Diálisis

Es un método de depuración extrarrenal de la sangre que se utiliza en pacientes con insuficiencia renal aguda (reversible) y fundamentalmente en aquellos pacientes con insuficiencia renal crónica en fase terminal e incompatible con la vida

Dr. Pedro Errasti Goenaga
Especialista en Nefrología
Consultor. Servicio de Nefrología
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA

¿Qué es la diálisis?

En el sentido terapéutico y para el especialista de riñón, es un método de depuración extrarrenal de la sangre que se utiliza en pacientes con insuficiencia renal aguda (reversible) y fundamentalmente en aquellos pacientes con insuficiencia renal crónica en fase terminal e incompatible con la vida. Se fundamenta en el movimiento de solutos (iones, urea, creatinina, ácido úrico, etc. ...) y de solventes (agua) a través de los poros de una membrana semipermeable en relación con las diferentes concentraciones de las sustancias siguiendo los fenómenos de difusión, osmosis y filtración.

¿Qué tipos de diálisis hay?

Hay dos tipos de diálisis dependiendo de la membrana semipermeable que puede ser NATURAL como en el caso del peritoneo del paciente (capa que recubre los órganos internos del abdomen y que tiene múltiples capilares y gran superficie) y entonces se llama diálisis peritoneal, o una membrana ARTIFICIAL y entonces se trata de hemodiálisis. Estas pueden ser de naturaleza celulósica o sintética y por su estructura pueden ser de fibra capilar o de membrana plana. Varían por su permeabilidad, superficie, espesor, carga eléctrica y capacidad de adsorción.

¿Cuáles son las indicaciones de la diálisis?

La indicación fundamental de la diálisis es el tratamiento de la insuficiencia renal crónica, que debe ser siempre integral, esto es con opciones de cambio de una técnica a otra y la posibilidad de trasplante renal en caso de que no exista contraindicación. Las enfermedades que conducen a la insuficiencia renal son múltiples, pero las principales son: glomerulonefritis, pielonefritis, nefritis intersticiales, nefropatías vasculares y nefropatía diabética. Está también indicada la diálisis en la insuficiencia renal aguda y en algunas intoxicaciones.

¿Qué se precisa para la diálisis peritoneal?

La diálisis peritoneal requiere la colocación de un catéter blando multiperforado en el abdomen, a través del cual se infunde solución de diálisis (similar a la parte líquida de la sangre pero sin productos de desecho), de unos dos litros con recambio cada 4-6 horas durante el día y de unas 8 horas durante la noche, todos los días del año. A éste método de diálisis se denomina DIÁLISIS PERITONEAL CONTINUA AMBULATORIA y la realiza el propio paciente tras un período de aprendizaje hospitalario. Puede efectuarse también con una máquina o cicladora que efectúa los recambios de forma programada por la noche, permitiendo al paciente estar libre durante todo el día y a esto se denomina DIÁLISIS PERITONEAL AUTOMATIZADA.

¿Qué complicaciones pueden darse en la diálisis peritoneal?

Las principales son la pérdida de líquido por el túnel de acceso del catéter, la infección del túnel o del catéter, la obstrucción del catéter, las peritonitis, hernias abdominales, pérdidas de proteínas, etc. Todas ellas se solucionan con tratamiento.

¿Qué se precisa y cómo se realiza la hemodiálisis?

Se requiere una vía de acceso permanente al torrente intravascular (preferiblemente una fístula arterio-venosa interna, posible una cánula, etc. ...), un riñón artificial (consta de bomba extractora de sangre, un monitor y el dializador donde se encuentra la membrana semipermeable y donde se efectúa el intercambio entre el líquido o baño de diálisis y la sangre). Habitualmente la sesión de diálisis en pacientes crónicos se efectúa tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes; o martes, jueves y sábados), con una duración de 4 horas por sesión, en turnos de mañana, tarde o noche. Puede llevarse a cabo en el hospital, en una unidad de diálisis extrahospitalaria o incluso en el propio domicilio del paciente.

¿Qué complicaciones pueden darse en la hemodiálisis?

Las principales complicaciones son un flujo insuficiente de sangre (el ideal es superior a 300 cm/min), rotura del dializador con pérdida de sangre, hipotensiones, mareos, cefaleas, náuseas o vómitos, picores, calambres, etc. ... Actualmente, con las modernas máquinas automáticas y diversas variantes de diálisis con bicarbonato, las complicaciones son mínimas y en gran parte subsanables.

¿Puede el paciente elegir el tipo de diálisis?

El paciente puede y debe elegir, con la ayuda del nefrólogo que le trata, el método de diálisis (diálisis peritoneal o hemodiálisis y sus múltiples variantes) que mejor le vaya por sus características (edad, trabajo, circunstancias familiares, distancia a la unidad de diálisis, tipo de enfermedad renal y de otras enfermedades concomitantes, posibilidades o no de vía de acceso al torrente intravascular, operaciones abdominales previas, etc.). El médico debe informarle sobre todas las diferencias entre las diversas modalidades de diálisis y las ventajas e inconvenientes en general y en el caso concreto del paciente. Además, como el tratamiento de la insuficiencia renal crónica terminal es integrado, es siempre posible el paso de un tipo de diálisis a otro en caso de intolerancia o problemas no solucionables.

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