6 claves para enseñar a nuestros hijos a argumentar correctamente

Cómo enseñar a los niños a argumentar y debatir con eficacia

Aprender a argumentar se ha convertido en una habilidad importante y reclamada para el futuro de nuestros hijos, de hecho, es una de las competencias más valoradas en el entorno laboral actual. En el día a día encontramos multitud de noticias o situaciones que nos brindan la posibilidad de participar en discusiones o simplemente expresar nuestra opinión.

Para aprender el arte de la retórica y la argumentación es importante escuchar. La escucha activa y el gusto por el tema unido a la emoción que puede provocarnos, propician un debate interesante y disfrutado por todos los que participamos. Mantener la calma y aprender a escuchar al otro son pilares muy interesantes a tener en cuenta.

Pautas para desarrollar una buena actitud de escucha activa con nuestros hijos

En las primeras etapas de la infancia encontramos padres que practican la escucha activa y desarrollan buenos patrones de comunicación. De esta manera, sus hijos se sienten valorados y comprendidos en todo momento. A medida que los niños crecen y llegan a la etapa adolescente tenderán a comunicar sus sentimientos de forma más abierta, pues estarán familiarizados con la escucha activa y empática que han practicado con sus padres durante toda la infancia. La escucha activa es esencial para construir relaciones fuertes como base de una buena comunicación fortaleciendo el vínculo emocional con los hijos, es una manera saludable de buscar concordia entre los diversos puntos de vista de todos los miembros familiares y aclarar los pensamientos.?

¿Cómo facilitar la escucha activa?

  • Mediante una adecuada disposición psicológica. Es importante prepararnos para escuchar a nuestro interlocutor, identificar el contenido de su mensaje, aquello que nos está transmitiendo mediante gestos además de sus palabras, ser capaz de conectar con sus sentimientos...
  • Expresar al otro que le estas escuchando mediante palabras, gestos... Asentir con la cabeza?cuando estemos escuchando, sonreír utilizando nuestro lenguaje no verbal... 
  • Mira a los ojos?cuando nos hablan, establecer contacto visual prestando atención a sus miradas o gestos...
  • Comentar y afirmar?para que se dé cuenta de que lo escuchamos.
  • Mostrar empatía escuchando activamente sus emociones y ponte en su lugar. Es importante aceptar su deseo sin cambiarlo.
  • Parafrasear.? Permite verificar si estamos comprendiendo el mensaje pues decimos con las propias palabras lo que parece que el otro acabe de decirnos.
  • Resumir informando al otro de nuestro grado de comprensión del mensaje. Se pueden emplear expresiones como: lo que me estás diciendo es....., a ver si te he entendido bien....
  • Utilizar preferentemente las preguntas abiertas. Esta técnica consiste en interrogar a la persona para conseguir por su parte una respuesta que contiene cierto desarrollo. Por ejemplo: "¿Qué es lo que quieres decir con...?"

La escucha activa con tus hijos es posible y es una habilidad que debemos poner en práctica como padres. Os dejamos unos sencillos consejos para conseguirlo:

  1. Aproxímate a tu hijo cuando está hablando,? ponte a su altura y mírale a los ojos mientras le coges de la mano o le tocas el hombro. 
  2. No interrumpas su discurso,?asiente con la cabeza y repite lo que dice para asegurarte de que estás entendiendo lo que te está explicando.
  3. Céntrate en lo que está diciendo tu hijo en lugar de pensar en tu propio discurso.
  4. Muestra empatía con pequeños comentarios.
  5. Toma conciencia de tu lenguaje corporal y el de tu hijo, es importante para la apertura en la comunicación.
  6. Presta a tu hijo toda tu atención. El móvil o cualquier dispositivo están fuera de lugar en este momento porque estamos practicando la atención plena.

Cómo enseñar a nuestros hijos a argumentar y debatir con eficacia

Es cierto que de la misma forma que algunos niños demuestran una mayor habilidad en habilidades como el dibujo, otros desde muy pequeños poseen un gran dominio del lenguaje oral, en concreto un gran dominio de la palabra. No obstante, la capacidad de argumentación y debate está al alcance de todos y se desarrolla ampliamente con trabajo y esfuerzo.

La argumentación ayuda a la resolución de conflictos y promueve el respeto y el diálogo. De hecho, la argumentación está unida a la asertividad. La asertividad es un componente fundamental de las habilidades sociales y personales. Puede entenderse como una forma de comunicación, pero también va más allá, es entendida como una forma de ser y de actuar. Es un reflejo de una autoestima sana. La asertividad es la habilidad que nos permite expresar libremente nuestras ideas y opiniones, sin agredir a los demás y sin ser agredidos. Es la capacidad de defender nuestros derechos y sentimientos, saber decir que no también. La capacidad de poder expresarnos libremente, de poder decir lo que nos molesta, lo que nos gusta, sin agredir a la otra persona es fundamental para una autoestima sana y para unas relaciones sociales justas y equilibradas. Debemos fomentar en nuestros niños y niñas un estilo asertivo de interacción. Es fundamental que tenga la fuerza para dar sus opiniones y defenderse, y que ?al mismo tiempo sean tolerantes para respetar a los demás. La asertividad va a permitir que consigan sus objetivos sin sentirse incómodos y sin hacer sentir incómodos a los demás. Sin dejarse manipular y sin manipular a los demás.

¿Cómo debatir y argumentar?

  1. Con tranquilidad y respeto. Las discusiones bien argumentadas parten de la calma, si nuestro hijo está enfadado o nervioso no logrará expresarse con claridad ni exponer sus argumentos de manera correcta y secuenciada.
  2. No es adecuado discutir por discutir. Antes de comenzar cualquier tipo de discusión es importante que nuestros hijos tengan presente cuál es objetivo al que quieren llegar para que argumenten con razones sólidas, discutir por discutir resulta una pérdida de tiempo. Un argumento eficaz es aquel que quiere lograr la resolución del problema en todo momento.
  3. Tener presentes la negociación y el compromiso final. Una discusión es eficaz si podemos llegar a alcanzar compromisos finales mediante negociaciones.
  4. Con escucha activa y feedback. Para que nuestro hijo se sienta escuchado, nosotros podemos resumir lo que ha expresado y cuáles son sus argumentos.
  5. Con respeto. La noción de respeto se transmite al entorno infantil cuando el adulto es capaz de admirar y querer al niño. Nosotros somos los guías en su aprendizaje diario para que sean capaces de vivir de acuerdo con aquellos valores que son aceptados por nuestra sociedad, tales como diálogo, prudencia, responsabilidad, solidaridad, urbanidad, tolerancia..., empezaremos desde el principio enseñando al niño qué significan los límites y las normas, qué es lo apropiado y lo inapropiado, qué es lo que está bien y lo que no y qué pueden hacer y no hacer; de esta manera, se sentirán gratificados individual y socialmente, comenzando un desarrollo positivo de su autoestima. Nuestros hijos tendrán en cuenta que el respeto es importante y que siempre hay que escuchar al otro. Tenemos que hablar con la gente como si queremos que nos hablen y escuchar igual que queremos que nos escuchen.
  6. Con práctica continua. Practicar el arte de la argumentación desde que son pequeños es muy importante. Debemos permitir que defiendan sus argumentos, aquellas ideas que, por muy por ilógicas que nos parezcan, pueden ser de su agrado... Plantear debates en aquellos momentos donde toda la familia se reúne puede resultar muy enriquecedor.

Los beneficiosos efectos de introducir debates en clase (una muestra de la importancia de la argumentación como habilidad para la vida)

Fuente universia.net

  • El debate es una buena forma de aumentar los beneficios de la participación en clase y el trabajo en equipo.
  • Son muchos los beneficios que se generan de la participación activa en clase y de enseñar a los alumnos a argumentar sus ideas.
  • El debate como herramienta educativa ha ido perdiendo presencia y es vital recuperarlo para trabajar las competencias de los estudiantes.

Debatir,?saber argumentar ideas?y ser persuasivo con el mensaje que queremos lanzar son retos a los que todo estudiante va a enfrentarse en el mundo profesional y que, en ocasiones, va a ser vital para conseguir sus objetivos.

Aunque el?debate?no es la herramienta educativa más popular o visible en los métodos de enseñanza, es una de las mejores técnicas para crear una?experiencia de aprendizaje estimulante, práctica y desafiante para todos los alumnos.

Son muchos los beneficios que se extraen de la?participación en clase?que conlleva un debate para alumnos y las herramientas que se les enseña a emplear. 

Además, es un método de enseñanza que se basa en la?participación activa?y se puede adaptar al perfil de cada estudiante.

Por un lado, los estudiantes más tímidos o introvertidos pueden trabajar en el desarrollo de sus?habilidades comunicativas?e ir ganando la confianza que necesitan para exponer sus ideas y defenderlas. Por otro lado, los alumnos que participan de forma más activa en clase pueden ir mejorando sus interactuaciones y trabajando la construcción y defensa de argumentos.

Sin importar cuál sea el reto de cada alumno, todos ellos se verán inmersos en una experiencia de aprendizaje donde deben participar,?aprender cosas nuevas?y superar ciertos desafíos.

Otra de las razones por las que el debate como herramienta educativa debería ser más empleado es, porque no solo ayuda con las habilidades comunicativas, sino también con las habilidades de?pensamiento y razonamiento.

Dada la utilidad de todas estas competencias en cualquier ámbito profesional, es evidente que el debate entre alumnos y la participación activa en clase son actividades que se deben?implementar?en cualquier rama del conocimiento y materia.

Ana Roa, pedagoga y psicopedagoga


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