Birmano: cercano a Buda

Birmano: cercano a Buda

Los historiadores creen que el gato Birmano desciende de los felinos objeto de culto en los templos budistas de Birmania.

El mayor mérito de haber logrado que esta raza llegue hasta nuestros días corresponde a los criadores franceses. A base de cruces entre estos y gatos siameses y persas blancos, se consiguió establecer los patrones genéticos de la raza. A partir de los años 70, la raza subió en popularidad en los Estados Unidos, y hoy es muy común en los hogares norteamericanos. En cuanto a su carácter, hay que decir que estos gatos son un tanto especiales. Sufren la ausencia prolongada de sus dueños, por lo que si tenemos pensado pasar mucho tiempo cada día fuera de casa, bien sea por motivos de trabajo o cualquier otro, es probable que el gato Birmano no sea nuestra mejor elección. En casa, estamos ante un animal cariñoso, sociable y muy mimoso. Requerirá nuestra atención constantemente y se nos acurrucará en el regazo.

Cuidados

A pesar de ser una raza de pelo largo, lo cierto es que los cuidados que requiere su pelaje son mínimos. Al carecer de subpelo, no existe riesgo de que forme motas ni necesita de cepillados de forma tan asidua como el resto de los ‘melenudos’. Más bien deberemos tener preparado el aspirador, porque su pelaje largo y sedoso quedará frecuentemente incrustado en muchos lugares de la casa. A su vez y al igual que muchas otras razas, esporádicamente regurgitará bolas de pelo que haya comido durante su aseo personal.

Birmano: cercano a Buda

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