Leyenda del duende y la olla de oro. Cuento irlandés de Leprechaun para niños

Cuento clásico del Leprechaun y el arcoiris para leer a los niños

Según los cuentos y fábulas tradicionales irlandesas, los leprechaun son duendes diminutos que viste con un abrigo verde, tienen una barba blanca y un sombrero de copa.

Se sabe que son pequeñas criaturas traviesas a las que les gusta hacer zapatos y almacenar sus monedas de oro en una olla de oro que se esconde al final de un arco iris. Si capturas un duende, te dará tres deseos siempre que lo dejes ir. ¿Conoces el cuento del duende y la olla de oro? Puedes leerlo con tus hijos y además conocer más sobre la tradición irlandesa de los Leprechaun.

La leyenda del duende y la olla de oro

cuento del duende y la olla de oro al final del arcoiris

Según cuenta la leyenda, los duendecillos irlandeses, conocidos como Leprechaun con capaces de encontrar monedas de oro enterradas en la tierra y las almacenan todas en una olla que está escondida en un lugar incierto. De hecho, estos duendes son famosos por esconder su olla de oro al final del arco iris. Algunos creen que los duendes necesitan el oro como un medio para engañar a los humanos y, dada la propensión de los duendes al engaño, esto es completamente posible.  Esta es su historia: 

Un hombrecillo de unos dos pies de altura estaba tumbado fuera de su tienda bajo un gran árbol junto a un arroyo. Era fácilmente encontrarlo por el ruido que hacía su martillo: 

- Tap, tap, tap...

Y es que, el duende era zapatero y pasaba sus días haciendo zapatos que eran verdes con hebillas de oro y una punta larga y tacones. El duende hacía zapatos para las hadas que vivían en los bosques y las gentes de los pueblos cercanos. La gente sabía que era un duende porque habia muchas hadas como el que vivía fuera de los pueblos.

Las personas se acercaban hasta el hombrecillo para conseguir un par de zapatos y le pagaban con monedas de oro. Sin embargo, el duende, que era un poco avaro, necesitaba un lugar donde guardar su oro, ya que le gustaba guardarlo y contemplarlo en lugar de gastar. 

Un buen día, comenzó a meter las monedas en una olla de oro y allí fue acumulándolas en una olla que guardaba en una estantería en su tienda de zapatos en el árbo. Un buen día, llegó un hombre llamado Tim a la zapatería del duende, quería un par de zapatos azul violeta con tacones. Mientras le explicaba al duende su idea, se fijó en la olla de oro llena de monedas.

Tim sabía que, como el zapatero era un duende, si podía capturarle se le concederían tres deseos. Porque os recuerdo, que los duendes son mágicos.

- Voy a venir de vuelta en unos días para recoger mis zapatos, dijo Tim al duende.

El duende que no tenía un pelo de tonto, enterró su olla de oro en un campo lleno de arbustos y siguió haciendo su trabajo.

Unos días después, Tim regresó y el leprechaun, le dio sus zapatos azul violeta al hombre. Pero cuando el duende se volvió para esconder las monedas, Tim le agarró por la espalda para conseguir sus tres deseos.  

- Quiero mis tres deseos, dijo Tim, el primer deseo es saber dónde está la olla de oro, mi segundo deseo es que quiero cien pares de zapatos y, el terecero, tener otros tres deseos más. 

- Puedo concederte los dos primeros deseos, pero el tercer deseo es un truco codicioso y no se puede conceder, dijo el leprechaun.

El duende llevó a Tim al campo y señaló el lugar donde había enterrado la olla de oro. Tim no tenía una pala para cavar, así que marcó el lugar con un palo para volver más tarde. Sin embargo, al regresar, no pudo creer lo que vio: había 200 palos  sobre el campo.

Comenzó a cavar en todos ellos, pero no pudo encontrar el lugar donde estaba la olla de oro. Después de unas horas se rindió y se dio cuenta de que el duende le había engañado. 

MIentras, el leprechaun necesitaba encontrar un mejor lugar para esconder su oro y evitar así que ningún hombre pudiera tomarlo. Sabia que los arcoiris eran magicos, nunca podrías decir dónde terminaba uno, por lo que decidió enterrar su oro al final de un arcoiris. 

De esta manera, solo él sabría encontrarlo de nuevo. Así que eso es lo que hizo y la gente todavía intenta encontrar su oro, pero todavía hoy, después de tantos años, nadie ha logrado encontrarlo.

Pero, si paseas por el bosque, y escuchas este sonido...

- Tap, tap, tap

Sabrás que el leprechaun está cerca y, si eres muy amable con él, podrá concederte un deseo. 

Fin

¿Qué son los Leprechaun?

La mayoría de las leyendas irlandesas de Leprechaun se remontan a los cuentos del siglo VIII. Algunas historias hablaban de espíritus que se fusionaron con un hada y desarrollaron una inclinación por beber en exceso. Según otros investigadores, el término Leprechaun en realidad proviene del término irlandés 'leath brogan', que significa zapatero.

Aunque estos duendes a menudo se asocian con la riqueza, particularmente con las monedas de oro,  en realidad son zapateros que difícilmente presumirían de tener grandes bienes. Después de muchos siglos, el mito de los duendes o leprechaun y la olla de oro persiste y todavía hay gente que va en busca de este tesoro escondido.

¿Curiosidades sobre los duendes irlandeses o Leprechaun?

La representación moderna de un Leprechaun es la de un hombre vestido completamente de verde. Sin embargo, el folclore irlandés describe a los duendes como hombres que vestían trajes rojos y sombreros de tres picos. Así es como el novelista irlandés Samuel Lover describe a los duendes en su obra de 1831 Leyendas e historias de Irlanda.

No hay registro de que existan duendes femeninos. Esto, por supuesto, significa que los Leprechauns desafían las leyes típicas de la biología.

Aunque la leyenda del Leprechaun tiene más de mil años, hubo un avistamiendo de un Leprechaun recientemente. En 1989 el propietario de un pub llamado PJ O'Hare en Carlingford, Condado de Louth afirmó que escuchó gritos de un pozo y encontró los restos y la ropa de un duende que hoy en día se exhibe en su pub. 

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Comentarios (2)

17 mar 2023 21:40 Alizz

Me encantó la reseña. Gracias

24 nov 2022 15:57 Victoria Calvo Lozano

Es un bonito cuento para contar a los pequeños e irlos introduciendo a la lectura. Gracias