8 claves para crear un buen espacio de estudio para nuestros hijos

¿Cómo debe ser el espacio idóneo para que los niños estudien?

Nos encontramos en un mundo cada vez más complejo, en pleno desarrollo cultural, científico y tecnológico, por lo que la preparación de los niños debe ser desde el principio cada vez más sólida y eficaz. Nosotros, los padres, nos dedicaremos no solamente a aumentar los conocimientos de nuestros hijos, sino a mejorar sus aprendizajes y a apoyar las nuevas técnicas de estudio y trabajo intelectual que van surgiendo para ellos, es decir, les ayudaremos a aprender a aprender. 

Querer y saber estudiar 

Saber estudiar supone, por tanto, el dominio de unas estrategias, hábitos y habilidades. Cuanto mejor esté organizado el tiempo de estudio, menos esfuerzo exigirá al chico y mejores resultados obtendrá este. La voluntad ("querer estudiar") y el interés son dos factores que ayudarán a la asimilación de los aprendizajes, pero el éxito final dependerá de la actitud positiva hacia el estudio,  del grado de motivación para abordar las tareas y de disponer de un espacio adecuado a fin de desarrollarlas. 

Para una auténtica motivación del niño se reunirán las siguientes condiciones: 

  • Objetivos conocidos, definidos y asumidos por los chicos.
  • Ambiente favorable en el hogar para el estudio (un mínimo silencio que facilite la concentración).
  • Medio adecuado: condiciones materiales (iluminación, disposición del mobiliario, temperatura...) aceptables.
  • Plan de trabajo realista, idóneo, sencillo, flexible y práctico. 

¿Cómo debe ser el espacio idóneo para estudiar?

1. Ubica el espacio para estudiar

Dependiendo del carácter de nuestro hijo necesitará concentrarse bien en soledad o con alguna compañía. En el primer caso buscaremos una habitación tranquila y apartada donde instalar la habitación de estudio, lejos de la televisión u otros elementos que pudieran distraerle; en el segundo caso sí se trata de niños que necesitan interactuar continuamente podemos habilitar un rincón en una de la habitaciones de la casa que frecuentemos más, pero cuidado con las distracciones y las entradas o salidas del niño.

2. Un espacio cómodo

No es aconsejable que el niño estudie tumbado en su cama, pues en las primeras edades puede adormecerse y no terminar su trabajo. Es preferible que la habitación esté dotada de una silla adecuada para este uso.

3. Hazlo práctico y funcional

Idealmente, la mesa de trabajo de tu hijo debería llegar a la altura de su cintura, de tal manera que cuando se siente pueda apoyar los codos sobre la mesa sin necesidad de agachar los hombros.  Puede que utilicemos alguna silla que ya tengamos en casa y no posea la altura correcta, en cuyo caso puede sentarse sobre un cojín. También es conveniente que pueda apoyar la espalda sobre algún complemento ergonómico o simplemente con una manta enrollada para evitar sobrecargas.  Con la pantalla del ordenador sería interesante mantener una distancia de unos 40-50 centímetros y contar con una fuente de iluminación adicional, ajustando correctamente el brillo de la pantalla

4. Iluminación y ventilación

No olvidemos la importancia de la luz ambiental y la combinación de las diversas fuentes de iluminación adicional. No olvidemos que un espacio bien ventilado y con iluminación adecuada aumenta la capacidad de atención y resitencia física, reduce la fatiga, y  proporciona  mayor energía.

5. Mesa ordenada pero no sobrecargada

El niño no puede organizar su trabajo si se encuentra con una mesa repleta de materiales superpuestos. Debe disponer de un espacio limpio, y en el caso de tener que realizar manualidades, el ordenador o dispositivo tecnológico se colocará a un lado.

6. Planificación del material de estudio

Cuando comience a estudiar, los materiales que necesita deben estar a su alcance (calculadora, papel, lápices...) para que no tenga que levantarse continuamente para buscarlos.  Un calendario tradicional o una agenda le ayudarán a planificarse y a anotar lo que necesite.

7. Organizadores

Un tablón de anuncios en la pared siempre es necesario, además de cajas u organizadores con su cartel correspondiente para que el material esté bien clasificado.

8. Decoración

El niño puede personalizar su espacio con aquellas imágenes que le resulten atractivas y pueda disfrutarlas. Alguna foto de la mascota será un buen reclamo y una buena motivación para centrarse en la tarea y acabar antes.

 Ana Roa, pedagoga y psicopedagoga
www.roaeducacion.com
https://roaeducacion.wordpress.com
 

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