Episotomía, ¿cuándo es necesaria?

Antes se creía que ayudaba a prevenir los desgarros vaginales y otros problemas

¿Qué es la episotomía?

La episotomía es la incisión que practica el médico entre la abertura de la vagina y el ano (perineo) durante el parto. Aunque hace unos años era parte de la rutina, ya no es así. Si tienes proyectado un parto vaginal, hay cosas que te conviene saber sobre esa práctica y sobre el parto.

Lo que se pensaba antes

Durante años, se creyó que con la episiotomía se prevenían desgarros vaginales mayores y que esta incisión sanaba mejor que el desgarro natural. Se pensaba también que el procedimiento reducía el riego de incontinencia urinaria tras el parto, y que evitaba que la vejiga y el recto descendieran a la vagina. Ahora se ha comprobado que las episiotomías rutinarias no previenen esos problemas. La recuperación es incómoda y a menudo la incisión es mayor de lo que hubiera sido el desgarro natural. En algunas mujeres, es incluso causa de relaciones sexuales dolorosas durante meses después del parto: se ha comprobado asimismo que el procedimiento aumenta el riesgo de incontinencia fecal.

¿Cuándo se practica una episotomía?

Si bien los expertos creen que la episiotomía rutinaria no es necesaria, piensan que puede estar indicada en algunos casos concretos, entre ellos:
• Cuando hay muchas probabilidades de que se produzcan grandes desgarros vaginales.
• Cuando el bebé está en una posición anómala
• Cuando es necesario un parto rápido
La episiotomía se practica con anestesia local. Es un procedimiento no doloroso.

Masaje perineal: prevención de desgarros vaginales

Para suavizar y ablandar los tejidos vaginales y evitar desgarros , algunos especialistas recomiendan masajear la zona entre la vagina y el ano en los últimos días de embarazo. Es lo que se conoce como masaje perineal.
Para realizarlo, comienza por cortarte y limarte las uñas y lavarte las manos con agua y jabón: luego aplícate un lubricante en las yemas de los dedos gordos y sitúalos en el interior de tu vagina. Aprieta hacia el recto, y mantén la presión de 1 a 2 minutos. Luego, masajea la mitad inferior de la vagina.
Repite una vez al día durante 10 minutos, hasta el día del parto. Interrumpe el masaje si te molesta o sientes dolor.

Molestias tras la episiotomía

Tanto la episiotomía como los desgarros del parto pueden provocar molestias y dolor durante un par de semanas, sobre todo al andar, sentarte o ir al baño. Si la incisión o el desgarro son grandes, el dolor puede tardar más en remitir. Los puntos de la episiotomía se absorben. Para estimular la curación, se recomienda:
• Aplicar compresas de hielo (siempre envueltas en un paño, nunca el hielo directamente sobre la piel).
• Mantener laherida bien limpia: puedes utilizar una regadera o botella con agua templada para lavar la zona a chorro después de ir al baño. También puedes darte un baño de agua templada.
• No te sientes para orinar: hazlo en cuclillas, sin abrir mucho las piernas. Para aliviar el escozor, vierte agua templada sobre la vulva mientras orinas.
Evita los esfuerzos al defecar. Mantén un paño limpio contra el herida y aprieta fuerte mientras expulsas las heces. Eso alivia la presión en la herida.
Siéntate con cuidado. Aprieta los muslos uno contra otro al sentarte. Utiliza un flotador si eso te hace sentir más comoda.
• Haz los ejercicios de Kegel. Te ayudarán a mantener los músculos pélvicos tonificados. Consisten simplemente en tensionar esos músculos como si intentaras interrumpir el flujo de orina cuando sale. Empieza a hacerlos el día siguiente del parto, en tandas de 4 ó 5 (mantén la tensión unos 4 segundos y luego vete aumentando el tiempo hasta 10 segundos).
• Estáte atenta a las señales de infección. Si el dolor de la herida aumenta o la sientes caliente, hinchada o purulenta (con pus), llama al médico enseguida.


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