa, cuento chino para niños 

La Luna es muy hermosa, con su rostro redondo y brillante, alumbra con una luz suave y gentil sobre la tierra de los hombres. Pero una vez hubo un tiempo en que no era tan hermosa como lo es ahora. Hace seis mil años, la cara de la Luna cambió en una sola noche. Antes su rostro era tan oscuro y lúgubre que a nadie le gustaba mirarlo, y por eso siempre estaba muy triste.

Un día se quejó a las flores y las estrellas, porque eran las únicas cosas que jamás le mirarían a la cara.

- No me gusta ser la Luna. Ojalá fuera una estrella o una flor. Si yo fuera una estrella, incluso la más pequeña, algún gran general se preocuparía por mí. Pero, solo soy la Luna y no le gusto a nadie. Si tan solo pudiera ser una flor y crecer en un jardín donde vienen las hermosas mujeres de la tierra, me colocarían en sus cabellos y alabarían mi fragancia y belleza. O, si pudiera crecer en el desierto donde nadie pudiera ver, los pájaros seguramente vendrían y cantarían dulces canciones para mí. Pero yo soy solo la Luna y nadie me honra, decía aflijida la Luna.

- No podemos ayudarte. Nacimos aquí y no podemos dejar nuestros lugares. Cumplimos con nuestro deber, trabajamos todo el día y centelleamos en la noche oscura para hacer los cielos más hermosos. Pero eso es todo lo que podemos hacer, respondieron las estrellas mientras sonreían fríamente a la triste Luna.

Entonces las flores sonrieron dulcemente y dijeron.

- No sabemos cómo podemos ayudarlos. Vivimos siempre en un solo lugar: en un jardín cerca de la doncella más hermosa del mundo. Como es amable con todos los que tienen problemas, le contaremos sobre ti. La queremos mucho y ella nos quiere. Su nombre es Tsen-N'io.

Aún así, la Luna estaba triste por lo que decidió no esperar a que las flores hablaran de ella a la hermosa doncella y se fue a verla. Y cuando la vio, la amó de inmediato.

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- Tu rostro es muy hermoso. Desearía que vinieras a mí y que mi rostro fuera como tu rostro. Tus movimientos son suaves y llenos de gracia. Ven conmigo y seremos uno solo y perfectos. Sé que incluso las peores personas del mundo solo tendrían que mirarte y te amarían. Dime, ¿cómo llegaste a ser tan hermosa?, dijo la Luna

- Siempre he vivido con aquellos que eran amables y felices, y creo que esa es la causa de la belleza y la bondad, respondió Tsen-N'io.

Pero no se decidía a participar del trato de la Luna por lo que la Luna iba todas las noches a ver a la doncella. Cada noche admiraba lo gentil y hermosa que era y su amor se hizo más fuerte y deseó cada vez más estar con ella para siempre.

Un día, Tsen-N'io le dijo a su madre.

- Me gustaría ir a la Luna y vivir siempre con ella. ¿Me permitirás ir?

Su madre la miró con desdén y no la respondió, pero la doncella estaba decidida y les dijo a sus amigos que iba a ser la novia de la Luna.

A los pocos días se marchó. Su madre buscó por todas partes pero no pudo encontrarla. Y uno de los amigos de la doncella le dijo:

- Ella se ha ido con la Luna, porque admiraba tanto su belleza que la convenció para que brillara en el cielo con ella.

La madrea aun así espero día tras día a que su hija regresara a la Tierra, pero Tsen-N'io no volvió. Desde entonces ella está con la Luna y, cada noche, el mundo admira maravillado su belleza. 


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