Tipos de fiesta de cumpleaños para niños

Ideas para organizar una fiesta original de cumpleaños

La organización de una fiesta de cumpleaños es muy necesaria para que padres y niños se relajen y disfruten de la ocasión. Hay algunos consejos generales a tener en cuenta, y una de las primeras cosas que nos planteamos es el tipo de fiesta que queremos dar. Las fiestas de cumpleaños temátias cada vez son más habituales pues permiten centrar el cumpleaños en un tema del gusto de tu hijo, puedes elegir uno de los que proponemos.

Ideas para la fiesta de cumpleaños

Tipos de fiesta de cumpleaños

Fiesta de disfraces para niños

Los niños muchas veces se apasionan por temas o personajes concretos. Se puede aprovechar la ocasión para que sirva como hilo conductor de su fiesta. Afectará a todos los aspectos, desde las invitaciones hasta el vestuario de los invitados, la decoración, los juegos o los adornos de la tarta. Ahora sólo queda elegir en qué personaje se quiere transformar y echarle imaginación para diseñar y organizar todo lo relacionado con su fiesta.

•Elaboración del traje. Para los invitados, además del aliciente del festejo, se suma la emoción de la confección del disfraz en los días precedentes. Se pueden crear prendas muy elaboradas o lucir simplemente un detalle alusivo, como un sombrero, gafas chistosas, guantes, máscara, etc. Lo importante es que al niño le guste su personaje y que esté cómodo con su disfraz, sobre todo a la hora de participar en los juegos.

El tema del disfraz. Es mejor que sea extenso, como el mar, un color, el circo, cuentos, etc. para estimular la creatividad e impedir en lo posible la repetición de los disfraces. También puede resultar divertido solicitar que se disfracen por parejas, de modo que los dos miembros de las mismas incorporen elementos similares o complementarios como por ejemplo animal y cazador, pareja de hawaianos, Blancanieves y algún enanito, etc.

•Los juegos. Se pueden organizar las actividades en el momento de la fiesta, pero también se les puede pedir con antelación a los invitados, de forma que no tengan que improvisar delante del público, que de forma individual o colectiva lleven preparada una pequeña escena que tenga relación con el disfraz escogido. La representación será breve y poco elaborada, el objetivo es contemplar los disfraces e inmortalizar el momento con una foto.

Fiesta de cumpleaños para niños ¡a su aire!

A veces nos agobia la imagen de ver a un grupo de niños corriendo por el salón de casa o nos abruma la idea de tener que estar entreteniéndolos constantemente. Quizá no es tan difícil como parece. Puede resultar muy divertida una fiesta en el jardín de casa en el que los invitados han de traer traje de baño. Proporcionarles juguetes para el jardín como aros de “hula-hoop”, cuerdas para saltar, juegos de bolos o petanca, una canasta, tiza para dibujar en el suelo… garantizará la diversión. Sólo queda organizar una buena barbacoa y conectar los aspersores del riego de vez en cuando o disponer de una manguera para que puedan refrescarse si el calor aprieta.

La casa del terror en la fiesta de cumpleaños

Se puede invitar a los amigos a pasar una tranquila velada de película y palomitas. Lo que no pueden imaginar, si se sabe guardar el secreto, que lo que les espera es una fiesta terrorífica. En general, a los niños un poco mayores, les encantan los temas de terror y misterio. Pero puede que haya excepciones.

Así que, antes de darles una sorpresa de este tipo, lo primero que hay que hacer es asegurarse de que no hay miedosos entre los asistentes. No estaría bien invitar a un amigo para que pase un mal trago. Para evitar sorpresas, se puede revelar con antelación el tema de la fiesta y que vengan ya disfrazados y mentalizados para escuchar relatos espeluznantes, comer bocadillos monstruosos y realizar actividades terroríficas.

Una buena forma de reírse del miedo: Vestido de vampiro y con una dentadura con colmillos, el anfitrión puede dar la bienvenida a brujas, vampiros, zombis, momias, fantasmas… intentando besarlos en el cuello como agradecimiento por su asistencia. Y, en un lugar “espantosamente” ambientado (arañas e insectos que cuelgan del techo, ristras de ajo, globos negros, etc.), comienza la fiesta. Uhhhhhhhh...

Fiesta de cumpleaños de piratas: en busca del tesoro

Vestidos o no de pirata, los niños lo pasarán bien buscando un tesoro escondido. Para encontrarlo deberán seguir unas pistas y realizar una serie de juegos. Obtendrán un trozo de mapa por cada 5 juegos realizados.

•Crear ambiente de la fiesta. Empecemos con una pequeña historia para que los niños entren en situación y les daremos la primera instrucción para situarlos en el lugar del comienzo.

•Un largo camino. A partir de aquí y guiados por las pistas, se sucederán un sinfín de pruebas. Mantener entre todos un globo en el aire con toques durante un tiempo mínimo sin que caiga al suelo, recorrer un circuito a la pata coja, carreras de sacos, trasladar una hoja de un árbol a lo largo de una línea soplando, pintar la cara al compañero con pinturas de maquillaje, el juego del pañuelo, carreras de relevos, la cola del burro, juegos de adivinanzas… El número y la dificultad de los juegos dependerán de la edad y capacidad de los niños.

•Búsqueda final. Una vez recopilados todos los trozos del mapa, deberán casarlos para poder descifrar el lugar donde ha sido escondido el tesoro.

Fiesta de cumpleaños de cine: luces, cámara… ¡Acción!

Rodar una película puede ser excitante para los niños. Con tiempo, antes de celebrar la fiesta, hay que reunir material para elaborar disfraces, decorado y atrezo. Ropa vieja, zapatos de tacón, guantes, pañuelos, sombreros, gafas de sol, telas, cajas de cartón, bolsas de plástico, pinturas, tijeras, periódicos, pegamento… Si les sugerimos algunos temas (payasos, invasores del espacio, detectives…), seguramente ellos serán capaces de elaborar su propio guión.

Ahora hay que organizarse. Se realizarán equipos y a cada uno de ellos se le asignará una función. Diseño de trajes, maquillaje, elaboración de decorados, efectos especiales, música, iluminación, etc. Y sobre todo elegir a los actores. Cada uno puede desempeñar más de una función, depende del número de niños, sus cualidades y el carácter de cada uno. Por supuesto, el invitado que no quiera actuar no está obligado, hay muchas otras cosas divertidas que hacer.

•Manos a la obra. Cada uno tiene que hacer el trabajo asignado y aprender algunos trucos de interpretación antes de filmar. Tortazos que no duelen, caerse sin hacerse daño, poner distintas caras (alegría, tristeza, pánico…).

•Silencio… Se rueda. Todos a sus puestos, la cámara está preparada. Nos queda la tranquilidad de poder repetir las tomas que no sean de nuestro agrado.

•Los nervios del estreno. La proyección del vídeo cuando los padres llegan a recoger a sus futuras estrellas es una bonita forma de terminar la fiesta..

Virginia González. Psicóloga


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