Una boca… para morder (7/7)

Mientras mama, de pronto, tu pequeño ejerce una pequeña presión firme y reiterada y te mordisquea. Aunque no es algo agradable, no debes preocuparte. Según Myriam Szejer, ese gesto forma parte del desarrollo normal de tu hijo: “Hacia los 8 meses, en lugar de identificarse con su madre, el niño desea tragársela y canibalizarla mientras mama. Es una faceta de la pulsión oral”. Al morderte, tu hijo también expresa toda su frustración asociada al destete. Para calmar a tu pequeño mordedor, bastará un “no” firme y repetido si es necesario, ya que es lo que está esperando para estructurarse socialmente.

Si muerde a un compañero en la guardería, no siempre se trata de una forma de agresión directa, puede ser un modo de entrar en contacto con el otro para “absorberlo”. Explícale con calma que eso no se hace. Esta pulsión suele coincidir con el brote dentario, que es doloroso y que el pequeño alivia como puede: “Dale un anillo de dentición para que lo mordisquee a voluntad, eso lo ayudará”, aconseja Anne Gatecel.

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  • Una boca… para mamar
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  • Una boca… para descubrir el mundo
  • Una boca… para sonreír
  • Una boca… para saborear
  • Una boca… para morder

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