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Fábula de Esopo para niños: El cabrito y el lobo flautista

Las fábulas de Esopo y su valor en la infancia


Publicado por Patricia Fernández, bloguera y periodista especializada en ocio y tiempo libre
Creado: 13 de mayo de 2025 11:38 | Modificado: 13 de mayo de 2025 11:42


Las fábulasson relatos cortos, sencillos y llenos de sabiduría que permiten a los niños reflexionar sobre el comportamiento humanoy sus consecuencias. A través de personajes animales que hablan, piensan y actúan como personas, los más pequeños aprenden valiosas lecciones sobre la prudencia, el respeto, la responsabilidady la astucia. Esopo, el gran fabulista de la antigua Grecia, fue un maestro en este arte. Cada una de sus fábulas, por muy breve que sea, encierra una enseñanza profunda y práctica que perdura en el tiempo.

Una de sus historias más ingeniosas y divertidas es "El cabrito y el lobo flautista", un cuento en el que se mezclan el peligro, la creatividad y el humor para enseñarnos algo fundamental: antes de aceptar cualquier propuesta, es mejor pensar dos veces y analizar las consecuencias. A través de un final sorprendente, Esopo nos recuerda que no siempre debemos dejarnos llevar por la novedad o el impulso, especialmente si nuestra naturaleza o responsabilidad va en otra dirección.

Fábula de El cabrito y el lobo flautista

La fábula El cabrito y el lobo flautista

(Escena: Un prado verde, tranquilo y extenso, bañado por la luz del atardecer. Un cabrito joven corretea entre las flores, distraído y feliz, sin darse cuenta de que se ha alejado demasiado de su rebaño.)

Narrador: En una tarde templada, un pequeño cabrito se entretuvo jugando entre las flores del campo. Saltaba alegremente, olfateaba los arbustos y perseguía mariposas, sin darse cuenta de que el resto del rebaño ya se había marchado. Cuando finalmente levantó la cabeza, se encontró completamente solo.

Cabrito (preocupado): ¡Oh, no! ¿Dónde están los demás? Me distraje demasiado...

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Narrador: Pero el problema no era solo la soledad. Un lobo hambriento, que había estado al acecho tras unos matorrales, vio al cabrito separado del grupo y pensó que había llegado su cena.

Lobo (relamiéndose): ¡Qué suerte! Un cabrito solo y distraído... esto será fácil.

Narrador: El cabrito, al ver al lobo acercarse con los colmillos brillando y los ojos entornados, supo que no tenía escapatoria. Sin embargo, no perdió la calma. Pensó con rapidez, y justo cuando el lobo se preparaba para saltar sobre él, le habló.

Cabrito (con ingenio): Espera, lobo. Sé que me vas a comer, no lo niego. Pero permíteme al menos morir con un poco de dignidad. ¿No podrías tocar la flauta mientras bailo? Así no me iré de este mundo sin haber hecho mi último espectáculo.

Narrador: El lobo, sorprendido pero vanidoso, aceptó la propuesta.

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Lobo (sonriendo): ¡Qué petición más extraña! Pero me halaga que quieras bailar para mí. Muy bien, ¡prepárate!

Narrador: El lobo sacó una flauta de caña que llevaba entre sus cosas y comenzó a soplar una melodía rítmica y alegre. El cabrito, aprovechando el sonido, empezó a brincar y girar como si estuviera danzando con entusiasmo.

Narrador: El sonido de la flauta no pasó desapercibido. Los perros guardianes del rebaño, que no estaban muy lejos, oyeron la música y corrieron hacia el prado, curiosos y en alerta. Al llegar, vieron al lobo con la flauta en las patas delanteras, distraído, mientras el cabrito danzaba.

Perro (gruñendo): ¡Ahí está el lobo! ¡A por él!

Narrador: Al darse cuenta de que había sido descubierto, el lobo soltó la flauta y huyó, perseguido por los perros. Mientras corría, frustrado y sin aliento, no pudo evitar pensar en lo que había hecho.

Lobo (resoplando): Muy bien empleado me está... Soy cazador, ¡no flautista! ¿En qué estaba pensando?

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Moraleja: Analiza las propuestas de los demás para no sentirte defraudado con sus consecuencias

¿Qué quiere decir la fábula de Esopo?

La fábula del cabrito y el lobo flautista es una divertida historia que encierra una importante advertencia: no debemos dejarnos llevar por las ideas ajenas sin analizarlas primero. El lobo, por vanidad o distracción, olvidó su papel de cazador y cayó en la trampa del cabrito. Por querer impresionar o complacer, perdió el control de la situación y terminó huyendo con las patas vacías.

Este mensaje es muy útil para los niños, ya que los ayuda a desarrollar el pensamiento crítico. Es importante que aprendan a evaluar las propuestas que reciben, a reflexionar sobre lo que se espera de ellos y a no actuar impulsivamente. A veces, lo que parece divertido o inofensivo puede tener consecuencias inesperadas.

Además, la historia también resalta la inteligencia del cabrito. A pesar de estar en peligro, no se rindió ni se desesperó. Usó su ingenio y creatividad para salir del apuro. Esto enseña a los niños que pensar con calma y actuar con astucia puede ser una gran ventaja, incluso en momentos difíciles.

Preguntas de comprensión lectora

  1. ¿Por qué se quedó solo el cabrito en el prado?
  2. ¿Qué hizo el cabrito cuando vio al lobo?
  3. ¿Qué propuesta le hizo el cabrito al lobo?
  4. ¿Qué sucedió mientras el lobo tocaba la flauta?
  5. ¿Qué pensó el lobo después de huir?
  6. ¿Cuál es la lección que aprendemos con esta historia?

El valor del ingenio y la prudencia

"El cabrito y el lobo flautista" es una fábula de Esopo que combina el humor con la sabiduría, algo muy característico del estilo de Esopo. A través de una situación divertida y poco común, el relato nos muestra dos grandes enseñanzas: por un lado, la necesidad de actuar con cautela y pensar antes de aceptar lo que otros nos proponen; por otro, el valor de mantener la calma y usar la inteligencia para resolver problemas.

En un mundo donde muchas veces se nos invita a hacer cosas sin pensar en sus consecuencias, esta historia es una herramienta perfecta para educar en la reflexión, la autonomíay la creatividad. Alentemos a los niños a no actuar solo por impulso o por agradar a los demás, sino a detenerse, pensar, y decidir por sí mismos qué es lo correcto.

Al fin y al cabo, como bien aprendió el lobo: si uno no actúa con coherencia y sentido común, puede acabar tocando la flauta cuando debería estar prestando atención a lo que de verdad importa.

 

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