La casa de los ratones, un libro para niños lleno de sorpresas

Recomendaciones de libros: un libro para niños entre 4 y 8 años

La casa de los ratones es un mundo en miniatura encerrado en un gran libro. Sam y Julia, son dos pequeños ratones que nos permiten entrar en su vida cotidiana para contarnos cómo son sus costumbres y enseñarnos su impresionante casa por dentro... ¡Una maqueta a escala real!

Un libro para niños con premio: La casa de los ratones

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La casa de los ratones no es un libro cualquiera, es un libro de esos en los que uno se puede pasar las horas muertas mirando cada detalle de las imágenes. Aquí, más que nunca, la imagen vale más que mil palabras y, cada foto, justifica por sí misma la creación del libro; y, el texto está solo como acompañamiento de la imagen.

Este libro para niños está dedicado a un público infantil de entre 4 y 8 años, por lo menos en lo que a la historia se refiere, porque las imágenes nos asombran, tengamos la edad que tengamos. Tanto es así que, en el 2016, este libro fue galardonado con el Premio Libro Kiriko al mejor álbum infantil del año, gracias a su singularidad.

Las imágenes en realidad son fotografías que la autora del libro, Karina Schaapman, ha tomado de la espectacular maqueta que ha sido capaz de crear con sus manos, una inmensa paciencia, muchos años de trabajo y una infinidad de materiales reciclados de todo tipo, de una inmensa casa de ratones.

Una casa de ratones a escala real

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Esta holandesa, en sus ratos libres, decidió construir una verdadera casa de ratones a tamaño real. Pero, la tarea se fue complicando y, lo que podría haber sido un pequeño recinto con una camita y poco más, terminó siendo un inmenso edificio, tan alto como la propia autora y, cuyos cimientos se han levantado a golpe de pegamento, cola, unas cuantas dioptrías, y millones de cerillas, botones, tapones de botella, telas, y todo tipo de materiales a los que Karina ha sido capaz de encontrarle utilidad.

La casa, que es una mansión, cuenta con más de 100 habitaciones, pasillos, algunos exteriores, patios, y todo lo que puede envolver el mundo ratonil de sus protagonistas, familias y amigos. En cada una de las estancias, podemos distinguir las camitas con sus colchas, bibliotecas con libros polvorientos del tamaño de una uña, cuartos de baño con burbujas en la bañera, un teatro con escenario y butacas, patios donde jugar a las canicas, laboratorios con microprobetas, o un taller de costura con una tienda de bolsos de diferentes estilos.

Cada estancia está decorada al detalle. Podrías pasarte horas mirando todos los adornos y detalles: flores secas en jarrones, ropa sucia en un rincón, libros minúsculos, juguetes del tamaño de un dedal... Y, dentro de este micro mundo, donde conviven varias familias de ratones, Sam y Julia, sus dos protagonistas, nos cuenta una historia, que no es nada especial, sino, simplemente, la vida cotidiana y sencilla de dos pequeños ratones, sin nada destacable, a veces divertida, a veces triste, pero siempre entrañable.

En el interior del libro, en un pliego aparte, podemos encontrar un mapa de la casa al completo, para que alucinemos viendo la paciencia y la maña que se dan algunos.

Un libro que trata de la vida cotidiana, para niños a los que les gusta perderse en las imágenes y poco en el texto.