¿Cómo saber si mi bebé se queda con hambre con el biberón?

Cuando se trata de la alimentación de nuestro bebé a partir de los 6 meses, es habitual que una de las principales dudas que te surja sea cómo puedo saber si mi bebé se queda con hambre tras darle el biberón como parte de una dieta diversificada. Te ayudamos a identificar las principales señales y saber si estás alimentando correctamente a tu bebé. 

El peso y el crecimiento de tu bebé: señales importantes

Acabas de darle el biberón a tu bebé y al poco tiempo comienza a llorar. Lo primero que viene a tu mente es que se ha quedado con hambre... Puedes probar a acercarle nuevamente el biberón y observar su reacción: si lo toma, puede que efectivamente se hubiera quedado con hambre. Sin embargo, debes tener en cuenta que si tu bebé comienza a llorar tras su toma, no siempre será motivado por el hambre. Son varias las causas que pueden desencadenar su llanto: puede tener gases, estar incómodo porque necesita que cambies su pañal o, incluso, demanda tus brazos para recibir mimos y afecto. 

El factor fundamental para valorar si nuestro bebé se está alimentando correctamente o se queda con hambre es comprobar que su peso y crecimiento están dentro de su percentil; si es así, no hay de qué preocuparse. A pesar de ello, si identificas que tu bebé llora de forma frecuente, intensa y sin motivo aparente, te recomendamos consultar con su pediatra. 

¿Cómo saber si mi bebé se queda con hambre después del biberón?

Como decíamos, el llanto del bebé es la principal señal para identificar que no ha comido lo suficiente. Pero, además, existen otras señales que debemos tener en cuenta para valorar si realmente el bebé se queda con hambre tras tomar el biberón:

  1. La medida de la leche tomada en el biberón: existen una serie de tablas indicadoras de la cantidad de leche que el bebé debería tomar en función de su edad. Sin embargo, estas tablas son recomendaciones, no necesariamente deben cumplirse de forma exacta y tajante, dado que cada niño es un mundo y unos comerán más que otros. Lo que sí podemos hacer con estas tablas es utilizarlas para orientarnos. Si la toma de nuestro bebé está muy lejos de lo establecido o siempre termina su medida demasiado rápido y sin rechistar, deberíamos consultar con el pediatra.

  2. El pañal: una pista muy importante para conocer cómo es la alimentación de nuestro bebé está en su pañal. Si hace sus necesidades de forma normal y regular, podemos pensar que todo marcha sobre ruedas.

  3. La alimentación complementaria: a partir de los 6 meses, la base de la alimentación de nuestro bebé continúa siendo la leche. Los alimentos sólidos comienzan a introducirse en su dieta para que identifique texturas y sabores. Por ello, si le preparas una cantidad estimada de comida sólida que debería tomar, pero no es de su agrado y no lo hace, dale el biberón para asegurarte que no se queda con hambre. 

Si todavía sigues pensando que es muy probable que tu bebé se quede con hambre, debes tener en cuenta que no es recomendable que aumentes el número de tomas sin antes haberlo consultado con el pediatra, pues solo este profesional podrá indicarte el mejor modo de hacer cambios en la dieta del pequeño. 

Además, es importante ofrecerle al pequeño un preparado de continuación como parte de una dieta diversificada que aporte los nutrientes que necesita a partir de los 6 meses: DHA, un tipo específico de omega 3, hierro, calcio, zinc y vitaminas. Este es el caso, por ejemplo, de la leche de continuación Enfamil, que ha sido formulada para aportar las vitaminas y nutrientes necesarios para contribuir a la adecuada ingesta nutricional de tu bebé en cada etapa. 

 

Si quieres garantizar la buena alimentación de tu pequeño, no olvides que un bebé correctamente alimentado disfruta de una dieta sana y variada. Durante su primer año de vida deberás ir introduciendo nuevos alimentos acompañados siempre por el sustento principal de su alimentación: la leche. Cuantos más sabores nuevos incorporemos día a día, más posibilidades existen de que se convierta en un niño capaz de probar y disfrutar con la comida. Pero no hay prisa: es conveniente introducir las novedades poco a poco y hay que cuidar mucho la forma de ofrecérselas, recordando que se trata de alimentos complementarios. Ante cualquier duda que pueda surgirte, siempre es conveniente consultar con el pediatra.