Beneficios de enseñar canciones a los niños

Todos los niños, ya sea en casa, en el colegio o en ambos sitios, aprenden canciones infantiles. Se trata de rimas muy sencillas y repetitivas, que muchas veces contienen una enseñanza o moraleja, como si se tratase de fábulas cantadas. Pero las canciones infantiles tienen muchas más funciones y ventajas para los niños más allá de este aprendizaje moral. ¿Quieres saber cuáles son?

En qué benefician al niño las canciones infantiles

Las canciones infantiles potencian el desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla, motriz y social del niño. Todos estos beneficios se logran a través del oído, la alfabetización, la expresión corporal y emocional del niño.

Cuando el niño escucha una canción infantil, como Al corro de la patata o El señor Don Gato, la rima entre las sílabas y la repetición de éstas, favorecen su sentido musical (lo que comúnmente se conoce como “oído”) su comprensión del entorno –interiorizando mejor el significado de cada palabra que repite- y su alfabetización, ya que se acercan mucho más al mundo de las letras y sus sonidos.

El memorizar estas canciones infantiles (en Conmishijos podrás encontrar muchas de ellas: Los pollitos, Un barquito chiquitito, A mi mono le gusta la lechuga, Para dormir a un elefante, Soy una taza...) además mejorará su retentiva y capacidad de concentración.

Su expresión corporal también mejorará: si con estas canciones se enseñan al niño coreografías sencillas (gestos con las los brazos, las manos...) desarrollará su psicomotricidad, coordinación y expresión gestual.

Por último, en un ámbito más emotivo, la música le aportará sensibilidad y ayudará a acercarse a los demás, haciendo que el niño mejore su socialización.