Frutas de verano

Colores y sabores que alimentan

Las frutas de verano son un privilegio que deberíamos enseñar a apreciar a nuestros hijos, a la vez que aprovechamos la ocasión para que adquieran hábitos alimenticios sanos.

Frutas de verano

LIMÓN. Citrus limon

Originario del norte de la India, su cultivo se extendió por Oriente Medio y toda la cuenca mediterránea. Fue introducido en América por los navegantes españoles. El limonero es un árbol pequeño de hoja perenne que se desarrolla perfectamente en maceta. Es, sin embargo, el más delicado de los cítricos ya que sólo aguanta heladas ligeras, de temperaturas nunca inferiores a tres grados bajo cero. Posee un alto contenido en vitamina C. El zumo de limón endulzado con azúcar o miel no solo constituye un excelente refresco, sino que es, además, desinfectante y astringente.

SANDÍA. Citrullus lanatus

Es una planta originaria del valle del Nilo que fue introducida en Europa por los cruzados. Sus frutos, redondos u ovalados, según la variedad, de pulpa jugosa, contienen gran cantidad de agua (más del 90%) y constituyen un valioso diurético natural para personas con problemas renales, ya que apenas contienen azúcar, sodio y potasio.

MELÓN. Cucumis melo

Aunque no existe unanimidad sobre el origen del melón, la mayoría de los autores lo sitúan en Pakistán y en las montañas del Cáucaso. De lo que no cabe duda es de que en la cuenca mediterránea se conoce desde la Antigüedad. Se dice que grandes figuras históricas como los papas Pablo II y Clemente VIII y el emperador de Austria Alberto II murieron por indigestiones de este fruto. Su pulpa, carnosa y dulce, apenas contiene azúcar: entre seis y siete gramos por cada 100 gramos de fruta.

CEREZAS. Prunus avium

El cerezo es un árbol originario de la península de Anatolia, muy resistente, se desarrolla a pleno sol y protegido del viento en suelos bien drenados. A finales de invierno ofrece una floración espectacular, a la que sigue una deliciosa cosecha de fruta entre junio y septiembre. Muy parecido, aunque de menor tamaño, es el guindo (Prunus cerasus), que produce frutos más ácidos. El bonito color de las cerezas se debe precisamente a la cianidina, una sustancia presente también en los pétalos de rosa. Por su alto contenido en potasio son muy diuréticas y en el pasado fueron un eficaz alivio para los enfermos de gota. También es alto su contenido en fibra, vitamina A y azúcares (15 gramos por cada 100 gramos de fruta), por lo que se recomienda consumirlas con moderación.

MELOCOTÓN. Prunus persica

Originario de China y Mongolia donde se cultiva desde hace miles de años, el melocotonero fue introducido en Persia por las caravanas que recorrían la ruta de la seda, de donde pasó a la Europa mediterránea; luego los españoles lo introdujeron en América. Los melocotones son ricos en caroteno, un pigmento que comparten con otros vegetales anaranjados como las zanahorias, por ejemplo, y que nuestro organismo transforma en vitamina A. Es, además, estupendo protector solar. Son muy apreciados los melocotones de Calanda, en Aragón, y los de La Rioja. Al parecer, cuando los melocotoneros se plantan entre viñas, dan frutos más pequeños y tardíos, pero particularmente sabrosos.

Pilar Gómez-Centurión, periodista

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