Enuresis infantil: métodos para proteger la cama

¿Cuáles son los métodos disponibles para proteger la cama y al niño de las humedades?

Si tu hijo padece enuresis probablemente ya estéis tomando medidas para lograr que la supere: un tratamiento guiado por un especialista, ya sea médico, emocional o basado en la educación de su organismo, suelen ser los métodos más seguros para lograr el objetivo de amanecer con la cama seca y sin la preocupación de que ocurra lo contrario.

Proteger la cama durante el tratamiento

Pero mientras el tratamiento comienza a dar sus frutos, nada mejor que encontrar el método más adecuado para proteger la cama y al niño de la humedad. Hay dos tipos de métodos “principales” para lograrlo, diferenciados según su lugar de aplicación: bien en contacto con la cama, bien con la piel del niño. Sobre la cama
En cuanto a los métodos que van colocados directamente sobre la ropa de cama, hay dos: el primero es el protector de celulosa. Se trata de una especie “paño” que ocupa el ancho de la cama y se coloca a la altura de la cintura del niño. Es una solución que combina la absorción en la parte superior, con la impermeabilidad en la inferior, de manera que absorbe rápidamente la orina para evitar la sensación de humedad en el niño, pero no la deja pasar al colchón. Los protectores de celulosa son desechables y de un único uso. La segunda de las soluciones que se aplican sobre la cama es la funda impermeable para el colchón. Se trata de una funda que se coloca entre la sábana y el colchón, impidiendo que la orina lo traspase y llegue hasta este último. La funda es reutilizable, pero tiene el inconveniente de que hay que lavarla con frecuencia y en verano puede dar demasiado calor al niño. Sobre la piel del niño
En cuanto a métodos aplicables sobre la piel del niño, hay uno indiscutible: el pañal. En la actualidad este método es de los más utilizados, puesto que más que “pañales” lo que se oferta en el mercado para esta necesidad son braguitas absorbentes, diseñadas específicamente para cada caso, según sexo y edad. Estas braguitas tienen la ventaja de ser muy discretas, con un diseño pensado para abultar el menor espacio posible bajo el pijama y con un sistema de colocación simplificado al máximo; así se facilita en lo posible que el niño pueda llevar una rutina y vida social normales, y que pueda acudir con la máxima confianza a citas como campamentos o noches que se pasan en casa de los amigos. Este último método tiene la ventaja sobre los anteriores de que no ensucia el resto de ropa de cama y pijamas, permitiendo una mayor sensación de sequedad, pero cada familia debe encontrar el que más se ajuste a sus necesidades.


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