El desarrollo del bebé en la semana 37

Mi cuerpo cambia

Cuando creas que estás de parto, empieza a cronometrar tus contracciones. Para ello, anota (o pide a alguien que lo haga) la hora y minutos en que empieza y termina cada contracción. El tiempo entre dos contracciones se conoce como intervalo e incluye la duración de la propia contracción y los minutos que transcurren entre ambas.

Visitas médicas

Las visitas al médico se hacen más frecuentes. Lo aconsejable en esta etapa es acudir al médico cada semana. El médico verificará las dimensiones de tu pelvis, para prever una cesárea si ésta es necesaria. En fechas próximas a las previstas para el parto, tu ginecólogo te dará pautas sobre el momento en que debes trasladarte al hospital. Estas variarán dependiendo de tu situación particular, por ejemplo, si has tenido complicaciones durante el embarazo, si se trata de un embarazo de alto riesgo, si eres o no primípara o si existen razones prácticas (como una gran distancia desde tu casa al hospital) que hagan aconsejable un traslado más temprano.

Mi bebé crece

Tu bebé tiene 35 semanas de vida, mide entre 47 y 49 centímetros y pesa alrededor de 3 kilos. Unas uñitas blandas han crecido en sus dedos de las manos y los pies. Su cráneo no es aún totalmente sólido, lo que supone una mayor plasticidad en el momento del parto

A tener cuenta

¡No tengas miedo de las falsas alarmas! Más vale llegar a la maternidad demasiado pronto que demasiado tarde. En cualquier caso, no serás la primera ni la última en adelantarte.

En general, las contracciones del parto empiezan con un dolor sordo en la espalda y el bajo abdomen y una sensación de opresión en la pelvis. Algunas mujeres las describen como parecidas a los dolores de la menstruación (si bien más intensas).