Juegos y actividades para que nuestros hijos tengan buena memoria

¡Mi hijo tiene 'memoria de elefante'!

La? memoria es un instrumento presente en la adquisición de la mayoría de los aprendizajes en esta la primera infancia. Por eso es importante que los niños conozcan cuanto sea posible las reglas mnemotécnicas que les hagan más fácil memorizar las informaciones necesarias. Estos primeros años son un buen momento para comenzar... 

Podemos considerar la memoria?como una de las capacidades más responsables de la organización de los datos provenientes de la percepción, y, por lo tanto, nos permite el reconocimiento y el recuerdo de los objetos, situaciones, hechos o pensamientos tanto en forma aislada como secuencial. Durante los primeros años los niños aprenderán que para recordar deben prestar atención. La atención les permitirá seleccionar los acontecimientos relevantes que suceden a su alrededor y que en muchas ocasiones son importantes para su propia supervivencia (por ejemplo, el color de la luz de un semáforo antes de cruzar la calle). El sistema cognitivo de estos niños ya es capaz de decidir en cada instante qué aspecto del entorno es relevante y requiere detenerse en él (lo que se denomina "elaboración cognitiva") como puede ser: el nombre de una persona, cómo va vestida, dónde vive... La atención interviene a modo de filtro seleccionando los acontecimientos del mundo que les rodea (estímulos) que serán procesados. Sin la atención no existe esa posibilidad, por lo menos de manera consciente, ni de aprender ni de recordar los acontecimientos que suceden a su alrededor. 

¿Cómo se almacenan los recuerdos en los niños de la etapa infantil? ¿Está muy evolucionado su proceso?de memorización?  

Se suele decir que los niños tienen una gran memoria... Los?estudios?indican que esto no es del todo cierto, al menos no a edades muy tempranas.  La memoria se comienza a desarrollar dentro del vientre materno, no obstante, la mayoría de nosotros tenemos recuerdos a partir de los 3 años, precisamente en el incremento de aprendizaje del lenguaje. Antes, los recuerdos suelen ser vagos e inconexos. Esto se debe a que antes de esa edad no tenemos los conocimientos necesarios para categorizar lo que vivimos y, por tanto, al no poder almacenar nuestros recuerdos bajo una categoría, somos incapaces de recordarlos despuésPero estos recuerdos no se pierden, de hecho los especialistas sostienen que estos recuerdos están bien guardados, pero no podemos acceder a ellos de manera consciente. Hasta los 5 o 6 años la memoria del niño es bastante limitada y, a partir de los 6 y hasta los 14, se desarrolla de manera exponencial, motivo por el cual se recomienda fomentarla a través de diferentes ejercicios.  

En esta fase evolutiva el proceso de memorización está desarrollado en gran parte; los niños registran y adquieren la información del mundo que les rodea, percibiendo datos o hechos y almacenándolos en su memoria (por ejemplo, "Juan presta atención a la hora en la que comenzará una película en la T.V" [fase de adquisición]). Luego procesarán esa información, ordenándola y asociándola con el conocimiento que han adquirido a lo largo de su vida cotidiana ("la película se emite inmediatamente después de las noticias de la hora de comer" [fase de retención]). Posteriormente llevarán a su mente, con las claves y ayudas de referencia adecuadas, las cosas que han almacenado con anterioridad en su memoria ("la película empieza inmediatamente después de que coma Juan y antes de que empiece a comer su papá, que llega del trabaja a esa misma hora "[fase de reconocimiento- recuerdo]). 

Un estudio realizado por la universidad de Ohio ha demostrado que los niños guardan mejor en la memoria las características de las cosas que los adultos. Esto significa que, ante una serie de objetos de la misma clase, distinguen con mayor facilidad unos de otros en su memoria que los adultos. Con la madurez esta habilidad se sacrifica a favor de la eficiencia.  

Otro grupo de investigadores de la universidad estadounidense de Ohio ha descubierto que los niños parecen tener mejor memoria que los adultos, gracias a un detallista sistema de atención característico de la infancia y que se va perdiendo según crecemos. Los investigadores, liderados por el profesor Vladimir Sloutsky, han comprobado que el aumento del conocimiento parece reducir la capacidad de memorizar, al menos en el caso estudiado, en el que una serie de niños de cinco años de edad superaron a los adultos en un test de reconocimiento memorístico. Sloutsky cree que la razón de esta diferencia radica en que los niños razonan de manera distinta a la de los adultos, utilizando un sistema de memoria que se caracteriza por acumular similitudes. Para ello, cuando ven varias imágenes seguidas intentan, prestando gran atención, asimilar los animales que aparecen después a los primeros que ven, dentro de cada una de sus categorías. Así, por ejemplo, si un niño ve primero un gato, se fija en las características de los gatos siguientes para intentar asimilarlos al primer gato que ha visto. Los adultos, en cambio, estructuran su memoria por categorías, en lugar de por características. De esta forma, una vez que han determinado que el animal que ven es un gato, no prestan más atención. La razón es que los adultos no canalizan la información que consideran irrelevante. Posteriormente, si se les pide que recuerden esta información, no pueden porque no lo aprendieron de memoria. 

Tipos de memoria 

Habitualmente cuando decimos que un niño tiene mucha o poca memoria no hacemos la matización de cuál es el tipo de memoria a que nos estamos refiriendo, ya que es evidente que existen al menos tantos tipos de memoria como vías ? sensitivas poseemos los seres humanos. 

En esta edad consideramos tantos tipos de memoria como distintas vías sensitivas existan y los niños utilicen en sus percepciones: 

  • Memoria visual. 
  • Memoria auditiva. 
  • Memoria sensomotora. 
  • Memoria táctil. 
  • Memorial oflativo-gustativa.

¿Cómo desarrollar y mejorar los diferentes tipos de memoria en la etapa infantil?

Existen muchos juegos verbales para desarrollar la memoria en estas edades: juego del eco, juego del mensajero, juego de las cadenas de las palabras, juego del "secretito, juego del veo-veo, adivina quién es... 

Para la memorial visual

  1. Localizar objetos, figuras y formas que previamente les hemos enseñado. 
  2. Enumerar objetos vistos con anterioridad en una lámina. 
  3. Reconocer con los ojos cerrados objetos comunes. 
  4. Diferenciar figuras y formas que han sido presentadas previamente. 
  5. Recordar objetos y figuras que han sido presentadas previamente. 
  6. Describir objetos y situaciones anteriores al momento presente. 
  7. Ordenar láminas o dibujos que indican acciones consecutivas. 
  8. Identificar los errores que tiene la copia de una figura o forma respecto a su original. 

Juegos de memoria visual para jugar en familia: 

  • "Juego del Veo-Veo" 
  • "Juego del  cazador de palabras" en el que cada miembro de la familia tiene una serie de palabras escritas en tamaño mediano?sobre una? cartulina cada una de las cuales pertenece a una categoría (p.ej plantas, animales...).Un miembro de la familia dice una característica de una palabra determinada y el niño empieza a buscar cuál es.  

Para la memoria auditiva

  1. Recordar y reconocer los sonidos y ruidos comunes. 
  2. Localizar una determinada palabra en una enumeración realizada por el adulto. 
  3. Reconocer las palabras oídas con anterioridad. 
  4. Asociar palabras que tienen en común una sílaba, al comienzo, en medio o al final.
  5. Diferenciar ruidos, palabras, sílabas. 
  6. Reproducir secuencias rítmicas simples y complejas oídas con anterioridad. 
  7. Repetir adecuadamente frases cortas oídas previamente. 
  8. Identificar palabras que no pertenecen a una serie dada. 

Juegos de memoria auditiva para jugar en familia: 

  • "Juego del eco": Un miembro de la familia dice una palabra y los demás deben hacer el eco de la misma las veces que se acuerde previamente. 
  • "Juego del mensajero": Un miembro de la familia le dice a otro una frase que debe repetirse posteriormente hasta que llegue el último miembro. 
  • "Juego de las cadenas de palabras": El conocido juego de "palabras encadenadas" 
  • "Juego del secretito": Situados en corro, un miembro de la familia dice una frase al oído del que tiene a su derecha, y este al siguiente; el último miembro dice lo que él ha oído y el primero lo que ha dicho al principio.  

Para la memoria sensomotora 

Actividades: 

  1. Dirigidas a favorecer el recuerdo de movimientos (reproducir el movimiento de la mascota de la casa). 
  2. Dirigidas al reconocimiento de las posiciones de los elementos corporales (recordar la sensación de relajación? que hemos tenido después de dormir la siesta,? o la? tensión cuando ayudamos a subir las bolsas de la compra).
  3. Dirigidas al reconocimiento y recuerdo de las cualidades táctiles de los objetos (frío-caliente, húmedo-seco, rugoso-liso, duro-blando...)
  4. Dirigidas al recuerdo del peso de los objetos (colocar los alimentos de la compra en el carro) 

Juegos de memoria sensomotora para jugar en familia: 

  • "¿Qué pesa más, un kilo de... o un kilo de...?"
  • "Adivina quién es..." en el que se trata de reconocer a otro miembro de la familia con los ojos vendados por un pañuelo. 

Conseguir que estas actividades sean un hábito es solo cuestión de práctica. Por eso, nuestra contribución como padres de nuestros hijos es fundamental. Podemos animarles a realizar estas tareas bien a través de juegos o en las tareas diarias, convertiremos estas estrategias en algo cotidiano y ellos conseguirán? hacer de la memoria un poderoso instrumento de aprendizaje.  

Ana Roa, pedagoga y  psicopedagoga
www.roaeducacion.com
roaeducacion.wordpress.com


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