Aprender matemáticas con música. Trucos para estudiar

Relación entre las matemáticas y la música


Publicado por Patricia Fernández, bloguera y periodista especializada en ocio y tiempo libre
Creado: 5 de mayo de 2025 10:11 | Modificado: 5 de mayo de 2025 10:22


 ¿Tu hijo odia las matemáticas pero no para de cantar? ¿Te cuesta que memorice las tablas de multiplicar, pero se aprende las canciones de moda en un día? No estás solo. Muchas familias se enfrentan a esa paradoja: lo que se aprende jugando o cantando, se recuerda con alegría. Lo que se estudia por obligación, se olvida con rapidez.

La buena noticia es que la música y las matemáticas no solo pueden convivir, sino que forman un equipo perfecto. De hecho, ambas disciplinas tienen muchísimo en común: trabajan con patrones, secuencias, tiempos, estructuras repetitiva y pueden potenciarse mutuamente.
Te explicamos cómo la música puede ayudar a los niños a entender mejor los números, a memorizar fórmulas o a desarrollar habilidades lógicas. Además, te daremos trucos y juegos musicales para hacer del estudio algo más creativo, más cercano y mucho más divertido.

Aprender matemáticas con música

¿Qué tienen en común la música y las matemáticas?

A primera vista parecen mundos distintos: uno lleno de emoción, otro de reglas. Pero si miramos con atención, descubrimos que comparten mucho más de lo que imaginamos.
Tanto la música como las matemáticasse basan en estructuras, repeticiones y patrones. En música, contamos compases, tiempos, intervalos. En matemáticas, sumamos, restamos, organizamos información en secuencias y formas.
Además:

  • El ritmo está directamente relacionado con la medida, las fracciones y la división.
  • Las escalas musicales funcionan con intervalos que pueden representarse numéricamente.
  • Los patrones melódicos ayudan a identificar series, regularidades y simetrías.
  • La notación musical es, en sí misma, un sistema simbólico comparable al lenguaje matemático.

Por eso, aprender una disciplina puede reforzar la otra, especialmente en edades tempranas, cuando el cerebro infantil es más sensible a la música y al juego como vehículos de aprendizaje.

Beneficios de usar música para aprender matemáticas

Incorporar música en el aprendizaje de las matemáticas no solo es divertido: tiene beneficios reales y comprobados por investigaciones pedagógicas:

  • Mejora la memoria: las canciones ayudan a retener datos, fórmulas y reglas.
  • Refuerza la atención: los estímulos auditivos captan el interés del niño.
  • Favorece el aprendizaje multisensorial: al combinar oído, movimiento, emoción y lógica.
  • Reduce el estrés: cantar o moverse al ritmo de la música disminuye la ansiedad ante los números.
  • Potencia la lateralidad y la coordinación: habilidades clave en la resolución de problemas.

Además, para los niños con dificultades de aprendizaje o necesidades especiales, la música puede ser una vía de acceso más accesible y natural al mundo matemático.

Trucos musicales para aprender mejor

Aquí van algunos trucos para niños concretos que puedes usar en casa o en clase para enseñar matemáticas a través de la música:

 1. Cantar las tablas de multiplicar

Convertir las tablas en canciones con ritmo y rima facilita mucho la memorización. Puedes usar melodías conocidas (como "La cucaracha" o "Cumpleaños feliz") y adaptar la letra:

"Tres por uno es tres,
tres por dos es seis,
tres por tres es nueve,
y así lo cantaré..."

Hay canciones ya grabadas en YouTube o Spotify que puedes utilizar como apoyo.

2. Jugar con el ritmo y las fracciones

Los compases musicales (por ejemplo, 4/4, 3/4) se pueden usar para explicar fracciones y divisiones. Con instrumentos de percusión o simples palmadas, se puede practicar:

  • Un compás de 4 tiempos: una negra = 1, dos corcheas = ½ + ½...
  • Dividir un ritmo en partes iguales para visualizar qué significa "un medio" o "un cuarto".

3. Crear secuencias musicales con patrones

Pide a los niños que creen patrones musicales usando colores, notas, sonidos o instrumentos. Por ejemplo: tambor-tambor-maraca-maraca. Luego, que identifiquen cuántas veces se repite, qué número sigue, qué sucede si cambia el orden. Esto refuerza la comprensión de patrones y series, habilidades matemáticas fundamentales.

4. Medir tiempos y duración

Usar canciones para medir duraciones (cuánto dura una canción, cuántos segundos hay entre dos compases, etc.) es una buena manera de introducir conceptos como segundos, minutos, y unidades de medida.

5. Hacer problemas con canciones

¿Y si usamos letras de canciones para crear problemas matemáticos? Ejemplo:

"Si en una canción hay 3 versos, y cada verso tiene 4 líneas, ¿cuántas líneas tiene la canción?"

Es un modo lúdico de trabajar multiplicación y lógica verbal.

Recursos y juegos musicales para el aula o casa

  • Kahoots musicales con preguntas matemáticas.
  • Tarjetas con fórmulas o problemas rimados.
  • Canciones de repaso antes de los exámenes.
  • Aplicaciones como "Numberblocks" o "Maths Rockx", que enseñan conceptos numéricos con música.
  • Cajas de ritmos caseras para enseñar operaciones básicas con percusión.
  • "Batallas de sumas" cantadas al estilo rap, con dos equipos.

Y si hay instrumentos disponibles (aunque sean maracas hechas con arroz y botellas), ¡mejor todavía! El cuerpo también aprende con el movimiento.

¿Y si el niño no es musical?

No hace falta que el niño sea un virtuoso del piano ni que cante afinado. Lo importante no es la música como arte, sino el uso del sonido, el ritmo y la emoción para activar otras formas de pensamiento.
El simple hecho de acompañar el estudio con palmas, movimiento corporal o incluso tonadillas inventadas puede marcar una gran diferencia. La música es inclusiva, no juzga, no castiga. Y por eso es tan eficaz para enseñar.

Sumar con notas, multiplicar con alegría

A veces, cuando un niño no entiende algo en clase, el problema no está en el contenido, sino en el canal. La música abre canales distintos: emocionales, sensoriales, rítmicos. Hace que los números bailen, que las fracciones suenen, que las fórmulas canten.
Y si logramos que un niño se divierta mientras aprende, que memorice con alegría, que relacione las mates con algo que le gusta, entonces habremos ganado más que una buena nota. Habremos despertado su curiosidad, su confianza... y su amor por aprender.
Porque en el fondo, todo conocimiento tiene ritmo. Solo hay que encontrar la melodía adecuada.

 

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