Este curso, cuida la vista de tus hijos desde el primer día

1 de cada 5 niños es miope, la detección precoz es fundamental

¿Sabías que casi 1 de cada 5 niños entre 5 y 7 años ya es miope? La vuelta al cole no solo es momento de revisar mochilas, uniformes o libros. También es una ocasión perfecta para comprobar cómo está la salud visual de los más pequeños. Ver bien es clave para aprender, concentrarse y disfrutar del día a día en el aula y en casa.

Desde Federópticos, especialistas en salud visual infantil, nos recuerdan la importancia de revisar la visión de los niños antes de que empiecen las clases. Asimismo nos aconsejan acudir a un centro donde ofrezcan atención personalizada para detectar y tratar a tiempo problemas visuales como la miopía.

Y es que la miopía infantil no para de crecer: aparece cada vez a edades más tempranas y, si no se controla a tiempo, puede avanzar muy rápidamente. La detección precoz es fundamental para tomar medidas a tiempo y proteger su salud ocular presente y futura.

Salud visual infantil durante el curso escolar

¿Qué es la miopía y por qué hay que controlarla?

La miopía es un problema visual que hace que los niños vean bien de cerca, pero borroso de lejos. Es más común de lo que pensamos, y puede avanzar con los años si no se detecta a tiempo. Cuanto antes se manifiesta, más probabilidades hay de que progrese rápidamente.

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Según la Organización Mundial de la Salud, en solo 25 años la mitad de la población mundial será miope. En España, ya es la principal causa de discapacidad visual en edad adulta. De hecho, los casos de miopía alta (más de 6 dioptrías) se han multiplicado entre los jóvenes.

Además, la miopía no es solo cuestión de gafas: si progresa mucho, puede aumentar el riesgo de sufrir otras enfermedades oculares en el futuro, como desprendimiento de retina, glaucoma o cataratas precoces.

¿Por qué aumenta tanto la miopía en niños?

Hoy en día hay dos grandes causas que explican este fenómeno:

  • Demasiadas pantallas y poca distancia: estudiar, jugar o ver vídeos en móvil, tablet o portátil implica forzar mucho la vista de cerca, especialmente si lo hacen en espacios poco iluminados o sin pausas visuales.
  • Poca luz natural: pasar poco tiempo al aire libre hace que el ojo no desarrolle correctamente su capacidad de enfocar de lejos. Estudios internacionales confirman que al menos dos horas diarias de exposición a la luz solar pueden ayudar a prevenir la aparición de miopía.

Estos factores, junto a la predisposición genética, hacen que la miopía infantil sea cada vez más frecuente y agresiva. Por eso es tan importante actuar desde los primeros signos. Desde Federópticos insisten en que la prevención empieza por una buena rutina visual y revisiones periódicas, incluso antes de notar síntomas.

¿Cómo saber si mi hijo necesita revisión visual?

Hay signos que pueden alertarnos:

  • Se acerca mucho al papel, la pantalla o la televisión.
  • Entrecierra los ojos para ver de lejos.
  • Se queja de dolor de cabeza o fatiga visual.
  • Tiene problemas para seguir el ritmo en clase o pierde interés en actividades que requieren ver a distancia.
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También puede que no diga nada. Por eso, los expertos recomiendan hacer una revisión visual anual a partir de los 5 años, o antes si hay antecedentes familiares o síntomas evidentes. 

¿Se puede frenar su avance?

Sí. Además de corregir la visión con gafas o lentillas, hoy existen tratamientos que ayudan a ralentizar la progresión de la miopía y cuidar la salud visual a largo plazo.

En Federópticos cuentan con soluciones específicas para niños y adolescentes, personalizadas según cada caso, tras una revisión visual completa. Estas son algunas de las opciones más eficaces: 

1. Lentillas Orto-K (para dormir y ver bien todo el día)

Son lentes especiales que se usan por la noche y moldean suavemente la córnea mientras el niño duerme. Al despertar, se retiran... ¡y ven bien durante el día sin gafas ni lentillas!

  • Frena el avance de la miopía.
  • 100% seguras, reversibles y cómodas.
  • Ideales para niños activos, que practican deporte o no se adaptan bien a las gafas.

Además, permiten una vida sin limitaciones visuales durante el día, lo que mejora la autoestima y la independencia.

2. Lentes oftálmicas especiales

Son gafas graduadas con una tecnología diseñada específicamente para ralentizar la progresión de la miopía. Están avaladas por estudios científicos y recomendadas desde edades tempranas.

  • Tratamiento no invasivo.
  • Totalmente seguras.
  • Se adaptan como unas gafas normales, sin esfuerzo.
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Son perfectas para niños que aún no están preparados para el uso de lentillas o que prefieren mantener su rutina visual con gafas. 

3. Lentillas con desenfoque periférico

Son lentes de contacto blandas diseñadas para uso diario (diarias, mensuales o trimestrales) que corrigen la visión y, al mismo tiempo, ayudan a frenar el crecimiento de la miopía mediante un sistema óptico avanzado.

  • Indicadas para niños desde los 6 años.
  • Cómodas, seguras y fáciles de usar.
  • Se adaptan muy bien a rutinas escolares y actividades deportivas.

Su éxito radica en que no solo corrigen, sino que tratan la progresión, actuando sobre el foco periférico de la visión.

Salud visual infantil durante el curso escolar

Un comienzo de curso con buena visión

Una buena salud visual es fundamental para que los niños puedan aprender, leer, escribir, jugar y disfrutar plenamente de su entorno. La visión influye directamente en el rendimiento académico, la coordinación, el comportamiento y la seguridad.

Por eso, una revisión completa antes del inicio del curso puede marcar la diferencia. Detectar a tiempo un problema visual puede evitar frustraciones escolares, mejorar la autoestima y favorecer el aprendizaje.

Además, muchos niños no saben que ven mal hasta que prueban a ver bien. Por eso es clave que padres y madres estén atentos y prioricen las revisiones visuales igual que hacen con las vacunas o las visitas al dentista. 

La importancia de acudir a profesionales especializados

Cada niño es único. Por eso, el tratamiento más adecuado depende de su edad, necesidades visuales, estilo de vida y grado de miopía. En Federópticos ofrecen atención personalizada con especialistas en visión infantil, diagnóstico completo y las mejores soluciones para cada etapa.

Acudir a un centro especializado no solo garantiza una correcta graduación, sino también el seguimiento adecuado para frenar la evolución de la miopía y evitar complicaciones futuras.

Conclusión

Cuidar la salud visual de nuestros hijos es un compromiso a largo plazo. Este curso escolar, además de libros y cuadernos, incluye una visita al óptico-optometrista para empezar con buen pie.

Si quieres cuidar la vista de tus hijos y ponerle freno a la miopía, acude a un centro especializado como Federópticos, donde podrán valorar su caso y ayudarte con la mejor solución.

Porque ver bien también es aprender mejor.

 

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