6 pautas imprescindibles para dejar a tus hijos salir solos a la calle

¿Cuándo pueden salir los niños solos de casa?

Una de las decisiones más difíciles a la que nos enfrentamos los padres es la de permitir que nuestros hijos salgan solos de casa. Es importante que seamos conscientes de que no todos están preparados a una edad determinada, la madurez y la autonomía que hayan ido adquiriendo desempeñan un papel muy importante además de otros elementos como el entorno y los apoyos con los que contemos.

¿En qué momento está preparado nuestro hijo para dar esos primeros pasos?

No existe una respuesta estandarizada, lo que sí es necesario es enseñarles estrategias para manejar situaciones que puedan surgir una vez que estén solos en la calle, y sobre todo que aprendan destrezas para evitar verse envueltos en conflictos no deseados. Al principio somos nosotros quienes podemos establecer una zona limitada dentro de la cual el niño se pueda mover  por su cuenta con tranquilidad, siempre comprendiendo y cumpliendo ciertas normas básicas. Nos pedirán acercarse a casa de algún compañero de colegio que viva cerca, con un camino muy conocido; en ese caso, una simple llamada de control cuando llegue será suficiente.

Nuestros hijos van creciendo

Hasta el momento, nos acompañaban siempre, pero de pronto llega un día en el que quieren empezar a despegarse... salir solos a la calle es una de las primeras expresiones de autonomía.

La horquilla de la edad ideal para disfrutar de esta autonomía se sitúa según los expertos entre los 9 y los 12 años, además los móviles son de gran ayuda bien para avisarnos cuando han llegado o bien para tenerlos localizados durante el camino mediante una de las aplicaciones disponibles para tal fin. Cuando tienen 11 años, por ejemplo, podemos dejarles ir al parque cercano con los amigos si cumplen las normas de  tráfico y se comprometen a volver a la hora que les indicamos, si entendemos como padres que se dan las circunstancias adecuadas en el entorno en que nos encontremos. Pero cuidado, hemos de preparar a nuestros hijos con anterioridad, desarrollando en ellos habilidades y aprendizajes relacionados con el autocontrol, la capacidad de organizarse y las habilidades sociales y emocionales.

En  países como Suiza, Japón o Estados Unidos, desarrollan diferentes estilos de crianza en los que los niños adquieren la capacidad de salir solos desde una edad muy temprana.

En primer lugar es necesario que aprendan a ser autónomos en un lugar seguro como es nuestra casa,  para después llevar a cabo pequeñas tareas como bajar la basura, comprar el pan, llevar algo a casa de un vecino... 

La autonomía no aparece de un día para otro. El hecho de cumplir diez u once años no significa que tenga que estar preparado para salir a la calle, pues no todos pueden afrontar este reto a la misma edad. Cada niño es diferente.

Pautas que podemos seguir cuando salgan solos a la calle: 

  1. Enseñarles a evitar personas sospechosas y comportamientos de riesgo.
  2. Ofrecerles información de aquellos peligros que pretendemos evitar (es muy interesante que sepan interpretar los semáforos, utilizar los pasos de cebra, no bajarse de las aceras...)
  3. No agobiarles ni asustarles con demasiadas advertencias para no generar inseguridad.
  4. Acompañarles los primeros días observando su conducta y cubrir el trayecto completo. Más adelante de forma progresiva, les acompañaremos una parte del recorrido para que lo terminen solos.
  5. No forzales, porque salir a la calle es una cuestión de madurez y no es adecuado compararles con otros niños de su edad.
  6. Permitir que expresen su opinión y sus aportaciones sobre cómo pueden afrontar situaciones más conflictivas.

¿Y para ir solos al cole?

  • Es muy importante que tengamos en cuenta que si decidimos dejar ir solos a los niños, es nuestra responsabilidad como padres. Si todavía no es el momento, podemos darles autonomía en otras situaciones.

  • A partir de los diez u once años el niño puede estar preparado, pero hay que valora su nivel de madurez, si se muestra seguro, si identifica ciertos peligros y cómo responde en caso de necesitar ayuda.

  • Es necesario tener en cuenta la distancia al colegio y el grado de peligro que tiene, no es lo mismo un barrio tranquilo que un barrio con saturación de tráfico u otro peligro potencial.

  • Es conveniente avisar a los profesores y al Centro de que el niño comenzará a ir solo, para una correcta coordinación.

 Ana Roa, pedagoga y psicopedagoga
www.roaeducacion.com
roaeducacion.wordpress.com
 

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