Claves para interpretar la escritura de los niños

La escritura nos da información sobre la personalidad de los niños

El aprendizaje de la escritura forma parte de la vida escolar del niño. Aunque hay que tener muy presente que cada uno tiene una evolución distinta y personal, existen patrones que nos permiten evaluar la evolución del proceso y detectar posibles disfunciones.

A través de la observación de la caligrafía del niño, la seguridad en el trazo, la firmeza al escribir y otra serie de variables podemos conocer mucho más sobre la personalidad del niño, en concreto, sobre la madurez que ha alcanzado en cada etapa evolutiva. Te explicamos cómo interpretar la escritura de los niños y qué puntos has de tener en cuenta para analizarla. 

La importancia de interpretar la escritura de los niños

Pautas para interpretar la escritura de los niños

Del garabateo a la escritura

La primera manifestación gráfica que tiene el niño es el garabateo, de cuyos rasgos (tamaño, presión, continuidad, etc) podemos ya intuir ciertos aspectos de su personalidad. Aunque insistimos que depende del desarrollo de cada niño:

- Suelen comenzar a garabatear alrededor de los 18-20 meses, si se les deja un lápiz y un papel.

- Ya con dos años traza líneas verticales y comienza con las horizontales.

- Con tres copia trazos, como por ejemplo una cruz.

- Con cuatro años realiza perfectamente la raya vertical, la horizontal, la circunferencia y la cruz.

- Con cinco, hace algo parecido a un rombo o un cuadrado, aunque todavía lo tendrá que perfeccionar.

Sólo con la madurez necesaria el niño o la niña puede escribir

Es muy importante que el niño tenga un cierto grado de desarrollo intelectual, motor y afectivo antes de comenzar el aprendizaje de la escritura. El alumno ha de estar en muy buena disposición, ya que la escritura supone un paso del grafismo lúdico, en el que el niño se expresa con un movimiento y sentimiento libre, a unos trazos abstractos que le imponen unos límites en el espacio, una mayor coordinación grafomotora, una reducción de su libertad expresiva y un proceso mental más complejo.

Qué nos dice la escritura sobre la personalidad del niño

aprender a escribir

A través de la escritura de los pequeños podemos conocerles mucho mejor, podemos valorar: 

- Rasgos de su personalidad.

- El momento evolutivo en que se encuentran

- Sobre todo, si existen problemas.

La grafología permite detectar ciertas disfunciones y sufrimientos, diagnosticarlos e incluso a veces, mediante la misma escritura, arreglar esos problemas.

Superar las dificultades en el aprendizaje de la escritura

Hay muchos niños que les cuesta mucho el dominio de la escritura. Ellos son conscientes de sus dificultades y se avergüenzan de ello. Lo más importante es devolverles el gusto por escribir. Por ello al principio, el esfuerzo no debe dirigirse hacia la escritura en sí misma, sino a actividades próximas a ella, que les lleven, de forma natural y sin que se dé cuenta, a una mayor facilidad en la ejecución de las letras y en las distribuciones del espacio. Mientras la escritura les suponga un esfuerzo, una obligación y un conflicto, el problema no podrá solucionarse.

¿Es posible interpretar la escritura de los niños?

La grafología es una disciplina que estudia la caligrafía para aportar un perfil psicológico, de personalidad o de habilidades de una determinada persona. Cuando se trata del análisis grafológico en la escritura de los más pequeños, es fundamental ser muy cautelosos, ya que estamos ante personas y personalidades que aún están en evolución. Niños de una misma clase pueden tener muy distintos desarrollos, en edades tempranas, puede ser muy notoria la evolución de unos y otros niños con unos meses de diferencia.

En cualquier caso, según los expertos en grafología, las principales características de cada uno de nosotros son evidentes desde una edad temprana. Por lo tanto, en los dibujos y la escritura de los más pequeños ya se pueden encontrar aspectos y propensiones que luego permanecerán incluso en la edad adulta.

Sin embargo, lo que debe captar nuestra atención en torno a la interpretación de la escritura en los niños es si está acorde a su proceso evolutivo. En este sentido, debemos observar, por ejemplo, si: 

  • Consigue hacer trazos firmes entre los cuatro y cinco años.
  • Es capaz de copiar palabras sencillas o algunas letras a partir de los cinco años.
  • Puede escribir su nombre entre los cinco y seis años.

Aunque no es otro experto que un grafólogo el que puede realizar un análisis de la escritura de un niño o niña, otros aspectos en la interpretación de la escritura de los niños en la que debemos fijarnos son: 

El espacio que ocupa el garabato o escritura: en general, una buena colocación es señal de seguridad. Si las formas son anchas y curvas indica una buena relación consigo mismo y con los demás. Cuando, por el contrario, ocupa sólo una parte de la hoja, especialmente los márgenes y trazos más angulosos y más contenidos, se asocia con más inquietud y precaución en su relación con los demás. 

La forma del garabato o escritura: si hay trazos redondeados se identifica con un sentimiento de entusiasmo y facilidad de comunicación. Si hay trazos angulosos, se relaciona con una mayor tensión. 

La presión en el trazo: si la escritura es regular y segura con una presión adecuada, indica seguridad interior. Si el trazo es irregular, discontinuo y débil puede indicar una sensibilidad interior, mientras que unt razo intenso y enérgido, una tendencia a cierta ira.

En cualquier caso, al interpretar el garabato, el dibujo o la escritura, la grafología puede intuir aspectos relacionados con el temperamento y la vitalidad del niño, con su forma de relacionarse con el entorno, con las personas que le rodean y con el su vida emocional.

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