La Bella y la Bestia. Guión de la obra de teatro para niños

Obras de teatro para representar con los niños

La Bella y la Bestia es un cuento para niños que ha sido llevado al cine y al teatro debido al éxito de la historia. Y es que, la moraleja de este relato reside en la importancia de ver el interior de las personas y no valorarlas tan solo por su aspecto. En definitiva, porque la belleza de las personas proviene de su corazón. 

En conmishijos.com hemos elaborado el guión de la obra de teatro para niños La Bella y la Bestia. De esta manera, podéis organizar una representación en casa y en el aula y disfrutar así del teatro. 

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Guión de la obra de teatro La Bella y la Bestia

La bella y la bestia, guión de la obra de teatro para niños

Personajes

  • Narrador
  • Mercader
  • Bella
  • Bestia 

Narrador

Érase una vez hace muchos años un mercader que había sido bendecido con una hija llamada Bella. 

Mercader

Qué suerte tengo hija mía. Me haces tan feliz, eres una buena hija. 

Bella

Ay padre, la suerte es mía. Anda, ve a dar un paseo que yo me ocupo de todo, te voy a preparar una comida de chuparse los dedos.

Mercader

Sí, hoy caminaré por el sendero del bosque. 

(Después de un tiempo caminando...)

¿Dónde estoy? No reconozco este sitio, creo que me he perdido. Allí veo algo, es un castillo. Entraré por si alguien puede ayudarme a volver a mi aldea. 

¡Holaaaa! ¿Hay alguien aquí? Parece que no hay nadie pero estoy tan cansado, que me echaré un rato a dormir y mañana intentaré regresar.

(A la mañana siguiente)

Este castillo parece abandonado, pero tienen un jardín precioso. ¡Está lleno de rosas! A Bella le encantan las rosas, tomaré una de ellas y se la llevaré de regalo.

Bestia

¡Qué estás haciendo! Este es mi castillo, este es mi jardín y estas son mis rosas. ¿Acaso pretendes robarme?

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Mercader

No, para nada. Ayer me perdí por el bosque y necesitaba descansar un poco antes de regresar a mi casa con mi hija Bella.

Bestia

Pero acabas de arrancar una rosa de mi rosal. Si quieres salvar la vida tendrás que ser con una condición, habrás de enviar a tu hija a este castillo.

Mercader

De acuerdo, si no hay más remedio. Volveré a casa de vuelta y mandaré a Bella contigo.

(El mercader vuelve a casa)

Narrador

El mercader volvió a su casa con gesto preocupado y, al llegar le contó a su hija todo lo que había pasado.

Bella

No te preocupes padre, iré allí en seguida, no vaya a ser que cumpla su amenaza. No quiero poner en riesgo tu vida.

Bestia

Así que tú eres Bella.

Bella

(Con miedo y temblorosa) Ssssí, no me hagas daño por favor. 

Bestia

Sé que mi aspecto puede impresionar, pero no debes tener miedo de mi. Te enseñaré mi castillo, he preparado una habitación para ti, es la más soleada y bonita.

Bella

Muchas gracias, aquí podré bordar y leer.

Narrador

A medida que pasaban los días, Bella sentía menos miedo de aquel ser, y Bestia, se solía sentar cerca de ella mientras cosía o leía.

Bella

Tengo que reconocer que tu aspecto no hace honor a tu corazón. Eres un ser bondadoso y me encanta charlar contigo. En realidad eres mucho más amable de lo que pareces.

Bestia

Jajaja, suele pasarme a menudo. A mí también me gusta hablar contigo. Tenerte en el castillo me hace sentir mucho más feliz. De hecho, he comenzado a tener sentimientos hacia ti y... como decirlo... Sería un honor que aceptaras ser mi esposa.

Bella

¡No puedo aceptar tu proposición!

Bestia

Lo entiendo, no te guardaré rencor por tu negativa. Para que veas que no estoy enfadado te regalo este bello espejo. Es un espejo mágico, a través de él podrás ver a tus seres queridos, quizás así no eches de menos tanto a tu padre.

Bella

Oh, ¿podré ver a mi padre? Quizás así mi soledad no sea tan penosa. Creo que no voy a despegarme nunca de este espejo. 

Narrador

Pero Bella, que echaba mucho de menos a sus seres queridos, cada vez se fue sintiendo más infeliz y un día, Bestia se la encontró llorando.

Bestia

¿Qué te sucede?

Bella

Se trata de mi padre, está muy enfermo, quizá muriéndose. Desearía tanto poderlo ver por última vez.

Bestia

¡Imposible! ¡Nunca dejarás este castillo!

Bella

Por favor, te juro que volveré, pero déjame ver a mi padre. 

Bestia

Si me prometes que a los siete días estarás de vuelta, te dejaré marchar para que puedas ver a tu padre.

Bella

Lo prometo, parto de inmediato y en una semana estaré de vuelta.

Mercader

Hija mía, qué alegría volver a verte. Me estaba matando la incertidumbre de saber cómo te estaría tratando aquel monstruo. Contigo aquí mejoraré enseguida. 

Bella

Sí padre, será como antes, tú y yo juntos viviendo felices en esta casa. 

Narrador

Bella era tan feliz que se olvidó por completo de que los siete días habían pasado desde su promesa. Una noche se despertó sobresaltada por un sueño terrible. 

Bella

Padre, he tenido una pesadilla, he visto a la Bestia muriéndose. Me llamaba para que volviera con él. Tengo que partir hacia el castillo, tengo un presentimiento.

(Marchó a caballo hacia el castillo)

Bella

¿Hola!, ¿Dónde estás? El castillo está vacío, quizás se encuentre en el jardín. ¡Oh, Dios mío! Allí está, ¿estará muerto? 

¡No te mueras, me casaré contigo!

Narrador

Tras esas palabras, aconteció un suceso increíble: el horrible hocico de la Bestia se convirtió en la figura de un hermoso joven.

Bestia

¡Cuánto he esperado este momento! Una bruja maléfica me transformó en un monstruo y sólo el amor de una joven que aceptara casarse conmigo, tal cual era, podía devolverme mi apariencia normal.

Bella

Siempre pensé que tenías un bello corazón, no podías ser una bestia sin alma. 

Narrador

Y así fue como se celebró la boda, y el joven príncipe quiso que, para conmemorar aquel día, se cultivasen en su honor sólo rosas en el jardín. Y, todavía hoy aquel castillo se llama "El Castillo de la Rosa".

FIN

 


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