La importancia de leer cuentos al niño

Lecturas infantiles. Aprender con los libros.

Leer cuentos a los niños es más importante de lo que parece. Además de ayudarles a abordar la lectura, les permite estructurar su pensamiento, siempre que lo hagan disfrutando, y no como un ejercicio escolar.

Solo los seres humanos somos capaces de contar historias. Nuestras vidas están tejidas de relatos. Es importante contar historias a los niños, incluso las más cortas, porque estas microhistorias hacen del día a día una fiesta compartida y permiten igualmente que aflore el pensamiento.

La importancia de leer cuentos al niño

Los libros ayudan al niño

Las historias llegadas del exterior le ayudan a construir su pensamiento y a organizar la percepción que tiene de sí mismo. Y tras haber escuchado historias, tras haberlas devorado, llega el día en que le toca contarlas. Es decir, comienza a servirse del lenguaje no solamente para designar las cosas o las personas que lo rodean (plato, pájaro, mamá”...), sino también para expresar qué ocurre entre ellas, y para construir el tiempo... Por fin, los acontecimientos dejan de estar aislados para el niño y pasan a estar unidos unos con otros.

Una historia no habla siempre del presente, puede evocar el pasado, lo lejano o lo ausente. Gracias a la historia que se cuenta, un niño puede evocar un objeto o un ser que no están ante él. Con el bagaje de las historias que le han contado, el niño crea “puestas en escena” en las que controla el ordenamiento de las cosas. Se convierte en el narrador de su propia historia, algo vital.

Consejos para padres ante la lectura infantil

Si los padres no tienen una buena relación con los libros, es aconsejable que lleven a sus hijos a la biblioteca, a las sesiones de cuentacuentos, e incluso que asistan a ellas también. En todo caso, si les leemos cuentos diciéndonos: “tengo que hacerlo, porque será bueno para él en el futuro, cuando vaya al colegio”, seguro que no funciona. El niño sentirá que falta algo.

Si leemos una historia al niño y se muestra inquieto, yendo y viniendo de un sitio para otro o entreteniéndose aparentemente con otra cosa, conviene dejarle actuar así, ya que no significa que no esté pendiente también de la narración. Tampoco es bueno preguntarle cada treinta segundos si lo ha entendido todo. Incluso si hay palabras incomprensibles, siempre debe de haber un margen de misterio, para que el niño elabore hipótesis e imagine por sí solo. Un niño, por pequeño que sea, tiene derecho a su vida íntima, a sus fantasías, a sus pensamientos, a su singularidad.

Del mismo modo, cuando un padre quiere transmitir con mucho afán su placer por la lectura y, al leer, exagera “sobreactuando” excesivamente, puede hacer que al niño le cueste apropiarse de la historia, que se convierte casi en la historia de su padre. Hay que dar un margen al niño y no imponerle nada. Se trata de transmitirle las ganas de apropiarse de los libros, de desear historias. Cuando el niño busca los libros, los coge, lo hemos logrado. Más adelante, los leerá a escondidas por la noche, debajo de la manta, a la luz de una linterna.

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Comentarios (1)

07 sep 2016 13:28 www.habiaunavezuncuento.com

Un artículo muy interesante, nosotros también somos conscientes de la importancia de fomentar la lectura entre los más pequeños, por ello, nos encanta escribir cuentos infantiles.

Un Saludo!