Semana 21

Mi cuerpo cambia

No te preocupes si tienes problemas de insomnio: el bebé vive a su propio ritmo y tiene su propias secuencias de sueño. En cuanto a ti, considera la idea de acudir a sesiones de relajación y toma tisanas suaves (manzanilla, tila...). ¡No te prives de las siestas! Tu cuerpo está trabajando a pleno rendimiento, concédete pequeños descansos diarios.

Visitas médicas

Para prevenir la anemia ferropénica, bastante frecuente en embarazadas, el médico puede recetarte suplementos de hierro.
Tu médico te dará unas pautas de alimentación, aconsejándote que evites ciertos alimentos, sobre todo para prevenir la toxoplasmosis, como carnes crudas, embutido o frutas y verduras sin lavar.
Asimismo, te recomendará evitar la sobrecarga de grasas, reducir alimentos con mucho azucar, evitar tabaco, alcohol y meditamentos y realizar un aporte adecuado de agua (unos dos litros diarios)

Mi bebé crece

Tu bebé tiene ya 19 semanas de vida y comienzas a notar que se mueve. Si se trata de tu segundo hijo, lo percibirás más intensamente. En esta etapa, se produce una sustancia grasa, llamada vermix caseosa o también llamada unto sebáceo, compuesta por aceite y viejas células dérmicas fetales, que protegerá a su piel.
Mediante ecografías se ha comprobado que el bebé comienza a moverse espontáneamente entre la semana 7 y la semana 10 de embarazo, pero es entre la semana 16 y la semana 20 cuando tú comenzarás a notar estos movimientos.

A tener cuenta

Pide a tu pareja que te masajee la piel con una buena crema o aceite corporal, para ayudarte a mantener una piel lisa y firme. Es importante que tu pareja se sienta partícipe durante todo el embarazo, si te acompaña a las visitas médicas y participa en las clases de preparación al parto le ayudará a no sentirse excluido. Además, el papel del padre será fundamental durante el parto, dándote apoyo emocional y físico.