Cuando el miedo sirve para educar a los niños. El valor del miedo en la infancia
Aprender a convivir con el miedo también educa
Publicado por Patricia Fernández, bloguera y periodista especializada en ocio y tiempo libre
Creado: 8 de octubre de 2025 13:46 | Modificado: 8 de octubre de 2025 13:57
Durante años, padres y educadores han intentado proteger a los niños de cualquier temor. Sin embargo, el miedo, bien entendido, no es un enemigo. Es una emoción necesaria que enseña prudencia,empatía y fortaleza. Más que eliminarlo, conviene entenderlo y convertirlo en un maestro silencioso de la infancia.
Índice
1. El miedo no es una debilidad, es una brújula2. Los primeros miedos son una etapa necesaria del desarrollo
3. La sobreprotección como trampa
4. Miedo y valentía son dos caras de la misma moneda
5. Cómo acompañar el miedo sin anularlo
6. Cuando el miedo deja de ser útil
7. Miedo, imaginación y aprendizaje
8. Entender el miedo
9. Bibliografía recomendada
El miedo no es una debilidad, es una brújula
Cuando un niño siente miedo, su cuerpo y su mente están aprendiendo a interpretar el mundo. El miedo no surge para castigarlo, sino para protegerlo. Es una señal de alarma natural que le advierte de peligros, le enseña a respetar límitesy a reconocer sus propias vulnerabilidades.
Sin embargo, en una sociedad que valora la valentía como virtud suprema, hemos aprendido a ocultar el miedo. Se dice "no pasa nada", "no tengas miedo", "los valientes no lloran". Pero negar esa emoción es negar parte de lo que nos hace humanos.
Como explica la psicóloga infantil Silvia Álava, "no se trata de evitar el miedo, sino de enseñar al niño a interpretarlo y gestionarlo. Si lo anulamos, pierde una oportunidad de aprender sobre sí mismo".
Los primeros miedos son una etapa necesaria del desarrollo
Los miedos infantiles aparecen por etapas, casi como si el cerebro siguiera un calendario emocional:
- Entre los 0 y 2 años, el miedo más común es el de la separación. El bebé teme perder la presencia de sus figuras de apego.
- Entre los 3 y 6 años, llegan los miedos imaginarios: monstruos, oscuridad, fantasmas.
- Entre los 6 y 9 años, el miedo se vuelve más realista: a los ladrones, a enfermar, a los accidentes.
- A partir de los 9 o 10 años, surgen los temores sociales: el miedo al ridículo, al fracaso, a no ser aceptado.
Todos ellos son normales. De hecho, el miedo evolutivo es un signo de madurez emocional. El psicólogo Álvaro Bilbao, autor de El cerebro del niño explicado a los padres, explica que "un niño sin miedo es un niño que no percibe el riesgo, y eso puede ponerlo en peligro".
El objetivo, por tanto, no es criar niños sin miedo, sino enseñarles a reconocerlo y a gestionarlo.
La sobreprotección como trampa
Muchos padres confunden proteger con evitar. Tapamos las sombras, evitamos hablar de la muerte, suavizamos los cuentos y apagamos cualquier posible susto. Lo hacemos por amor, claro, pero sin darnos cuenta les robamos una parte importante del aprendizaje vital.
Cuando un niño nunca experimenta un poco de miedo, su tolerancia a lafrustracióny al cambio disminuye. En la adolescencia, puede convertirse en ansiedad o bloqueo frente a lo desconocido.
La psicóloga Marian Rojas Estapé advierte que "los niños que crecen sin enfrentarse a pequeños miedos cotidianos pueden desarrollar una menor resiliencia emocional". En otras palabras: si todo es fácil, no aprenden a manejar la incertidumbre.
Educar no es evitar los tropiezos, sino enseñar a levantarse.
Miedo y valentía son dos caras de la misma moneda
La valentía no consiste en no tener miedo, sino en actuar a pesar de él. Este mensaje, aunque sencillo, es esencial transmitirlo a los niños.
Cuando un niño se atreve a dormir solo, a hablar en público, a subir a un columpio alto o a entrar en una habitación oscura, no deja de sentir miedo. Pero aprende que puede enfrentarlo. Y ese aprendizaje se traduce en seguridad interior.
Como afirma el psicólogo clínico Rafael Guerrero, "la autoestima y la valentía no nacen de eliminar el miedo, sino de atravesarlo con apoyo".
Los cuentos, los juegos simbólicos y las conversaciones tranquilas son herramientas que permiten al niño hacerlo sin sentirse juzgado.
Cómo acompañar el miedo sin anularlo
Acompañar el miedo de un niño no significa minimizarlo ni sobreactuar. Significa estar ahí, con calma, sin restarle importancia, pero tampoco magnificando la situación.
Algunas estrategias sencillas pueden ayudar:
1. Nombrar el miedo
Ayudar al niño a ponerle nombre es el primer paso. "Veo que tienes miedo a dormir solo", "parece que la oscuridad te asusta un poco". Nombrar la emoción la hace manejable y concreta.
2. Validar, no ridiculizar
Evitemos frases como "eso es de bebés" o "no seas tonto". Lo que para un adulto es insignificante, para un niño puede ser inmenso. Escuchar y empatizar refuerza su confianza.
3. Convertir el miedo en juego
El humor es un antídoto poderoso. Podemos dibujar al monstruo del miedo, ponerle un nombre gracioso o inventar un cuento donde el niño sea el héroe que lo vence.
4. Usar los cuentos como aliados
Los cuentos para las emociones son una herramienta maravillosa para explorar el miedo de forma simbólica. Historias como Donde viven los monstruos o El monstruo de colores permiten hablar del miedo desde la distancia segura de la ficción.
5. Celebrar los pequeños logros
Cuando un niño supera un miedo, por pequeño que sea, conviene reconocerlo: "Has dormido solo toda la noche, ¡qué valiente!". No es premio, es refuerzo emocional.
Cuando el miedo deja de ser útil
No todo miedo es educativo. Si la emoción interfiere en la vida diaria -por ejemplo, impide ir al colegio o dormir solo durante meses-, puede haberse convertido en ansiedad.
En esos casos, conviene buscar ayuda profesional. La psicoterapia infantil trabaja el miedo con técnicas suaves, como la desensibilización progresiva, la terapia cognitivo-conductual o incluso la narrativa emocional (donde el niño reescribe su miedo en forma de historia).
El objetivo nunca es eliminar la emoción, sino devolverle su función: proteger sin paralizar.
Miedo, imaginación y aprendizaje
El miedo tiene algo profundamente educativo: enseña límites, impulsa la empatía y despierta la creatividad. Muchos escritores infantiles lo han usado precisamente para eso: para enseñar a los niños que el miedo puede transformarse en coraje, humor o ternura.
Halloween, por ejemplo, es una oportunidad para reírse del miedo. Los disfraces, los juegos y los cuentos de fantasmas permiten que los niños controlen lo que les asusta, lo transformen y lo comprendan.
Y ese aprendizaje, aunque parezca un juego, deja huella.
Entender el miedo
Educar sin miedo no significa criar sin miedo. Significa no dejar que el miedo gobierne, sino que acompañe. Entenderlo, nombrarlo y atravesarlo juntos es una forma profunda de amor.
Los niños no necesitan que los padres sean héroes invencibles. Necesitan adultos que les digan: "Yo también tengo miedo a veces, pero lo afronto contigo".
Artículo recomendado
Solo así, el miedo deja de ser enemigo y se convierte en maestro. Y quizás, también en un puente entre generaciones.
Bibliografía recomendada
- Álava Reyes, S. (2020). El arte de educar jugando.
- Bilbao, Á. (2015). El cerebro del niño explicado a los padres.
- Guerrero, R. (2021). Educar sin miedo a escuchar.
- Rojas Estapé, M. (2022). Encuentra tu persona vitamina.
- Piqueras, J. A., & Oblitas, L. (2017). Psicología del miedo en la infancia. Universidad de Valencia.
Artículos relacionados
Este curso, cuida la vista de tus hijos desde el primer día
¿Sabías que casi 1 de cada 5 niños entre 5 y 7 años ya es miope? La vuelta al cole no solo es momento de revisar mochilas, uniformes o libros. También es una...
Educar en la paciencia en tiempos de inmediatez. El Síndrome del microondas
Educar en la paciencia en tiempos de inmediatez es un reto. Descubre estrategias sencillas para enseñar a los niños a esperar, disfrutar del proceso y valorar lo...
Educar también es dejar aburrirse en verano
Descubre los beneficios del aburrimiento en niños durante las vacaciones: fomenta la creatividad, la autonomía y el equilibrio emocional. Menos pantallas y más...
8 fábulas cortas para niños: educar en valores, con moraleja
Descubre 8 fábulas cortas con moraleja para leer con tus hijos y enseñar valores como esfuerzo, honestidad y solidaridad de forma fácil y divertida.
Errores del sistema educativo español que se siguen repitiendo
Descubre los errores más graves del sistema educativo español: falta de motivación, desigualdad, exámenes excesivos y ausencia de educación emocional.
Niños con carácter fuerte y las claves para educarlos sin castigos
Muchos padres temen a los niños rebeldes, pero ¿y si fuera una cualidad positiva? La educación de niños con carácter fuerte no es un problema, sino una...
Montessori vs. Waldorf, dos caminos alternativos hacia la educación
Cada vez más familias en España se interesan por las pedagogías alternativas como Montessori y Waldorf. Pero ¿qué las diferencia realmente? ¿Y son compatibles con...
Comentarios
¡Sé el primero en comentar!