Entrevista a Elisa Yuste

Filóloga experta en cultura digital y lectura de pantallas

"Los niños deben tener cierta madurez antes de disponer de un dispositivo digital propio, y ser conscientes de los inconvenientes"

El pasado 18 de abril de 2018, Elisa Yuste*participó en el panel dedicado a 'El lector en la era digital' con motivo de la presentación del Anuario de Acción Cultural Española (AC/E) 2018, dedicado en esta ocasión a las "Tendencias digitales en la cultura. El lector en la era digital",en el Espacio Fundación Telefónica Madrid. Con esta importante publicación, en la que Elisa Yuste es coautora del Focus y de algunos de sus capítulos,se pretende analizar el impacto de las nuevas tecnologías en el sector cultural y ver cómo estas influyen en el mundo de la literatura y la cultura escrita, en la lectura y los lectores.

¿Qué cambios se están produciendo en la educación como consecuencia del uso de las tecnologías digitales?

Las tecnologías de última generación están cambiando el mundo y nuestras vidas a una velocidad y en una dimensión sin precedentes cuyas consecuencias son difíciles de predecir. Pero tendrán tal magnitud que es una necesidad imperiosa que la formación digital se convierta en una prioridad de cualquier sistema educativo. Sin embargo, su impacto en la educación a día de hoy tiene un nivel de calado muy variable.

Las TIC han entrado en las aulas y existen planes de estudios con contenidos específicos, pero, en general, no es suficiente. La digitalización puede producir una importante brecha entre los que manejan la tecnología y los que no, que hay que evitar. Además, hay una enorme falta de perfiles tecnológicos para abordar la trasformación digital que estamos viviendo que se han de ir creando.

Hoy por hoy, la educación formal no aporta la especialización que requiere este nuevo entorno. Ni desarrolla otras competencias y habilidades necesarias para desenvolverse en él con soltura. Hay que desarrollar programas educativos adecuados a esta nueva realidad que complementen los contenidos del currículo con contenidos STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics) y HECI (Humanity, Ethics, Creativity, Imagination). Y, por supuesto, asumir que la formación continua es necesaria en la era digital.

"Es una necesidad imperiosa que la formación digital se convierta en una prioridad de cualquier sistema educativo".

¿Qué rumbo está tomando la innovación educativa?

Pues hay de todo, porque el concepto de innovación se interpreta de muy diversas formas. Pero, en general, los proyectos de innovación más presentes son los que se enfocan en la formación en competencias que permitan la adaptación a este entorno cambiante e incierto en el que vivimos. Menos comunes son los proyectos que priorizan aprendizajes que permitan tomar las riendas en la construcción de un mundo en el que las personas definen su vida.

La eclosión de las nuevas tecnologías y sus constantes avances muchas veces nos ciegan. Y, en muchas ocasiones, nos hemos lanzado a incorporar a la formación el primer desarrollo que ha llegado a nuestras manos. Y esto es un grave error. La tecnología, como cualquier otra herramienta, debe servir para un fin metodológico y si no es así, puede que tenga su espacio, pero este no será el aula. Tampoco se ha de sobrevalorar la tecnología. Hay desarrollos impresionantes, pero no es la panacea de la educación.

Al final, los desarrollos concretos pasan y llegan otros. Y lo único que puede perdurar es la habilidad que haya aprendido el alumno al utilizarla. Por ello, es importantísimo que la incorporación de las nuevas tecnologías esté precedida de un estudio y del desarrollo de un plan. La innovación educativa debe pasar, necesariamente, por reflexionar sobre metodologías, espacios y tecnologías.

"La clave está en la selección. Pero es fundamental entender la labor de selección como un proceso de análisis, de reflexión y de toma de decisiones".

¿Cómo está afectando el cambio tecnológico a nuestra manera de vivir, disfrutar y entender la cultura?

¡Uf! ¿Tienes tres horas libres para que te cuente? A ver, la pregunta se puede responder con distintos enfoques y con una profundidad muy variable. Pero para simplificar, yo diría que la tecnología ha transformado nuestros hábitos. Y, en este sentido, influye en nuestro día a día de forma constante. Y, por ende, en nuestra forma de disfrutar y entender la cultura.

En relación con la lectura, por ejemplo, la tecnología (muy especialmente los dispositivos móviles) ha transformado la forma en la que buscamos, descubrimos y consumimos historias.

Cada vez más, los lectores buscan su próxima lectura (en papel o digital) a través de la Red, bien sea a través de redes generalistas (YouTube, Instagram, Facebook, Twitter...) en las que encuentran recomendaciones de familiares, amigos, conocidos, influencers...; bien sea a través de redes o herramientas especializadas.

La tecnología permite, además, acceder a los lectores a todo un universo de lecturas de todo tipo en un clic. Y, por supuesto, abre todo un abanico de posibilidades a los creadores. La incorporación de sonido, imágenes en movimiento, propuestas de interacción o juego, etc. ha dado lugar a nuevas propuestas narrativas en las que se enriquece (o, al menos, se intenta) la experiencia estética y la experiencia de lectura.

"No se ha de sobrevalorar la tecnología. Hay desarrollos impresionantes, pero no es la panacea de la educación".

¿De qué forma deberían abordar los padres y madres con hijos menores de edad la llamada "revolución digital"?

En mi opinión, con serenidad y con responsabilidad. Los niños están creciendo rodeados de dispositivos digitales. Aun así, todavía son muchos los padres y madres que no mencionan su uso cuando se les pregunta sobre ello. Y cuando lo hacen, la respuesta suele ceñirse a conceptos como el control y la restricción.

Los niños tienen un papel activo en relación con los medios digitales, bien por exploración autónoma, o bien por imitación de sus mayores, que hay que considerar, así que hay que acompañarles para que éste se ajuste a un desarrollo psicosocial sano.

Los adultos mantenemos una relación compleja e incluso, a veces, contradictoria con la tecnología en la infancia. Por una parte, se busca retrasar el acceso de los niños al mundo digital. Pero, por otro lado, hay un reconocimiento de los beneficios que encuentran en el uso de los dispositivos digitales. Y estos hechos afectan a la relación de los niños con la tecnología.

Los niños deben tener cierta madurez antes de disponer de un dispositivo digital propio, y ser conscientes de los inconvenientes (incluso, peligros) que puede suponer respecto a su privacidad. La disponibilidad de un primer dispositivo debe, además, acompañarse de una serie de reglas de uso básicas.

Las principales recomendaciones son: establecer tiempos y lugares de uso para evitar que los chicos estén conectados a todas las horas del día (especialmente las nocturnas y las académicas) o en situaciones de socialización familiar como las comidas, y así prevenir ansiedades indebidas, trastornos del sueño, descensos del rendimiento escolar e, incluso, adicciones. En edades avanzadas también es recomendable establecer límites de gasto para hacerlos conscientes y responsables de su consumo.

Los adultos pueden, además, utilizar las denominadas herramientas de control parental para establecer estos límites, pero lo más conveniente es promover interacciones naturales y progresivas con la tecnología, y educar a nuestros niños y jóvenes en su uso, antes que controlarlo y monitorizarlo. Y en este sentido se plantea mi última recomendación: predicar con el ejemplo.

"La disponibilidad de un primer dispositivo debe, además, acompañarse de una serie de reglas de uso básicas".

¿Cuáles son las nuevas necesidades culturales de las generaciones más jóvenes?

Esta pregunta también me resulta difícil "aterrizarla". Para empezar, porque una cosa son las necesidades y otra las demandas, y todo depende desde la perspectiva desde la que se mire y se analice. Pero, en general, yo diría que los jóvenes de la Generación Z están habituados al consumo de contenido online y necesitan de una oferta de contenido cultural a través de canales digitales amplia, diversa y personalizable.

"Mi última recomendación: predicar con el ejemplo".

¿Cómo lee y cómo debería leer el "nativo digital" para que esta práctica fuera productiva y educativa?

El lector, en general, tiene hoy a su alcance una ingente cantidad de información de todo tipo, compuesta por una combinación de códigos que interactúan entre sí, y a los que accede por muy diversas vías. En este nuevo marco cobra mayor importancia que el lector sea capaz de formular claramente sus necesidades; que conozca y sepa utilizar hábilmente los mecanismos de búsqueda que requiere cada situación; que tenga criterio para valorar la pertinencia de lo hallado y escoger así sus lecturas; que comprenda lo que lee, se apropie del mensaje y lo haga suyo y, finalmente, que tenga capacidad para restituir, reformular y transformar críticamente los contenidos, del tipo que sean, aprehendidos en la lectura.

Es preciso, por tanto, aunar esfuerzos para conseguir que los niños y jóvenes, pero también los adultos, consigan desarrollar competencias y habilidades que les capaciten para buscar de modo ágil y eficaz; que tengan criterio para enjuiciar con espíritu crítico la información y, por esta razón, capacidad de elegir y decidir; que sean capaces de leer de forma comprensiva y de completar el ciclo siendo capaces de establecer una buena comunicación, de construir sus propios mensajes, expresar, verbalmente o por cualquier otro medio textual o icónico, sus opiniones argumentadas.

El acceso a un contenido es diferente según su formato, su tipología... El uso eficaz y competente de cada fuente pasa por conocer sus convenciones. Para ello es necesaria la formación. Si no se aborda con claridad y firmeza esta cuestión y se establecen planes coherentes y ambiciosos en relación con la alfabetización en todas sus perspectivas, la lectura digital y la integración misma de la tecnología se verán afectadas y comprometido su desarrollo; aparte de los serios problemas que esta falta de competencia digital pueda causar en su desarrollo personal, académico, profesional, político y social.

"El acceso a un contenido es diferente según su formato, su tipología... El uso eficaz y competente de cada fuente pasa por conocer sus convenciones. Para ello es necesaria la formación".

¿Los niños de hoy parecen "abducidos" por las pantallas? ¿Te parece peligroso este comportamiento?

Me parece poco adecuado. Y, si se mantiene mucho en el tiempo, peligroso, sí. Creo que debemos enseñarlos a gestionar de forma razonable el uso de la tecnología desde las primeras edades, estableciendo una serie de reglas, tal y como he comentado previamente.

"Bajo apariencias similares se pueden encontrar prestaciones muy diversas y contenidos tratados con niveles de rigor muy distintos".

La lectura y la escritura: ¿cómo podemos preservar su esencia comunicativa en el laberinto digital?

Yo creo que la esencia comunicativa, en concreto, se mantiene. Pero se hace necesario adaptar las estrategias y las fórmulas de comunicación en función de los nuevos contextos.

El acceso a un contenido es diferente según su formato, su tipología... El uso eficaz y competente de cada fuente pasa por conocer sus convenciones. Para ello es necesaria la formación.

"Los adultos mantenemos una relación compleja e incluso, a veces, contradictoria con la tecnología en la infancia".

En un mundo en el que ya nada es igual, en el que "todo" está disponible en formato digital... ¿Qué hay que hacer para no perderse? ¿Cómo convertir lo inmediato en profundo? ¿Cómo recordar algo de la inmensidad de datos?

La clave está en la selección. Pero es fundamental entender la labor de selección como un proceso de análisis, de reflexión y de toma de decisiones. Conformar una selección de contenidos o lecturas no admite la voz pasiva, requiere tomar una actitud activa y escrutiñadora, porque no todo tiene el mismo valor ni responde en el mismo grado a las necesidades de lectura o de información de todos los lectores potenciales. Bajo apariencias similares se pueden encontrar prestaciones muy diversas y contenidos tratados con niveles de rigor muy distintos, afirmación que cobra mayor sentido en el contexto de la edición digital y de los contenidos publicados en Internet.

* Elisa Yuste es licenciada en Filología Inglesa e Hispánica por la Universidad de Salamanca, y Máster en Edición por el Instituto Universitario de Posgrado y en Libros y Literatura Infantil y Juvenil por la Universitat Autònoma de Barcelona.

En la actualidad, sus líneas de investigación se centran en el impacto de la tecnología en la práctica y la promoción de la lectura y sectores vinculados (editorial, cultural, educativo...), así como en las aplicaciones de las tecnologías de última generación en entornos culturales y educativos, con base en el análisis y evaluación de materiales de lectura impresos y digitales dirigidos a niños y jóvenes, de lo que se derivan colaboraciones en diferentes estudios e investigaciones, contribuciones en diversas publicaciones y la participación en cursos, foros, seminarios y congresos de índole variada de carácter nacional e internacional.

Tras un dilatado periodo de colaboración con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez (2003-2013), actualmente ejerce como consultora y formadora. Es directora académica del Máster en Cultura Digital y del Máster en Biblioteconomía y Documentación en la Era Digital de la Universidad Europea Miguel de Cervantes; promotora de AppTK.es, el primer recomendador de apps de lectura y libros-app para niños y jóvenes; y miembro del equipo de Dosdoce.com.

Eva Frutos Lucas. Periodista y Redactora Jefa de Bayard Revistas.

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